Capítulo 20

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De todos los días elegí éste. ¿Por qué? Porque necesitaba saber como es que realmente se sentía, creí querer sentir mas de treinta miradas sobre mi a la vez, quería comprobar si es que de verdad te hace sentir importante que jodidos grupos te miren y digan porquerías y que a ti te importe un carajo. Quería sentirme como ellas se sienten.
Quería saber como es que se sentía sin sus dos grupos más importantes.

—¿Y qué tal?— pregunta Noah con una fresa en la boca cuando paso el pasillo principal.

—No es la gran cosa.— me encojo de hombros.—aunque se siente menos mala vibra.— río.

—Desde ayer la noticia de que hiciste que Brad terminara con Susana está a todo.

Me encojo de hombros incómoda y prosigo a caminar hacia los casilleros.

Los dos líderes de los grupos más importantes del colegio habían roto y por alguna extraña y ridícula razón sus grupos se separaron.

Recién entramos se hizo una encuesta; la pareja favorita del colegio haría dos grupos, de hombres y otro de mujeres para así ser los líderes del Instituto y por ende los más respetados y populares del lugar, pues desafortunadamente los líderes rompieron, haciendo así, que este colegio no tenga más lideres y que las demás parejas peleen para así ellas y sus grupos sean los principales ahora nuevos líderes del grupo.

Qué estupidez.

Siendo la persona que hizo "terminar ambos grupos" ahora soy la más hablada, y desafortunadamente eso me trae falsas personas que dicen siempre quisieron ser amigas mías y chicos que dicen siempre les llamé la atención, y eso sólo para intentar convencerme y concursar para la estupidez de los líderes del colegio, y que, como soy la más hablada en estos momentos ganaríamos sin dudar.

—Me siento muy mal Noah.— confieso sentada sobre una banca, mirando como todos le echaban un vistazo la información pegada sobre el concurso en las paredes.

—¿Por qué?— cuestiona— ¿Porque tienes que juntar mil dólares?

Niego con la cabeza y señalo hacia los casilleros.

—Él se ve mal. Rompieron por culpa mía, yo nunca debí intervenir entre ellos.

Miro a Brad quien se encontraba con Harrison intentando parecer normales hablando quizá de cosas de hombres como sexo, coches, ropa, mujeres... pero no era así, él se veía mal. De verdad se querían.

—No es tu culpa, él lo quiso así.— intenta convencerme.— sabía que el estar bucandote e incluso besarte le costaría lo que le costó.

—Pues sí, pero...— hago una pausa y me bajo de la mesa de un salto— tengo que hablar con él.

—¡No!— se baja y me detiene.— no, no, no. No  seas tonta, déjalo así.

—Pero Noah, es que...— suspiro con pesadez y asiento.— quizá tienes razón, él sabía las consecuencias y no obstante no le importó.

Asiente con la cabeza haciendo un gesto con la boca y vuelve a montarse sobre la mesa.

Brad me miraba de reojo, su mirada era triste, como nunca antes la había visto, era más que evidente que su ruptura con Susana le dolía, le dolía más de lo que aparentaba dolerle.

Las sonrisas hacia mi desaparecieron y no, no digo que tiene que hacerlo, sino que ya me había acostumbrado a sus hermosos ojos brillantes y a sus deslumbrantes dientes blancos al sonreír cerca de mi. A sus tontos chistes a los que fingia no prestar atencion pero que sin embargo me quedaron grabados.

No queda más que acostumbrarme a estar sin ellos.

—¿Esa chica que está por allá es la de la biblioteca, no?— pregunta recién habíamos salido al almuerzo.

BRAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora