Mientras me preparaba para ir a correr caballo con Ryan, Catalina y Sofi brincaban en mi cama como si disfrutarán de un pijama party aquí en mi habitación. Nickolas estaba recostado en el marco de la entrada de mi puerta mirándome listo para regañarme si escogía algún pantalón demasiado corto o una camisa con escote.
—Eso no Mía, eso esta muy corto, no puedes ir así a correr caballo —sabía que mi hermano diría eso en el momento en que saque de una de las gavetas de mi coqueta un hotpant que usaba debajo de mis vestidos cada vez que salía a alguna ocasión especial. Y al fin Nickolas abrió su boca, ya me estaba preocupando. El tenía la mano izquierda abrazando su barriga, su mano derecha encima con sus dedos en la boca y su ceño fruncido como si estuviese pensando.
—Nickolas es un hotpant y solo lo saque porque esta en la gaveta equivocada es todo—. Como había pensado, Nickolas se estaba tomando muy a pecho el papel de hermano mayor. No es que me molestará, bueno si me molestaba un poco porqué yo ya no era una bebé y él me trataba como si aún lo fuera.
—Aun así no deberías tenerlo—dijo Nicko aún en la posición en la que estaba. Vuelvo y repito no se porqué me trataba como una bebé si ya no lo era.
—Yo pienso que son sexys—. No puede ser, fue lo único que pensé cuando Catalina se unió a la bendita conversación. Eso era lo único que me faltaba. Se que terminará peleando con Nickolas como siempre. Era algo normal ya, terminarán como perros y gatos, era de costumbre.
—Si son sexys en otras chicas, en mi hermana no porqué ella siempre será mi bebé y nadie la puede ver sexy—revolotee los ojos al igual que Catalina, no dije nada porqué conocía a mi hermano y también a Catalina. Se pondrían a pelear y no formaría parte de eso.
—Exageras— dijo Cata haciendo un movimiento extraño con las manos luego de sentarse de un salto en la cama.
—No exagero aunque ella tenga ochenta y siete años, para mi seguirá siendo una bebé en un hotpant—. Mis ojos se abrieron de gran manera. Escuche la risa de Sofi a mis espaldas como si entendiera a la perfección cada palabra dicha en mi habitación.
Lo mire con cara de asco, ¿que loco diría una cosa así?.
Ah cierto Nickolas.
—Bueno si, exagero solo un poco— Me encontraba arrodillada frente a la gaveta que tenía abierta y azotaba mi frente contra ella una y otra y otra y otra vez. No se con que rapidez Sofi bajo a la cocina y subió con un vaso lleno de pop corn, se acomodó en mi cama a escuchar la terrible pelea entre Catalina y Nickolas.
Terrible pelea de nunca acabar.
Mientras discutían y se desafiaban con las miradas me dio tiempo de colocarme una muda de ropa cómoda para la ocasión, nada provocativo y tampoco elegante. Algo casual ayudaría. Volví a la posición en la que estaba para acomodar lo que había regado en la gaveta y a su vez cerrarla. Escuché una bocina.
Levante mi cabeza lentamente, suspire fuerte y sonreí. Mi salvación había llegado y yo sentía que por eso amaba a Ryan. Me levante del suelo y me dirige a la puerta cuando Catalina y Nickolas me gritaron al unisono.
—¿Mía a donde vas?—Me detuve. Solo unos pasos más y pude haber salido.
Mierda no pude escapar.
—Mi cita llego a recogerme así que me voy, no me quedare aquí para ver como se matan sabiendo que la pasare muy bien con Ryan, así que si me disculpan me voy, adiós. Sofi cuídalos, por favor no quiero llegar y encontrarme con una tragedia— dije sonriendo. Ellos se miraban con los brazos cruzados y no podía aguantar las ganas de decirles algo que rondaba por mi mente hacía un tiempo ya. —Se aman acéptenlo ya. Nickolas bésala y tu déjate besar es lo que quieren no?—.
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El Chico Vestido De Negro
Vampirgeschichten-Una noche y un grito en el bosque cambiaron su vida. -Un mundo que penso que no existía. -Guerra, amor, odio, secretos, amigos, una familia. -Un chico se mete en sus sueños. -Un hermano adoptivo y sus 4 amigos. -Lobos, vampiros, angeles, gargolas...