Capítulo 54

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Lo amaba, y jamás he amado a alguien de esa manera, me hizo amarlo, me hizo querer cada parte de él, cada imperfección suya, lo amaba de pies a cabeza. Y es que nunca creí que un ser humano podría amar tanto para hacer cosas que nunca imaginó, nunca creí que existiera tanto amor dentro de una persona, jamás creí que el amor te cambiaría, como tampoco jamás creí poder soportar todo por una persona.

—¡Matthew!— le grito a metros de la camioneta en la que venía, limpio mis mejillas y camino más tranquila ahora.— Matthew...

La puerta del copiloto se abrió, y de ahí salió Brad, con los ojos ligeramente rojos, cristalinos, como jamás creí que los vería.

—No te vayas,— le pido— por favor.

—¿No traes coche? ¿necesitas que te lleve?

—Lo estúpido no se te quita, ¿cierto?

Suelta una risita y niega con la cabeza.

—¿Vas a irte?— frunzo el ceño con tristeza.

—Sí.— aclara la garganta.— estoy viviendo con Harrison en... Indiana, compramos un departamento.

—¿Indiana?

—Sí, y nuestro vuelo sale mañana por la mañana.

Suspiro con decepción y asiento con la cabeza.

—Okey...— le sonrío.

—¿No quieres venirte conmigo? Sería una buena idea.

—No.— niego segura.— todo lo que tengo está aquí.

Asiente cabizbajo y me sonríe de lado.

—¿Por qué no te quedas?— le propongo con miedo a escuchar su respuesta.

—No tengo porqué quedarme.

Doy un paso hacia él y lo miro, mis ojos llenos de lagrimas miran a sus ojos, extrañamente igual, llenos de lagrimas y segura estaba, a punto de derramar una.

—Sé que vas a pagar por ésto, por todo lo que yo pasé, sé que pagarás por haberme mentido, por haberte ido, por haberme dejado, lo sé Brad,— aseguro.— y a mi me gustaría estar a tu lado, para ver cuando eso pase.

—Ese no es un buen motivo.

—¡Ay, Brad te amo! Y no quiero que te vayas de nuevo porque quiero estar contigo. ¿Entiendes? No puedo dejar que te vayas ahora que sé que no estás muerto, te amo lo suficiente como para no hacerlo, y tú eres el culpable de esto.

—No...— niega con la cabeza y aprieta sus labios entre sí.— no te entiendo.

—No te olvidé, no dejé de amarte, lo sigo haciendo y segura estoy de que si pasaron dos años y no te olvidé, no lo haré pronto, y es que no eres una persona cualquiera, eres mi chico, Matthew. Me quiero casar contigo, quiero que tengamos un pequeño niño al que podamos contarle nuestra historia, quiero que no vuelvas a mentirme, Brad, no te quiero lejos otra vez. Por favor.

Una enorme sonrisa se dibuja en su rostro. Coloca una mano en mi cuello y una más en mi cintura para acercarme a él y besarme. Puedo sentir algunas lágrimas, ésta vez, no eran mías.

—¿Ahora lloras?— me separo de él.

—Sorpresa.— ríe bajo.

—Te juro Matthew, que si vuelves a dejarme una vez más, voy a cortarte las...

—Sí, también te amo...— vuelve a besarme interrumpiendome— te prometo que eso no pasará, no más secretos Em.

Coloco una mano en su mejilla y limpio sus pequeñas grandes lágrimas que por primera vez veía de cerca, muy cerca, no sabía cómo era que tenía que sentirme al respecto.

BRAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora