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Apenas llegué a casa luego de la salida con Louis, me desboroné, como una galleta sumergida en leche. Esa punzada en mi pecho y el dolor de cabeza llegaron de a golpe, y allí estaban ellos de nuevos, hirviendo en furia, listos para atacarme, los sentía tan cerca... pegados a mi piel, arrancándome la poca libertad que tenía. Subí mi vista a las paredes de mi sala, habían sombras, ellos venían por mi, ya estaban aquí. 

''¡No, no se acerquen!'' grité corriendo hasta mi habitación, mis lágrimas saliendo con rebeldía de mis ojos bajando por mis mejillas. Me encerré en mi cuarto, pero me atraparon, me habían alcanzado. Estaba temblando, tenía miedo, miedo de lo que ellos me podían hacer. Jalé mis rizos fuertemente, y corrí hasta la esquina más oscura, Anaé estaba en la esquina opuesta, Bécassine venía hacia mi mientras Donatien se escondía detrás de ella, viéndome con furia. 

''Te lo advertimos, te advertimos que no fueras'' la pequeña se acercaba a mi, haciendo notar su vestido rasgado seguramente por ella misma. ''¿Acaso no entiendes Harry? ¡nadie te necesita en este mundo, nadie!'' me gritó y rápidamente tapé mis oídos, llorando a moco tendido. ''Estas jodido, estas solo y así morirás'' su voz dolía, cada vez que hablaba el pecho me dolía, sentía mi cabeza explotar y como esas ''sombras'' jalaban de mis pies, queriendo que me hundiera junto a ellas. Escuché la risa fuerte y aguda de Anaé, asustándome mucho más. 

''Por favor, paren... me duele'' dije con mi voz entrecortada, sin siquiera poder levantarme. La vi a ella llegar, acercarse a mi, sabía lo que haría. ''¡No, por favor no lo hagas, no!'' grité, parecía no entender lo que decía o tal vez no le importaba, las risas de las sombras junto a las de los niños y Anaé retumbaron en mis oídos, quemando mis tímpanos. 

''Estas loco, mírate, no sirves'' sentí tus manos tocar mis piernas, subir por mis muslos, quería que la mirara a los ojos, no lo haría, no dejaría que me llevara. ''Eres raro, eres un monstruo ¿crees que alguien como Louis querría estar contigo, lo hizo por lastima'' chillé más fuerte al escuchar sus palabras. Eugénie era fuerte. Clavó sus uñas en mis muslos y grité de dolor. ''¿Por qué crees que tu madre te dejó? porque no le servías'' y la miré, abrí mis ojos completamente asustado y la vi, alimentándose de mi dolor. Sonrió y arrastró sus uñas por mi piel, rasgando mi pantalón. Grité, grité por ayuda, nadie podía oírme, nadie podía salvarme. 

Estaba agonizando, ellos me tenían, ya era suyo. Escuché unos toques en la puerta y Eugénie se alejó de mi rápidamente. ''Ve y dile que se vaya'' me dijo, yo obedecí y me levanté como pude, sintiendo mis piernas temblar y doler, quería llorar, tenía mucho miedo.

''Te quieren hacer daño, mátalos'' escuché la voz de Cyrille y luego de eso más nada, no tenía el control de mi cuerpo, no era yo quien estaba caminando hacia la cocina y no tomé el cuchillo que estaba en la mesa, no era yo, yo no estaba haciendo esto. 

Quería parar, no podía, qué habían hecho con mi cuerpo. No era yo quien abría la puerta, en donde se encontraba una señora mayor de edad, no era yo quien la apuñalaba violentamente. No era yo quien se estaba desasiendo de ella minutos más tarde. No, yo no soy un monstruo, déjenme vivir. 

❝¿No irás al sueño de alguien más? ¿no irás a la cabeza de alguien más? ¿acaso no me haz quitado lo suficiente? ¿no puedes torturar el sueño de alguien más? ❞


Otro brote psicótico :( me da mucha cosita escribir esto porque me acuerdo de cuando pude ver a alguien teniendo uno, y es tanto el dolor que sufre esa persona. 

Je t'aime!

lovely [larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora