Seven

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Pov Eun Jo.

Había un fuerte ruido que se escuchaba a lo lejos, al principio era apenas audible pero conforme me iba despertando se hacía más y más fuerte, hasta que me di cuenta que era el maldito teléfono fijo del departamento.

Tantee a ciegas a mi lado y lo tomé contestando.

- ¿Quién carajos? - pregunté molesta y aún sin poder abrir los ojos.

- ¿Donde estás? - gritó una voz del otro lado del auricular, lo alejé de mi cuando retumbo en mi oído derecho. - ¿Sabes qué hora es?

- No lo sé, no me siento muy bien Baek, creo que no iré a trabajar hoy. - le dije con un fuerte dolor de cabeza que hacía que no pudiera pensar bien.

- ¿Estas cruda? - gritó de vuelta. - No me jodas de nuevo con eso. ¿Dónde estás?

- Estoy en mi departamento y mi cuerpo parece que está en llamas. - toqué mi cabeza sintiendo mi cabeza ardiendo en fiebre. - Lo siento Baek, yo...

- Voy para allá. - colgó sin añadir nada más y dejé el teléfono a un lado.

¿Por qué estaba en el sillón?

No recordaba haber llegado aquí, es mas no podía recordar nada, otra vez...

*

- ¿Quieres decirme a donde carajos fuiste ayer?

No llevaba más de dos minutos en el departamento y Baek parecía peor que mi mama en sus días, no, es más, ni mi madre se regañaba tanto como él.

- No fui a ningún lado. - le contesté mientras masajeaba mi cabeza por el horrible dolor.

- Xiumin me dijo que te fuiste con un tipo que ni conocías. - alardeo este viéndome con los brazos cruzados. - ¿Quieres explicarme eso?

- ¿Te acuerdas del tipo del hotel? - le pregunté intentando recordar todo lo que había pasado ayer. - Creo que era él.

- ¡No me jodas Eun Jo! - él terminó por explotar - ¿Te fuiste con ese tipo? ¿Acaso estas pendeja?

Y es que tendrían que borrarme la memoria para olvidar esos ojos que aún seguían en mi mente alterándome sin control.

- Escúchame, sólo hazlo y después podrás gritarme todo lo que quieras. - esta vez fui yo quien gritó más fuerte.

Mi amigo se calmó un poco y se sentó en el sillón de al frente guardando silencio por primera vez, me miraba realmente molesto y seguramente si terminaba contándole lo demás iba a ser peor.

- Llego este tipo cuando estaba bailando con Min Seok, no hablamos ni nada y sólo bailábamos, pero conforme pasaban las canciones fue como si mi mente me arrojara los recuerdos de ese día.

- ¿Al fin recordaste esa noche? - me preguntó interrumpiendo con cierta incertidumbre.

- No, no del todo, pero basto para que corriera lejos de él. - negué girando con mi cabeza a los lados. - Intenté escapar pero él jodido creo que me drogó.

- ¿Qué? - Baek se levantó totalmente furioso, aunque lo calme diciéndole que se volviera a sentar.

- Como pude, llegué a la terraza y ahí me quedé, sé que debí haber pedido ayuda, pero no sabía que hacer estaba muy mareada. - me excuse sin fundamentos algunos ya que sonaba realmente estúpido lo que le estaba contando, es más, quizás era probable que la droga hubiera distorsionado todo.

- ¿Y qué paso? - preguntó con desesperación mi amigo.

- Alguien me siguió a la terraza, sólo que no fue él quien pensé que era. - entrecerré mis ojos haciendo esfuerzo por recordar los pocos instantes antes de que mis ojos se cerraran. - Era la voz de Tao la que escuché.

Die 死 Chen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora