capitulo 19

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Al levantarme en la mañana para ir al baño me percate de que Mathew aun estaba allí. Estaba sentado en la misma esquina del cuarto en la que se había sentado ayer en la noche después de lo ocurrido. Se veía tan tranquilo que no podía creer lo que había sucedido y lo único que se me ocurrió fue acercarme a el para quitar su capucha y así al fin ver su cara. Me levante de la cama silenciosamente sin hacer el mas mínimo sonido, camine hasta donde estaba sentado y acerque mi mano a su capucha lentamente.

Parecía chiquilla en estos momentos. Mis dedos tocaron la tela que tapaba su cabeza y sentí que apretaban mi muñeca. Era incómodo que nunca me había visto con Mathew cuando estaba la luz del sol siempre era de noche o a oscuras.

—No lo vuelvas a hacer, te lo prohíbo— dijo con voz ronca. Mathew estaba sentado mirando al suelo y su mano apretaba mi muñeca a la misma vez que la alejaba de el, eso me dio un gran susto. El seguía mirando al suelo, me solté de su agarre y retrocedí mas o menos dos o tres pasos. Mi respiración estaba algo agitada por el susto y mi corazón latía a mil por hora.

—Perdón, lo siento de verdad pensé que estabas dormido—. No pude decir mas, realmente las palabras no me salían era como si hubieran perdido el camino por la garganta o se hubieran atorado en alguna parte de ella.

—No, no lo estaba y te advierto no trates de quitarme la capucha nunca , no hay necesidad—. Muchas veces me preguntaba a mi misma porque no quería que viera su rostro, por que no quería que supiera quien era.

—Perdón—. El no dudo ni tres segundos en pararse del suelo. Aun con la cabeza mirando al piso se trepo en la ventana y sin decir adiós se fue. No le daría cabeza a eso así que me dirigí a mi armario a buscar alguna ropa cómoda para mi segundo día de entrenamiento. Cuando tome lo que me pondría me fui al baño para darme un relajante baño y bajar a desayunar. Mientras me bañaba tarareaba la misma canción de siempre. Termine de asearme y baje a la cocina para desayunar, cuando baje mis padres estaban a la mesa y Nickolas preparaba el desayuno con ayuda de Sofi. La cocina estaba casi hecha un desastre. Me acerque a Sofi y le di un beso en la nariz. Nickolas alboroto mi cabello como todas las mañanas y beso mi frente.

—Que preparan?—pregunte. Tenia curiosidad porque en la cocina no se podía apreciar lo que hacían.

—Pancake— dijo papa que abrazaba a mama riéndose de lo que hacían Sofi y Nickolas. Cuando terminaron de preparar el desayuno pudimos disfrutar y dar gracias a Dios por tener tan unida a nuestra familia. Dos horas mas tarde nos encontraríamos con los chicos en el bosque para continuar con los entrenamientos. Hoy llevaríamos el carro de Nicko.

—Mía, nos vamos— grito Nickolas por las escaleras.

—Ya voy —respondí. Busque rápido mi celular que estaba encima de la mesa de noche y baje las escaleras. Salí de la casa cerrando la puerta.

—Estas lista?—. Estaba lista, pero quizás el lo preguntaba por lo que había pasado ayer.

-Si estoy lista— sonreí pero al parecer mi sonrisa no lo convenció ya que prosigio diciendo.

—Estarás bien —dijo como si yo hubiera hecho algún comentario de que tuviera miedo. Estaba ansiosa, quería saber que me enseñarían hoy. Mientras mas rápido pasaran los días se podría estar acercando el día de unirme a la Revelion de Rebelados.

En todo el camino hubo silencio, no es que quedara muy lejos porque el bosque quedaba bastante cerca, pero luego de que Nickolas me dijera que estaría bien, no volvió a hablar y yo tampoco. Llegamos y los chicos estaban frente al bosque esperándonos. Ryan se acerco.

—Hola preciosa—. Sus pecas hoy se asomaban mas que nunca y su sonrisa estaba tan blanca como siempre.

—Hola— dije riendo y a su vez el también. Ryan extendió su mano para que la tomara y cerro la puerta detrás de mi. Catalina corrió hacia mi y me abrazo como siempre hacia cada vez que me veía.

El Chico Vestido De NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora