Mi rodilla ardía cada vez que la movía, no había podido curarla, no tenía medicamentos. Suspiré viendo a la gente pasar de aquí para allá con libros en sus manos, para leer, para comprar, para alquilar. Mi trabajo era definitivamente el más aburrido. Soplé un mechón de pelo que estaba en mi cara y froté mis manos. Los niños jugaban a las escondidas tranquilos, eran los únicos que se encontraban ahí hoy. Después de la travesura de ayer, estaban quietos. Eugénie se había disculpado conmigo ésta mañana, simplemente la ignoré. No soportaba más su hipocresía, se parecía a mi madre. Mientras estoy recostado en el escritorio con casi todo mi pelo en mi cara, oigo la campana y volteo con flojera hacia la puerta, veo a Louis entrar con dos vasos de café de seguramente la cafetería cara de la esquina, cargaba una chaqueta negra con una cosa la cual no sabía que era pero se veía bastante suave en el cuello. Una camisa de una marca cara, jeans ajustados y zapatos Adidas, todo un hombre rico, realmente hermoso. Suspiré mientras lo veía sin darme cuenta que él venía hacia mi con una sonrisa. Me puse nervioso y rápidamente me senté mejor en mi silla, mirándolo atentamente.
''¿Te estabas durmiendo, dulzura?'' me dijo con un tono de voz dulce y agudo pero no molesto, al escuchar el apodo mis mejillas se pusieron completamente rojas.
''Hola, Louis... Niall, está en su oficina por si lo buscas'' lo vi reír y negar, ¿había dicho algo mal?
''Cariño, vengo por ti'' me volvió a sonreír y me tendió un vaso de seguramente café. Me sentía vivo, feliz, queriendo llorar de la felicidad, probablemente ilusionandome pero, el sentimiento era tan bueno. ''Te traje un chocolate caliente, está rico, pruébalo'' dijo mientras bebía de su vaso, lo tomé y sentí esa tibia sensación en mis dedos, lo llevé a mis labios y tomé un poco. No estaba muy caliente, era la temperatura perfecta, el sabor era exquisito, cerré los ojos y sonreí al tragar. ''¿Dulce, no? como tú'' yo reí agachando mi cabeza tratando de ocultar mi sonrojo y vergüenza, lo escuché suspirar.
''Muchas gracias, no sé cómo devolverte...'' no terminé de hablar ya que me había cortado las palabras.
''No tienes que devolverme nada, te lo mereces. Quisiera invitarte a almorzar ¿aceptas?'' yo asentí y le sonreí, cuando se fue a alguno de los pasillos yo aplaudí, riendo fuertemente. Vi a varias personas mirarme pero no me importo. Sentía ese calor en mi pecho, que me hacía suspirar de felicidad. No los sentía cerca, ellos no pueden acercarse, no con Louis a mi lado.
Al acabar mi hora de trabajo, con mi panza rugiendo por comida, guardé todas mis cosas y vi a Louis dejar un libro en su estante para caminar hasta donde estaba yo. ''¿Listo? le pedí a mi amigo que me prestara su auto, el restaurante queda un poco lejos'' me tendió su mano, buscando que yo la agarrará. Con timidez lo hice, su tacto era tan suave sobre el mío, no pude evitar sonreír.
Vi el auto estacionado al frente de la biblioteca, era lujoso. Él me abrió la puerta del copiloto y yo reí, no era una princesa, no tenía por qué hacer eso... pero me encantaba que lo hiciera. Ya en el auto, él conducía con una pequeña sonrisa en su rostro, pude ver sus ojos azules brillar y no me había sentido tan feliz en mi vida como ahora. 20 minutos luego, se estacionó en un restaurante de dos pisos, bastante elegante y caro. Miré mi ropa y no era la adecuada para venir a estos sitios, simplemente se burlarían de mi. No me di cuenta cuando Louis ya estaba abriendo mi puerta para que yo saliera, lo hice viendo el pequeño edificio con luces navideñas que se encontraban apagadas a esta hora del día y plantas, flores por todos lados, cubiertas de nieve.
