Era demasiado tarde, la nieve caía por montones sobre Baviera, nadie supo como algunos estudiantes habían abandonado los recintos del castillo Neuschwanstein, pero ahí estaban al menos unos cuarente estudiantes, todos listos para partir.
- ¿Están seguros de que nadie los ha seguido? - preguntó un estudiante de primer año.
- Completamente - respondió una de las brujas causantes de aquella revuelta - ustedes serán los primeros en irse.
La bruja dio un paso hacia la luz, la hermosa Dennise Ludwi se impuso sobre ellos, estaba tal vez mal lo que haría pero no podía más con todo, cerró con fuerza los ojos, esperaba silenciosamente que Maritza no se enterara de lo que estaba haciendo.
- Aquí tienen el mapa - le tendió un pedazo de hoja al encargado de esa misión - cuento contigo - quiso llorar al ver los ojos de Louis, su gran amor partir hacia aquel peligroso encargo.
- ¿Estarás bien? - Louis tomó con fuerza su mano
- Lo estaré - cerró con fuerza sus ojos - ¿Lo estarás tú?
- Te lo prometo - Louis tomo el rostro de su amada y deposito un profundo e intenso beso, aquél que prometía un regreso - saldremos de esto.
Dennise contuvo las lagrimas y solo asintió, el momento de partir había llegado, lanzó sus plegarias hacia los espíritus antiguos.
***
- No asistimos a ninguna de nuestras clases - Halle dijo de pronto. Corto abruptamente los besos de Harry.
- ¡Al carajo las clases! - continuo lo que estaba haciendo.
Unas estocadas más y ambos alcanzaron el éxtasis, Harry escondió su cabeza en el hueco del cuello de Halle y aspiró su aroma.
- ¿Cómo crees que sean la inauguración? - Halle lo estrecho más entre sus brazos, el frío comenzaba a calar los huesos.
-Probablemente será una abominable ceremonia - Harry volvió a besar el cuello de Halle, sacando algunos gemidos de su boca - desde la primera vez que te vi, quise hacer esto.
Halle sonrió, simplemente se dejó llevar por el mar de sensaciones que despertaba aquél chico en ella.
***
Harry Simon Styles, nació una mañana de primavera, hijo del único descendiente vivo del gran Merlín.
Cuando la madre de Harry dio a luz, sabía que su hijo no era común y menos corriente, desde el momento en que lo tuvo en sus brazos, pudo sentir como su corazón latía a un nivel inexplicable.
Sus ojos cálidos le dieron la bienvenida y le sonrió con dulzura, algo imperceptible para los seres no mágicos, el alma del pequeño, parecía haberla elegido a ella como su madre.
Desde muy pequeño, el joven Styles parecía tener una conexión inexplicable con el fuego y la tierra, a partir de la arena, creaba grandes figuras de vidrio, podía hacer que la tierra cobrara formas.
La Sra. Styles lloró en silencio, sabía el destino que le deparaba a su hijo, hablo tantas noches con él, debía esconder su verdadero ser de los demás.
Vivieron como seres no mágicos, más sin embargo, recordó el día que Emil atacó a su esposo, ella trato de interponerse con su barriga de casi nueve meses de embarazo, Emil se detuvo inmediatamente y ambos vientres resplandecieron.
Emil simplemente se alejó, sabiendo que ahora habría un gran lazo que las uniría, le mintió a Harry, incluso le mintió al consejo y la historia, se hallaba en aquél diario que Halle poseía.