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—Bien ya entendí, no—Se devolvió al vestidor y se puso un vestido rojo potente con pliegues y la espalda transparente con piedras y con mangas transparente que no bajaban del hombro cuando salió las tres mujeres que estaban sentadas dijeron al unisón.

—¡Es hermoso!—Causando que se Teo se despertara.

—¿Qué? ¿Tocino, dónde?...Wow... ¿Jobanka?

—Este es—Sinruo y al salir de la tienda le pregunta a Lucy—¿Lucy tú tienes tu vestido?

—Si, lo compre mientras tú no salías del vestidor, también le compre el traje a Teo—dijo enseñándole un bolsa parecida a la que ella traía.

—Bueno, es la una y cuarenta ¿q
Quieren un helado?—Todos asintieron.

Estando en la heladería Jobanka revisa la hora y casi se atraganta con el helado

—¿Qué sucede Jobanka?—pregunta Lucy

—Tenemos cinco minutos ¡Corran!

—Pero no me he terminado mi helado—dice Teo

—Te lo terminas en el auto, corre—le dice Lucy

Corrieron a toda prisa, ya que estaban llegando Peter estaba saliendo del estacionamiento y se interpusieron subiéndose al auto todos agitados, iban igual solo que ahora Lucy llevaba a Teo en las piernas.

—¿Qué corrieron un maratón?—Preguntó Peter con indiferencia.

Nadie contestó porque no tenían aliento para hacerlo, todos iban en silencio lo único que se escuchaba era Teo lamiendo el helado, Peter no se dio cuenta de que el siguiente semáforo estaba en rojo y freno, lo que causó que Teo se pegara con el acento de enfrente y embarrara todo el helado en el asiento del carro.

—Teo...—susurro Lucy

—Lo siento yo no quería—Se disculpó el pequeño

—¿Qué pasa?—Preguntó Jobanka mirando para atrás, Peter vio por el retrovisor, observó que el pequeño estaba todo embarrado, se estaciona, se desabrocho el cinturón y ve el sillón todo embarrado de helado, después dirigió una mirada llena de furia a Teo.

—En serio, perdón, no quería—Dice a punto de llorar

—¿Qué no querias? ¡¿Qué no querias?!

El niño, empezó a llorar y Lucy dijo.

—Yo...

—¡No! