onze

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Sentí mi espalda doler, mi cabeza igual. Me venían recuerdos de la noche anterior, Eugénie gritándome, Cyrille tomando mi cuerpo, la señora, ¡había matado a alguien!, no, yo no fui, fueron ellos, yo nunca sería capaz, soy un cobarde. Abrí mis ojos dándome cuenta que estaba tirado en el piso de mi pobre sala, muy cerca mío estaba el cuchillo completamente limpio, sin una mancha de sangre. Me paré con dificultad y caminé hasta la puerta, no había nada, estaba todo limpio. Froté mis manos y jalé mi cabello, mi corazón latía fuertemente y no era bueno. Salí de mi departamento viendo a la señora de la noche anterior, a la que supuestamente ellos habían matado, me miraba con preocupación. 

''Niño ¿pasó algo malo ayer? te oí gritar por ayuda y vine rápido, pero no me abriste la puerta'' la miré con el ceño fruncido, pero si yo vi que ellos abrían la puerta ¡ellos la habían matado, yo lo vi! 

''N-No, no pasó nada, muchas gracias por preocuparse'' le dije para luego cerrar la puerta amablemente, todo había sido producto de mi retorcida mente. Acomodé el desorden que había dejado ayer, y vi a Eugénie para en la cocina, comiendo una de mis fresas mientras me miraba preocupada. 

''¿Estas bien, te sientes bien?'' era ridículo que siempre que hacía de las suyas me preguntara si estaba bien, claro que no estaba bien, ella misma me había torturado, era una cínica. 

''Sí, todo bien'' no tenía muchas fuerzas para hablar, quería comer algo dulce, necesitaba dulce. Tomé una chaqueta un poco gastada y me la puse junto a una bufanda y un beanie, vi mis pantalones y estaban intactos, como si Eugénie no hubiese pasado sus largas y filosas uñas por ellos arrancando también mi carne. Reí fuertemente, a carcajadas, estaba muy loco. 

Con la misma ropa de ayer y un poco de dinero salí de mi departamento, sin ver rastros de ellos, era típico que se ocultaran después de que hacían desastre conmigo, espero que se ahoguen de la vergüenza, ver como ellos mismos matan a su propio creador. Caminé por las calles frías de Manchester, viendo a todos caminar con rapidez, ocupados en sus celulares y cafés calientes. 

Pasaba por tiendas viendo la ropa en exhibición, me paré en frente de una en específico, viendo al maniquí vestir un conjunto hawaiano de estampado, mis ojos brillando y aplaudí, un impulso. Era muy lindo, no muy adecuado para el clima pero era hermoso, desde aquí podía ver la suavidad de la tela, y también la etiqueta, podía ver que decía ''Gucci'' y suspiré, era una marca muy cara.

Seguí caminando, viendo las luces de los semáforos y escuchando las cornetas de los autos, froté mis manos y moví mi cabeza, reí un poco y pasé por un restaurante el cual tenía mesas afuera, era uno de comida italiana y olía divino, pero mi dinero solo alcanzaba para un dulce de mora, de esos que me gustaban mucho. Subí mi mirada y lo vi, allí estaba él luciendo un buzo más o menos grande para él y un beanie azul opaco, sus ojos se veían más bellos que nunca, todo lo que usaba era Adidas, también una marca cara. Quería ir hasta él, saludarlo al menos, pero no podía, mi timidez no me lo permitía. Pero luego la vi a ella, una castaña alta y delgada, sus lentes de sol se veían caros al igual que toda su ropa. Movía su pelo y sonreía mientras acariciaba la mano de Louis, y bebía de su café, hablaban animadamente y tenía un anillo de compromiso. No... no. 

Retrocedí lentamente y pude ver a los niños devuelta, estaban ahí riéndose de mi, de lo patético que era al pensar que alguien así podía fijarse en mi. ''Harry, en serio das pena'' me dijo Bécassine mientras saltaba y reía a carcajadas, dando palmadas en sus rodillas blancas, su cabello rubio se movía por el viento.

Salí corriendo, con lágrimas en los ojos. No sé por qué me dolía tanto, no sé por qué me encariñaba con las personas tan rápido. No sé por qué tan solo no moría de una vez. 

❝No quiero ser el que sostenga la sangre del sol en sus manos. Le diré a la luna que aproveche ésta arma forjada en la oscuridad. Algunos lo ven como un plumón, yo veo un arpón


Hola ¿qué les parece? 

Harry se pone celoso al ver a Eleanor junto a Louis, al ver su anillo de compromiso. A Harry le empezó a gustar Louis al parecer, desde la primera vez que lo vio y de una forma amorosa. 

À plus tard!


lovely [larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora