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Ellos me seguían mientras yo caminaba junto a Louis hacia mi panadería favorita, ellos me gritaban y me jalaban la ropa. ''¡Estas loco, no te puedes ir con él!'' allí estaba Donatien, tratando de evitar que tuviera una salida normal con una persona normal, tratando de que no me volviera un chico normal. ''Solo quiere hacerte daño, no lo sigas'' me decía para nada calmado Cyrille, era al que menos le prestaba atención. Anaé ni Eugénie estaban, eso me calmaba, no quería armar un show en frente del muchacho que solo me sonreía mientras caminaba. ''¡Deja de creer que puedes ser normal! ¡estas solo, nadie te necesita!'' las palabras de Bécassine se escuchaban en mi mente, estaba gritándome, la pequeña estaba histérica. Yo solo volteé a verlo, frotando por séptima vez mis manos. Su piel se veía suave, con bello facial en ella, su nariz era pequeña y sus ojos eran de un azul penetrante, me permití sonreír por unos segundos, notando que ya habíamos llegado a nuestro destino. 

De pronto sentí una punzada en mi pecho, sabía que eran ellos, estaban haciendo hasta lo imposible para alejarme de él, quien me abrió la puerta del lugar. Los ignoré, ignoré a mis alucinaciones y sé que me costaría caro luego, pero por una vez en mi vida quería hacer algo como una persona normal, quería ser un impuro como él. 

El olor a pan y postres entró por mis fosas nasales, suspirando. Louis me llevó hasta una mesa un poco alejada y me senté al frente de él, me miraba diferente, con curiosidad. He vivido toda mi vida con los ojos de los demás puestos en mi, en mis acciones que ellos consideraban extrañas, que este chico me viera de esa forma hacía que me gustara, me gustaba esa sensación de ser querido, aunque no fuera así... se sentía bien. 

''¿Qué quieres comer, dulzura?'' habló con suavidad en su tono de voz, algo que jamás había hecho alguien más que Niall, me gustó. Sentí mis mejillas calientes y me digné a mirarlo a los ojos, me miraban con ternura, haciendo que me sonrojara aún más. Froté mis manos y moví mi cabeza. 

''No... no quisiera que gastaras en mi'' le dije, él solo rió y negó, soltando un ya vuelvo, para luego levantarse y caminar hasta la caja. Nadie más que Niall me había invitado a comer, los demás solo me miraban como un loco, froté de nuevo mis manos y empecé a darle leves golpes a la mesa con mis dedos. Al rato él llegó, con esa misma linda sonrisa y con dos postres en sus manos. Me tendió uno, era como un pedazo de pastel de arequipe, muy sabroso... mientras él tenía uno de melocotón. 

''Harry, quiero saber de ti'' sus palabras llegaron a mis oídos como una hermosa melodía, su tono de voz tan dulce hacia mi me hacía derretirme. Moví mi cabeza de lado a lado y tomé una cucharada de pastel, embarrandome un poco de crema más allá del labio. Él volvió a sonreír, sus ojos estaban achinados y tenía ciertas arrugas, era un hombre hermoso. ''Vamos, no seas tímido''. 

Temblé y dejé la cuchara a un lado, limpiando el exceso de crema que tenía en los labios con mi lengua. ''No soy interesante'' le dije, y era verdad... ¿quién quiere oír sobre un loco que aún conserva a sus no-amigos imaginarios?. Froté mis manos y reí fuerte, él rió también aunque no supiera de qué me reía yo. Una señora un poco mayor volteó a verme con mirada extraña, otra vez me veían de esa forma, no soy un monstruo, no me miren así. 

''A mi sí me pareces interesante'' otra vez mis mejillas se ponían rojas de vergüenza, bajé mi cabeza y sentí unos cuantos rizos en mi cara, tapándome un ojo.

''Soy... y-yo soy...'' se me hacía difícil decirlo, vamos, no ha un extraño que conociste hace pocos días le dices que eres un maldito loco y que ves personas que no existen.

''Esquizofrenico, lo sé dulce'' esqui... ¿qué? ¿qué me había dicho?

''¿Cómo?'' dije un poco extrañado, con el ceño fruncido, no entendía. Jalé mis rizos nervioso, sintiendo como ellos venían de nuevo... pero alejándose otra vez cuando sentí su mano tomar la mía, su tacto era suave y delicado, como tratando de que no me rompiera. 

''¿No sabes lo que es?'' me preguntó, yo volví a sonrojarme y negué. ''Oh cariño, ¿nunca has ido a un psicólogo?'', yo volví a negar, sintiendo mis ojos llorosos. Lo miré, él me sonreía. 

Lo vi acomodarse en la silla y tomó mi otra mano, acariciándolas con sus pulgares. Se sentía muy bien, lo hacía suave y lento, una sonrisa se escapó por mis labios, dejando ver un hoyuelo. Lo noté suspirar, estaba apunto de explicarme, lo sabía. Yo lo oí atento. Sentía libertad, al fin estaba solo... en un sentido que me gustaba mucho.

❝Oh, Mr. Believer, mi lindo durmiente, tu mente retorcida es como la nieve en la carretera. Tus hombros temblando prueban que hace más frío adentro de tu cabeza que el invierno de la muerte❞


Aclarando, Harry no puede controlar a sus alucinaciones... sin embargo al estar junto a Louis, se siente libre de ellas. Es como si Louis creara una barrera.

On se voit plus tard!

lovely [larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora