Capítulo 17 "El despertar del cuadro"

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Halle solo lo contemplo con lagrimas en los ojos, no quería admitirlo pero su destino estaba marcado.

- ¿Aún recuerdas tu promesa? - Preguntó con nostalgia.

- Todos y cada uno de mis días... - Respondió él

- ¿Lo harás? - Harry se llevo las manos a la cabeza con frustración.

- No lo sé...

La wicca sintió como todo de pronto dejó de ser mágico y maravilloso, se levanto de la cama, poco importándole su desnudez, de quien se maravillo el alquimista, tal vez sus días juntos, pronto llegarán a su fin.

- Nunca pensé en el amor - Se detuvo frente a la única ventana que había en su morada - Mis planes siempre fueron otros - Se volvió hacia Harry - Pero lo que más me ha sorprendido es haberme enamorado en tan poco tiempo y tan profundamente de ti.

- Para el amor no hay tiempo - Simplemente se incorporó y fue hasta su lado y envolvió en sus brazos la desnudez de su amada.

- Me siento en una de esas malas novelas que leía la tía Dagna... - Un nudo se formó en su garganta.

- Supongo que solo así podemos saber el valor del tiempo, cada segundo a tu lado ha sido mejor de lo que hubiera esperado en la vida.

- Es hora de volver a la realidad - Halle se volvió hacia él y deposito un ligero beso en sus labios.

- Es irónico...

- ¿Qué?

- Los humanos se quejan tanto de no tener magia, cuando ellos son realmente libres, tanto que en su imaginación pueden crear mundos mejores que estos, ellos son los que tienen magia y por sobretodo libertad, incluso de quejan de no ser correspondidos, pero al menos pueden amar sin que eso les cueste la vida.

- ¿Siempre es así? - La chica lo interrumpió

- ¿Morir por amor? - Harry asintió - Más común que ser asesinados por el ejercito de Ackerman - Halle pensó en la promesa, no podrían vivir el uno sin el otro, pero decidió guardar todo aquél miedo.

***

-Ustedes dos lucen diferentes - Fue lo primero que dijo Niall al verlos detrás de uno de los muros del castillo.

- Claro que no - Halle se sonrojo y acto seguido soltó la mano de Harry, quien solo sonrió.

- Sí - Dijo un algre Darl en los brazos de Niall

- Se han hecho amigos - Halle dijo con nostalgia

- Al parecer sí, aún no encuentro mi elfo, pero sé que cuando ese día llegue, seré el chico más feliz del todo el mundo mágico - Por un momento, solo por uno, Halle imagino que Darl probablemente sería una gran compañía para Niall.

- Ya lo creó...

- ¿Por qué nos hemos reunido aquí? - Niall se aventuro a preguntar.

- William dice que es importante que nos veamos, o eso dijo en su nota - Gotas de lluvia comenzaron a caer.

Los rayos y centellas, no se hicieron esperar, pero lo que dejó atónitos a los jóvenes mágicos, fue el hecho de que un gran remolino se comenzará a formar, sintieron como si su piel se erizara.

- No creó que esto sea bueno... - Susurró Niall, antes de lanzarse al piso.

- O tal vez sí - Halle se quedo de pie, un hormigueo corría por su cuerpo, el gran remolino se acerco a gran rapidez. De pronto, Halle se vio inmersa en el remolino de viento.

Harry se quiso mover, pero estaba prácticamente clavado en la tierra, ni siquiera al ser su elemento, podía con aquella que estaba sucediendo.

- ¿¡Que está pasando!?

Todo en la mente de Halle se nublo, mientras una imagen nítida y clara aparecía en su mente.

<<Era una noche de luna llena, perfecta para toda Wicca, pero aquella noche, se tiño de escarlata, la sangre corría por las antiguas escaleras del castillo...>>

Halle se vio de pie observando la escena, mientras veía a una mujer de largos cabellos rojos, de la mano, llevaba a una pequeña niña, mientras que su vientre, era tremendamente abultado.

La mujer observaba con rencor a la oscuridad, las nubes, se despejaron y por fin la luz de luna ilumino el cuerpo de un hombre, yacía boca arriba, la sangre aún salía de su cuerpo.

<< - ¿Que tiene papá?- La niña preguntó a la mujer>>

<< - Está pagando el precio de su traición.>>

Halle abrió los ojos ante la sorpresa, era exactamente la misma voz que escuchaba en su mente, trató de correr hacia la mujer que se encontraba de espaldas, pero le fue imposible. De nuevo, aire la rodeo.

El remolino se disipo y Halle descendió poco a poco, sus ojos estaban llenos de lagrimas.

- ¡Halle! - Harry corrió a su lado, mientras la tomaba en brazos.

- ¿Que fue eso? - Balbuceaba sin parar Halle.

- ¿Estás bien? - Harry tomó su rostro, trato de hacerla entrar en razón. Los ojos de Halle se fueron tornando negros.

El corazón del joven alquimista latió deprisa, sino hacían algo pronto, Halle se transformaría en aquél ser que vio la noche de la matanza.

- Halle... - La llamó Niall con Darl en brazos.

- ¿Mami? - Darl se situó delante de ella.

<<Matar>>

<<Destruye todo>>

Halle comenzó a retorcerse en los brazos de Harry, mientras el fuego se hacía presente.

El cielo se oscureció totalmente, mientras Halle en su interior trataba de detener el odio y la rabia que poco a poco la consumían.

- Halle... - Dijo con angustia Niall

El cuerpo de la chica, comenzó a arder, más sin embargo, Harry no la soltaba, se aferraba a ella con su propia vida.

<<No puedo hacer eso>>

Se repetía una y otra vez Halle, no podía matar, ya no más...

La bruja, se encontraba en la torre, observando lo que ocurría en el castillo de la montaña, se alejó al sentir como una extraña energía rondaba el cuarto.

- Mi ama... - Satin señalo al cuadro donde estaba presa Emil.

- Mamá... - Solo alcanzó a pronunciar esas palabras antes de que del cuadro, saliera una ráfaga de energía y destruyera el techo de la torre.

Abby, simplemente no podía creer lo que sucedía, su madre había sido por fin despertada, después de dar a luz a Halle, había sido apresada por el consejo y condenada por la orden secreta del mundo mágico.

¿Cuántas veces había pedido ayuda? La respuesta jamás había llegado, pero desde que Halle había puesto un pie en Baviera, el cuadro había comenzado a cobrar vida.

La castaña sonrió con tristeza, Halle no sabía realmente lo sucedido, por ello había enviado a la chica Pole como su mensajera. Si Halle hubiera liberado a su madre, las cosas hubiesen sido diferentes, pero la maldad de aquél hijo de la luna, había sobrepasado los planes.

JL

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