Un vacío de recuerdos [YeolJong]

¿Las cosas son como son?

[NARRA MYUNGSOO]

Escuche la voz de Dae Yeol, estaba gritando se notaba mucho que le dolía hacerlo, empecé a desesperarme buscándolo por todas partes sin encontrarlo, comencé a recorrer los pasillos en su búsqueda, preguntando a las personas si le habían visto, nada daba resultado.

Escuche un grito cercano, empecé a correr del lugar proveniente del grito, era verdaderamente lejano, ¿que era el único que lo escuchaba? Abrí lentamente una puerta que me guiaba a una especie de terraza, empecé a buscar a Yeol con la vista cansada y la respiración algo agitada.

Vi su espalda alejarse, empecé a caminar lentamente a su dirección cuando note que no estaba solo, abrazaba a alguien, empecé a tener mis dudas sobre quien era esa persona, pero a la vez era algo estúpido, él no recordaba ¿Verdad?

Alce la vista al cielo viendo como el sol se ocultaba entre las nubes, captando la ironía del momento, baje la mirada al suelo girando en el mismo lugar tratando de escapar de esa realidad, empecé a caminar despacio, no quería alejarme, pero sabía que tampoco podía quedarme, al menos de algo estaba seguro, que las cosa son como deben de ser.

Pero algo dentro de mí se sentía inconforme con la actitud tan conformista que había tomado, pero mi subconsciente decía lo contrario, mi vista se empezó a nublar por las repentinas lágrimas, sabía que lo que estaba habiendo estaba mal, lo sabía y aun así no pare, quizá esta vez sea esa cosa a la que llaman karma.

Él no podrá amarte, porque aunque le borres la memoria mil veces, su corazón ya está ocupado

Recordaba aquella frase con cierto dolor, jamás pensé que las cosas serían de esta manera pero aunque ya lo había escuchado, no quería creerlo, simplemente quería cegarme a mí mismo, quiero cegarme aun si lo había visto.

Pero era tan difícil el olvidarle, sobre todo cuando lo tenía tan cerca, cuando le veía dormir, cuando veía su sonrisa, pero sabía que todo eso era una farsa que terminaría algún día, era verdad las cosas simplemente saldrían como yo quería por el momento, ¿Pero qué pasaría cuando ya no pudiera controlar sus memoria?

Esa era la pregunta que siempre me atormentaba, sabía que ocurriría pero simplemente quería no verlo, al final solo me lastime más a mí mismo que aceptar la realidad.

Estuve esperando en casa hasta tarde, estaba esperando a la persona que tal vez no regrese, ¿Por qué seguía aquí?

Estaba en busca de una respuesta que ya tenía clara pero no quería aceptar, miraba el techo con las luces apagadas, es curioso como tu mente crea imágenes que solo tú puedes ver, las sombras que se movían en el techo, melodías inexistentes, memorias perdidas, voces inaudibles, esas son las cosas que tu creas, que tu imaginas al encerrarte en tu propio mundo.

Las luces se prendieron dejando ver a un chico alto de cabello castaño, ojos grandes, labios algo gruesos, piel blanquecina.

SY-¿Desde hace cuánto estas aquí?-su voz era agradable al oído, no quería dejar de escucharle pero era hora de buscar respuestas, si tan solo hubiera sido en otro momento si tal vez le hubiera hablado un poco antes...

M-¿Hasta dónde piensas llevar esto?-estaba sentado con las piernas encogidas y la vista en el piso.

SY-¿Estás enojado porque no te avise que llegaría tarde?-su voz sonaba tan dulce como siempre, pero a la vez era tan amarga.

M-No tienes que mentir-seguía viendo el piso, veía como su sombra se movía con un ligero temblor.

SY-¿Mentir? ¿De qué?-porque no decía la verdad estaba empezando a cansarme de su actitud.

M-¿Hace cuánto que recordaste?-soltó las bolsas que llevaba, que no había notado hasta que chocaron contra el piso.

SY-Yo...-su voz sonó insegura y al parecer se le dificultaba el articular palabra.

