Sono el timbre y me dirige con mis amigas a los casilleros para dejar allí los libros de las clases anteriores. Cuando abrí mi casillero había una nota colgando.
Te gustaría montar a caballo con este caballero?.
Att: RYAN
Cata como era de costumbre leyó lo que decía la nota porqué a ella no se le pasa ni se le escapa una, si no se lo sabe ella se lo inventa. A Cata le brillaron los ojos al leer, cosa que también era de costumbre. Desde que la conozco se me a hecho muy fresa.
—Que romántico di que si o pasame la cita a mi, porque es una cita verdad?—revolotee los ojos y a lo lejos se veían los chicos entrando al comedor. Era claro lo nerviosa que estaba.
—¿Que tal si entramos nosotras también?, muero de hambre— Amber posó su mano derecha sobre su barriga para sobarla en confirmación de que si tenía hambre. Asentí con la cabeza y Catalina sonrió. De seguro también tenía hambre aunque de seguro quería ver la cara que ponía cuando viera a Ryan.
—No sonrías así asustaras a las personas—.
Entramos al comedor para tomar una mesa. Cuando nos íbamos a sentar Axel gritó nuestros nombres haciendo señas para que nos sentáramos junto a ellos. Nunca nos hemos sentado todos juntos a comer así que sería algo nuevo para todos. Temía que fuera algo incómodo. Nos dirigimos a la mesa donde antes me sentaba con mi hermano y debes en cuando con ellos. La gente nos miraba y las chicas murmuraban, después de todo eran parte de los chicos lindos y deportistas del instituto. Él único que no estaba en el equipo de football era Jay porque no le gustaba recibir cantazos de nadie, eso lo ponía de mal humor y le daba miedo que en pleno juego sacara el vampiro que vivía escondido en él.
—¿Chicos adivinen que?—Catalina hablo pero ni yo sabía que iba a decir. Mi corazón se detuvo un momento. Si Catalina iba a decir algo probablemente no sería nada divertido. Eso no se le daba para nada. Yo esperaba equivocarme.
—¿Que?— dijeron al unisono alargando la palabra.
—Las chicas y yo nos meteremos a porristas, es decir los animaremos desde cerca— ella rió emocionada, pero a mi la verdad no me dio ni un poquito de gracia. Que le resultaba tan gracioso, hacernos molestar o la cara de los chicos?.
De seguro que el bocado que me había tragado había ido por dónde no era porqué empecé a toser fuerte. Todos en el comedor nos miraban. Bueno me miraban. Todos los del comedor, y los chicos. Fue vergonzoso ver como mi hermano ponía cara de susto y daba en mi espalda preguntando que si estaba bien.
—Estas loca Catalina ni consultaste con nosotras— bebí un sorbo de lo que tenía en el vaso a ver si así calmaba el ahogamiento que Catalina me había provocado.
—Pense que les gustaría la idea así que las apunte en la lista y hoy serán las audiciones—. Amber abrió los ojos grandes. Solo había ido a una audición del kinder para colorear en una competencia y no fui escogida. Catalina comenzó a comer su almuerzo como si lo que hubiera dicho no hubiera sido un shock para nosotras. Estaba tan calmada y pasiva.
Los chicos comenzaron a reír demasiado alto y no podían parar de hacerlo. No se porqué se burlaban. Ryan se acerco a mi oído ya que estaba sentado a mi lado.
—Te veras hermosa de porrista — susurro y luego se alejó tirándome una guiñada. Esos ojos profundizan sus sentimientos, mis sentimientos. Los miras y te pierdes en ellos.
3 Horas después
Luego de unas horas estábamos Amber y yo probándonos unos vestuarios para audicionar. Pueden creerlo?, probándonos unos vestuarios para audicionar, esto es de locos. Unos vestuarios que sabrá Dios que chica usó, que asco. Pero Catalina se veía contenta y como somos tan buenas amigas haríamos lo mejor posible. Y cinco, seis, siete, ocho.
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El Chico Vestido De Negro
Vampire-Una noche y un grito en el bosque cambiaron su vida. -Un mundo que penso que no existía. -Guerra, amor, odio, secretos, amigos, una familia. -Un chico se mete en sus sueños. -Un hermano adoptivo y sus 4 amigos. -Lobos, vampiros, angeles, gargolas...