Unos jeans de mezclilla que tenían un ligero dobladillo en la parte de abajo y no justamente porque quisiera estar a la moda, sino que un triste día lleno de bromas y castigos entre Cameron y yo manchamos alguna ropa con cloro y quedó arruinada. Éste era uno de mis jeans favoritos, así que no pensaba deshacerme de él por una pequeña mancha.
Una playera simple blanca, con un abrigo negro por encima y unos tenis de color mostaza fue lo que use para salir de casa.Miro el reloj y marcaba las doce con quince minutos. Bajo al comedor no sin antes dejar mi recámara ordenada, y no porque me guste, sino porque a mis padres les gusta que lo haga, y a mi me gusta conservar mis permisos.
Cameron siempre desayuna conmigo, pues era el único que estaba en las mañanas. Siempre se ofrecía a llevarme al Instituto pero casi siempre le decía que no, pues el clima de esas horas era demasiado fresco y me gustaba disfrutar de él yendo a pie.
A la una de la tarde con diez minutos abren las puertas del colegio, buscamos las respectivas credenciales y las tenemos a la mano formandonos en fila.
-No le contesté a Charlotte ayer, y fue a mi casa esta mañana.- me platica Noah después de haberle preguntando cómo habían pasado las cosas.
-¡Vaya!- exclamo con un tono de asombro - ¿De nuevo juntos?
-Lo dudo Emma, le dije que no tenía tiempo y salí hacia acá. Seguramente me la encuentro en la salida y te la presento de una vez.
Río entre dientes negando con la cabeza agradecida.
Siempre solía escuchar la misma historia ente ellos; ella se molesta, él intenta convencerla de que está equivocada, ella se niega una y otra vez y al final terminan reconciliados.
No obstante, parecía que ésta vez las cosas era n distintas. Él no presenta el mismo interés de arreglar las cosas entre ellos como antes lo hacía.Ojalá y terminen de una vez, sólo lo atormenta al pobre.
Ésta vez tuvimos que entrar por la puerta principal, ya que estarían dando un folleto tipo boleto para tener acceso a una platica sobre superación personal el fin de semana que se daría ahí mismo, en el auditorio de la carcél. Sí quería un punto extra en cada materia debía ir y fingir escuchar con atención.
Al entrar noto que Susan y sus grupo de chicas con cabello triturado vienen hacia mí con pasos nada serenos seguramente a pelear, que es lo único que sabían hacer. ¡Ya decía yo que esto de entrar tranquila por la puerta principal no era cierto!
Fingo no tomarles importancia porque de verdad no me importaba, y sigo mi camino con Noah. Sé que si les tomó importancia algo saldría mal.
Trato de pasar a un lado de ellas esquivandolas, pero la novia de Brad se interpone con la cara echa furia. Invadiendome completamente el paso.
-Adelantate Noah, allá voy.- suspiro irritada al ver su horrible cara y a sus perritas cuidandole la espalda como si yo fuese a deshacerle la cara.
-¿Segura?- cuestiona nada seguro.
Asiento, después de quedarse ahí unos segundos él se va.
Susan no quita su mirada de mi, con los ojos entrecerrados y la boca torcida.-¿Qué van a hacerme?- les pregunto firme comenzando la charla.
-Vengo a hablar contigo Wood- efectivamente, habla Susan.
-¿En serio?- sonrió sarcástica.- creí que querías hablar con el conserje.
-Esto es serio.- posa una mano sobre sus caderas y flexiona una pierna moviéndola sin detenerla.
-Sé a donde quieres llegar Susana, y antes de que me empieces a hacer tus acusaciones estúpidas y sin sentido. Te diré que él fue quien me dijo que fuera, y no fue exactamente una cita Susan, más bien fue una reunión por remordimiento.- la enfrento hablándole relajada, sin nada que temer.
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BRAD ©
RomanceLa vida tiene un destino, un destino marcado, claro y preciso, un destino que en ningun momento y por ninguna cosa, cambiará. El destino siempre va a ser el mismo, así creas lo contrario, así la vida te haga creer lo contrario lo que está al final d...