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Al terminar mi charla con Niall, en donde aclaramos ciertos puntos importantes para promocionar su biblioteca, me di un paseo por ésta misma. Amaba los libros, mi saga favorita era la de el Ciclo de Pendragon, ya me había leído los primeros 3 libros de 5 que habían, tomé el 4to libro que se encontraba en la sección de fantasias, Pendragon. Caminé hasta donde estaba ese tierno muchachito sentado, se encontraba hablando con alguien que parecía solo ver él. Cualquier persona lo miraría de manera extraña, creyendo que estaba completamente loco... pero yo solo sonreí, me acerqué y dejé el libro en el escritorio, el ruido mínimo que hizo éste lo asustó, era muy tierno. 

''Voy a alquilar éste libro, aquí está mi identificación'' dije sacando el pequeño papel laminado y entregándoselo, él con sus manos pálidas lo tomó, mirándome aún con miedo. Tomó el bolígrafo y escribió mis datos en lo que parecía un formulario, tenía una letra muy bonita, me fijé que había escrito mal me apellido y él mismo se dio cuenta, golpeándose con el bolígrafo. ''No pequeño, no hagas eso'' extendí mi mano apartando la suya para que no se siguiera lastimando, podía ver sus ojos llorosos a través de los pocos rizos que tapaban una parte de su cara. Lo sentía temblar, él solo frotó sus manos en un gesto que ya conocía a la perfección, volví a sonreír.

''¿T-Tiene alguna cre-credencial... de la bi-biblioteca?'' su voz era un poco más grave que la mía, pero aún así no le quitaba la ternura, yo negué sin dejar de sonreír y capté el leve sonrojo en sus mejillas las cuales se veían tan suaves, bajé mi mirada a sus labios, tan colorados como la sabrosa sandia. ''Déjame, estoy trabajando'' lo oí decir, mientras miraba a una esquina, seguramente una de sus alucinaciones lo estaba molestando. Sabía lo fuerte que éstas podían ser, él me miró esperando a que le diera una mirada en desaprobación, yo solo sonreí lo más que pude. 

''¿Cómo te llamas, dulce?'' le dije delicadamente para no asustarlo, seguía temblando y mirándome con miedo, frotó sus manos para luego pasarlas por su cabello. 

''Ha-Harry'' me dijo con un tono de voz más tranquilo, suave, justo como él. Finalmente había encontrado otro pequeño ángel, al igual que William, ángeles que necesitaban ser salvados. 

''Harry, un gusto... soy Louis. Eres un niño muy lindo, no lo olvides'' sus mejillas pasaron de estar rosadas a completamente rojas, sonreí y tomé el libro para irme, lo escuché aplaudir y giré a verlo, una última mirada. Estaba moviéndose inquietamente y aplaudiendo, suspiré dándome cuenta que no había parado de sonreír. 

Horas más tarde, me hallaba en mi oficina la cual compartía con mi compañero, apuntando en mi lista de clientes, al último, los Horan, anotando ciertas características que debatí con Niall, el rubio de aquella biblioteca. No me podía sacar de la mente a ese niño, se veía tan asustado y su comportamiento era tan parecido al de William, pero claramente mucho más fuerte. Claro, ya era más que un adolescente, unos 19 años le aparentaba al pequeño. Joseph me sacó de mis pensamientos apenas entró, con dos vasos de chocolate caliente, dejó uno en mi escritorio y se llevó el suyo a su boca, tomando de éste para luego quejarse de lo caliente que estaba.

''Y bien ¿cómo te fue hoy?'' me habló mientras se sentaba en su escritorio, organizando su desastre de papeles y folios. Yo reí ante eso.

''De maravilla, compró el plan, será la biblioteca más visitada en años''  hice notar mi extraña alegría, últimamente no estaba tan contento, tenía problemas, más que todo con mi prometida.

''¡Ja! no tanto como mi club, Tomlinson'' rió presumiendome lo bien que le había ido con su cliente, Dun, creo que era su apellido. 

''Tyler... ¿nunca has sentido esa sensación de querer llevarte a alguien a casa y protegerlo con todas tus fuerzas? que jamás abandone tus brazos...'' dije suspirando, hablando claramente de Harry.

''Con Jenna, tal vez'' hizo una pausa tomando de su vaso ''¿ya te enamoraste otra vez, tan rápido Lou? '' volvió a reír y yo solo negué, riendo también. Volví a mi trabajo no sin antes checar mi celular, a ver si no tenía una noticia de William. Solo eran mensajes de Eleanor diciendo que me extrañaba, no le respondí y seguí con mi horario laboral. 

  ❝Todos tenemos fantasías románticas acerca de lo que verdaderamente es morir, caer fuera de la red❞  



Que coqueto el Louis ¿eh?

Son más las veces que Harry frota sus manos que las ganas de vivir que tengo ¡wooo!. Les recuerdo que el comportamiento de Harry es mucho más fuerte, sus alucinaciones están con él prácticamente siempre, éste no puede evitarlo ya que nunca se ha medicado y además, tiene más años con el trastorno que el pequeño William, solo eso :).

J'adore cette histoire!

lovely [larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora