Por fin después de diez años encerrada en aquella torre, pudo sentir el aire sobre su rostro, el sol ocultó entre las nubes le proporcionaba calor.
- Mi ama...
- Somos libres... - Susurró con incredulidad – Se volvió hacia la columna de luz y sonrió – Gracias hermanita.
Dicho eso, tomo a la pequeña criatura y se alzó en una luz brillante, antes que todo debía visitar a sus discípulas.
***
- Mi sol... - Harry repetía constantemente.
Halle se encontraba sumergida en una profunda oscuridad, luchaba por salir de ella, una risa siniestra se abría paso.
- ¡No! – Gritaba desesperada. Aquella risa se hacía cada vez más aguda
- Matare a tu amado alquimista – Retumbo la voz en la oscuridad.
- Si te atreves a hacer algo...
- No tienes control sobre tu cuerpo – Olimpia volvió a reír con maldad,
Halle sintió como todo su cuerpo se convulsionaba, un gran dolor sobrevino en su pecho, estaba a punto de perder contra ella.
<<Halle>>
Esa voz no la había escuchado antes y al parecer era la única que podía hacerlo.
<<No te dejes vencer, mi niña>>
¿Mi niña? Halle sintió como algo cálido se instalaba en su pecho, era tan suave y lleno de amor, como jamás lo había sentido en su vida.
Harry alzó la mirada y se quedó helado ante la visión de aquella dama, no sintió odio, pero si una gran admiración.
Niall abrió los ojos con incredulidad, mientras Darl sonreía abiertamente y saludaba con la mano.
No era una persona como tal, sino el espíritu de aquella dama que alguna vez haya sido la amenaza del mundo mágico.
Sus ojos lucían cálidos, casi como los de Halle, su castaño cabello cubría su hermosa figura y sus rasgos eran finos, no era aquella figura que describían los libros o sus padres... Emil, no era aquella que asesinaba sin tacto alguno, de su espíritu solo brotaba la bondad.
Emil se acercó hasta Halle y puso la mano en su corazón, observo a Harry con ojos llenos de arrepentimiento y al mismo tiempo agradecimiento. El cuerpo de Halle se calmó y toda esa aura maligna la abandono.
<<Cuida de ella>>
<<Hasta más allá de la muerte>> - Respondió Harry sellando una promesa más.
La gran Wicca observo a Niall y un reconocimiento vacilo atravesó su rostro, se acercó y pasó la mano por su rostro, a lo cual, el rubio sintió calidez y observo a Darl.
Emil sonrió con tristeza, dio una última mirada a su hija y simplemente se elevó como esa columna de luz, para desaparecer de nuevo.
Halle despertó justo a tiempo para ver marcharse a Emil en aquella hermosa luz.
- Mamá... - Susurró con anhelo.
Harry no dijo nada, simplemente la aferró a su cuerpo, realmente estaba angustiado.
- Contigo, todos los días sucede algo nuevo – Harry besó su frente
- Sí... - Dijo angustiado Darl, para después saltar a sus brazos.
Halle suspiro con cansancio, aún conservaba la calidez proporcionada, por una vez en toda su vida, se sentía valiente.
Escucharon pasos apresurados, todos temieron lo peor, Darl se puso en posición de ataque, hasta que las siluetas de William y Frank se hicieron visibles, suspiraron aliviados, mientras ambos Rhode se apresuraban a ayudarlos.
- ¿Qué ha sucedido? – Frank ayudo a Halle a incorporarse, mientras William hacía lo mismo con el castaño.
Halle sostuvo la mirada a Frank Rhode y sintió aquella misma calidez en su pecho, como con Emil.
- ¿Se encuentra bien Srta. Darlyn?
- Sí... - Pero Rhode no estaba muy convencido
- ¿Qué sucedió? – Preguntó William al momento en que los hacía correr dentro del castillo.
- No sé si...
- Ackerman se dirige hacia acá... - Halle se detuvo súbditamente y fijo su mirada en Harry.
- Podemos confiar en ellos – Sentencio con seguridad.
- Sol, sé que quieres confiar en ellos, pero pertenecen a la orden...
- Y tu perteneces a la sociedad secreta – Harry sintió como el miedo se apoderaba de su cuerpo. William se puso a la defensiva
- ¿De qué están hablando? – Halle se sintió confundida - ¿Harry?
- Este no es el lugar para hablar...
- ¿Entonces dónde? – Dio un paso al frente para confrontar al castaño.
- William – Frank colocó una mano sobre el hombro de su sobrino – Mañana comienzan los juegos y no he visto progreso en Halle, nos reuniremos hoy al anochecer en la cabaña del bosque – Halle seguía confundida – Trae a los demás contigo.
Harry asintió, mientras Halle vía alejarse a Frank Rhode y una notable inquietud rondaba su corazón.
