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Nunca habia entendido a lo que se referian los demas con no formar relaciones con los mortales.
Nunca habia pasado tanto tiempo con alguien, ni siquiera con Kris durante todos estos años.
Y estas ultimas semanas mi cuerpo habia creado hacia Eun Jo una necesidad, dependencia, una adicción e incluso empezaba a creer que parecia una enfermedad.
Donde la cura era la misma.
Dentro de la esta eterna vida nunca me habia costado alejarme de alguien.
No hasta este dia.
Habian sido dias muy buenos hasta que inevitablemente ese dia llego y Won Sik habia decidido hacer su movimiento.
En estos momentos me odiaba a mi mismo por no haberlo visto venir pero mas por arriesgar conmigo la vida de Eun Jo. Nunca la hubiera dejado con nadie sin embargo sabia que corria mas peligro conmigo que con cualquier otra persona mas.
Kris se la llevó y yo corri contrario hacia ellos, corri lo mas rapido que pude y esperando que asi pudiera alejar el peligro de ellos. Despues de media hora pare en unas calles desiertas, esperando...
La daga emanaba cierto calor deseosa por ser usada y no hacia falta predecir para saber lo que tenía que hacer.
No fueron mas de diez minutos cuando divisé cuatro figuras frente a mi, como si en un momento no estuvieran y en un parpadeo por acto de magia aparecieran.
Vi sus rostros recordando que alguna vez los habia visto en el despacho de Won Sik, era una lastima que fueramos tratados como titires y nos tuviéramos que eliminar los unos a los otros, aunque no me dejaban otra opcion.
Mis puños se cerraron mientras sentia como la adrenalina iba circulando por mi cuerpo. Fue cuando me di cuenta que hacia varias semanas que no sentia esas ansias de matar ni la necesidad de desquitarme.
Eun Jo había llenado ese vacio.
- ¿Wu te aviso? - uno de ellos hizo una mueca extraña en lo que jugaba inutilmente con una daga pero no respondí.
- Es una lastima que aun asi vayas a morir. - le secundo otro.
Los cuatro empezaron a moverse en distintas direcciones tratando de crear una distracción e intui exactamente lo que estaban a punto de hacer. Se formaron alrededor de mi haciendo un circulo y casi como si hubiera un silbato para dar inicio, empezador a atacar.
Fueron muy rapidos al principio, lanzaban ataques turnandose aunque yo los esquivaba facilmente, claramente estos no eran los mejores hombres de Won Sik.
Por mi parte lograba defenderme y lanzar algun golpe para ganar tiempo, pero todo se complico cuando los cuatro atacaron al mismo tiempo y sin que pudiera verlo venir una daga acabo en mi pierna. No tenia tiempo para deternerme y arrodillarme del dolor porque venian otras tres dagas mas hacia mi cuerpo y una directamente a mi corazon.