''Ven, es una sorpresa'' me dijo para luego agarrar mi mano y caminar hasta la entrada. Estaba muy apenado, Louis estaba gastando tanto dinero en un enfermo mental y pobre. La gente no nos miraba, para nada, estaban concentradas en sus asunto. A Louis le entregaron una especie de carta y lo seguí hasta el piso de arriba, caminaba hasta una mesa que se encontraba en un balcón, al parecer una mesa especial, un poco oscuro y con unas velas aromáticas muy lindas.
''Es... e-es una ¿cita?'' dije extrañado y nervioso, muy nervioso. Él me miró sonriéndome, sus ojos achinados y sus arrugas me hacían suspirar una vez más. Asintió y nos sentamos. Oía al mesero hablar y llenar nuestras copas de agua.
''¿Qué vas a querer tú, dulce?'' me preguntó y subí mi mirada, ni siquiera sabía lo que había en el menú, estaba avergonzado y con un mesero viéndome esperando por mi respuesta.
''Lo mismo que tú'' le dije, él asintió y el mesero se fue.
''Harry, ayer fui a la biblioteca y no te encontré ¿por qué?'' ¿En serio se había tomado la molestia de volver otra vez al mismo lugar a pesar de que un día anterior no había asistido? ¿en serio me estaba demostrando que... que me quería? sin darme cuenta mis lagrimas salieron sin permiso por mis mejillas, él se alteró y se paró, acercándose a mi. Enseguida me tiré hacia él, abrazándolo con fuerza y sollozando en su pecho, llenando su cara camisa de miserables lagrimas. Sus brazos rodeaban mi cintura y me apretaban contra él, me sentía seguro.
''Ellos n-no me quieren de-dejar en p-paz'' le dije tratando de no sollozar tanto, fallando en el intento.
''Ya mi amor, no llores'' me hablaba con suavidad, acariciando mis rizos con sus suaves manos. Se apartó un poco y me regaló un beso en mi frente. Mis mejillas mojadas estaban rojas y mi corazón saltaba de felicidad.
''Quisiera... quisiera ir al doctor, quisiera ser normal, como tú, como todos''
''Príncipe, escúchame'' tomó mi rostro haciendo que lo mirara, sus ojos penetraban mi alma y brillaban tan precioso. ''Ser normal es muy aburrido, créeme. Tú eres perfecto tal y como eres, lo que quieres es controlar tu enfermedad ¿no?'' asentí rápidamente, sin dejar de mirarlo. ''Yo... yo puedo llevarte al psicólogo, yo puedo pagar todo, puedo cuidar de ti. Ángel, te estoy diciendo esto de verdad y quiero que me creas, no dejes que ellos te metan cosas que no son a la cabeza, sabes que se equivocan. Desde el primer día que te vi me encantaste, tus rizos tan lindos, tu piel blanca y suave y me llamaste tanto la atención, no solo por lo físico, sabía que eras una hermosa persona por dentro. Te prometo que no te dejaré caer, no volverás a estar solo. Tal vez sea muy pronto Harry, pero un buen amigo mío me dijo que la diferencia entre la vida y la muerte es intentar, y sé que los dos queremos estar vivos... así que trata de amarme, y yo trataré de salvarte'' dijo para volverme a abrazar con fuerza.
Mis lágrimas caían y no paraban, estaba temblando, sollozando tan fuerte, como un niño pequeño. Jamás, nadie, nunca me había tratado de esta manera, no sabía qué decir. Lloraba, esta vez lloraba y chillaba pero de felicidad. Brincando entre sus brazos, de ahí no me iría, más nunca. Había encontrado mi hogar y ahí pertenecía.
❝Él es el desgarro en mi corazón, estoy vivo. Él es el desgarro en mi corazón, estoy en fuego. Él es el desgarro en mi corazón, llévame más alto de lo que nunca he estado❞
¡Se confesó! ¿lindo, no? Harry es todo un bizcochito.
He estado un poco perdida por los exámenes, tareas y la escuela, me tienen completamente aturdida. Entre el anime y los deberes casi ni tiempo tengo de entrar a Wattpad, pero acá estoy.
Falta poco para el final.
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lovely [larry]
Short Story"Harry no sabe lo encantador que es, Louis se lo recordará." #987 en Historia Corta, 01/10. #903, 02/11. #748, 06/11. #507, 30/11. #420, 03/12. #370, 4/12. #179, 5/12. © Todos los derechos reservados.