M- ¿Por qué no me lo dijiste?-empezó a caminar con nerviosismo como si tratara de ocultar algo.

SY-No lo sé-dijo después de mucho tiempo, sentí los ojos arder, pero no podía retenerlo más de lo que ya lo había hecho, ya no.

M-¿Has recordado todo?-mi voz empezó a sonar quebrada.

SY-No- se había parado enfrente de mí, escuche a mi corazón romperse, me levante lentamente hasta verle directamente a los ojos.

M-Hay que terminar con esto-empecé a quitarme el anillo de mi dedo-Hay que terminar con esta farsa-no quería sufrir más y sabía que él se arrepentiría de esta decisión en alguna parte de su vida, termine entregándole el anillo.

SY-No digas eso-en su cara se formó una sonrisa mientras que lucía preocupado, sentí un nudo formase en mi garganta.-No lo digas, por favor...-sus ojos empezaron a humedecerse mi entras que buscaban una escapatoria.

No respondí, más bien no quise responder.

M-¿Estarás aquí cuando regrese?-Agacho la cabeza con los ojos húmedos de las lágrimas que había dejado caer hace poco tiempo.

M-Quiero creer que sí, aunque sé que no es verdad-sin más pase a su lado dándole frente a la puerta

Salí de aquella casa, sabiendo que estaría dejando todo de lado, dejando todo por lo que había luchado, ¿Estaría bien hacerlo?

Escuche un grito llamarme pero no di la vuelta, se arrepentiría de esto, estaba seguro de eso, como estaba seguro de que todo esto había sido un error un capricho mío y ahora le causaba dolor a aquella persona que según yo era preciada para mí.

Sentí unos brazos alrededor de mis hombros haciendo que parara de golpe.-No te vayas-su voz se escuchó quebradiza-Estaré ahí, no tienes nada de qué preocuparte, porque yo estaré ahí.-se escuchaba firme en su decisión

Gire sobre mis talones agarrándole por los hombros mirándolo fijamente, su mirada me penetraba con intensidad mientras que me hacía recapacitar- Pero yo no-trate de sonar compresivo cosa que no sería útil en esta situación.

Sus ojos se abrieron como platos dejando ver sus lágrimas, solté sus hombros con delicadeza y empecé a caminar de nuevo, intentando no retractarme, intentando no dejar salir las lágrimas, pensando en que todo estaría bien, en que si él era feliz yo también lo seria, intentando forzar la realidad.

Sentí una fuerte presión en mi muñeca haciéndome girar, sus ojos se clavaron en los míos, viéndome con cierta seguridad que nunca antes había visto en él-No me importa, así solo sea un juego, yo te esperare- soltó mi mano con cierto temor, inseguro, como si nunca quisiera separarse de mí.

Vi su espalda alejarse, meditando lo que había dicho, sabía que era mentira, sabía que mentía en todo, nunca iba a ser feliz viéndolo con otra persona, solo era una excusa mía, empecé a correr, yendo en su búsqueda y deteniéndome con brusquedad, al ver a una persona a lo lejos, quería abrazarle pero no era lo correcto, mis ojos empezaron a cerrarse lentamente.

Deje que mi corazón tomara esta decisión, pero siempre toma la equivocada, y solo logra hacerme sufrir más.

Corrí hasta quedar a unos pasos de él, me estaba dando la espalda vi como sus brazos protegían a otra persona de mi mirada, sin embargo no todo era así, lo sabía.

M-¿Estás seguro que me esperaras?-no se movió lo que me dio a entender que no estaba seguro de sus acciones, empecé a caminar a la casa de nuevo sintiéndome prepotente por no poder hacerle daño, seguí hasta que llegue a la casa y me dirigí a mi cuarto, recordando cuando me había enamorado de él, pero eso fue ya tarde...

Porque él ya tenía ocupado su corazón.

NOTA:

Antes que nada quería disculparme por mi ausencia, y quería dar otra noticia que este fanfic esta llegando al final, esta empezando el conteo regresivo.

Gracias por leer. ^^/