Die 死 Chen

Ten

POV Chen

En ese momento en cuando podía dejar de pensar en todo y la realidad se mezclaba un poco con una mera ilusión. Me atrevía a traer su recuerdo, jugar con el y tener un poco de diversión en ello.

Mi respiración se aceleraba poco a poco incluso si no estaba totalmente despierto.

- Mmmm - solté suavemente un quejido quizás algo desesperado por simple placer.

Un placer al cual desde hace dos semanas no podía llegar, al menos no totalmente.

Ella era tan imposible, tan hermosa y tan lejana.

Mi miembro llenaba el espacio al unir mi pulgar con los dedos de mi mano derecha.

Y cuando recordaba su hermoso cabello, bajaba.

Cuando su rostro pálido aparecía en mi mente, subía.

Cuando aquella noche ella dejó un suspiro travieso, bajaba.

Cuando recordaba sus pechos cubiertos con una camisa negra, subía.

Su cintura, delgada y pequeña, que podría atrapar con facilidad, bajaba.

Sus caderas, Subía.

Aquellas hermosas piernas, cruzadas ligeramente y saliendo de una falda, bajaba.

Y era entonces, cuando no podía recordar más de ella, cuando mis ojos se abrieron viendo directamente al techo, finalizando así todo lo que alguna vez había empezado.

- Demonios. - dije fastidiado una vez más y tirando todo a un lado de mí.

- ¿Acabaste? - preguntó Kris azotando la puerta de mi cuarto como todas las mañanas, gustoso de joder mi día desde que despertaba.

- ¿Cuál es tu problema? ¡Déjame dormir por una puta vez! - le grite mientras terminaba de despertarme.

Recibí un golpe en primera respuesta, un golpe que me tiró de la cama y desordeno mi cuarto por completo.

- En primera Kim, tú no duermes, segunda tenemos que salir de aquí. - me lanzó un arma a la cara. - Won Sik viene directamente aquí y es mejor que no te vea en estas condiciones.

Acepté a regañadientes y por otro lado siendo un poco agradecido. Si ese idiota se enteraba que había desparecido por una semana íbamos a sufrir las consecuencias de una u otra forma, así que tomé lo primero que vi en lo que Kris guardaba algunas cosas importantes.

- Listo. - respondió Kris rociando un líquido transparente en todo el departamento, sacó unos cerillos y en un parpadeo prendió varios de ellos lanzándolos hacia la sala.

- Fue bueno mientras duro. - exclamé suspirando en lo que veía como las llamas empezaban a expandirse sobre el piso y así con los muebles.

Kris caminó hacia la ventana y pronto salto desde el marco hacia el vacío. Me demoré un poco, pero al final hice lo mismo que mi amigo antes de que los vidrios explotaran y las llamas empezaran a salir por los vanos.

Al parecer era necesario estar muerto por unos días.

*

Seguí a Kris por un rato, no tenía la menor idea de a dónde nos dirigíamos y pensé por unos momentos que nos refugiaríamos con alguno de sus aliados o que acabaríamos sacando dinero del banco. Sin embargo, caminábamos por Hongdae, una zona completamente distinta a la que pensaba.

Se detuvo fuera de un establecimiento pestilente y de colores pastel.

- ¿Que carajos hacemos en una florería? - pregunté realmente confundido. - ¿Alguien murió?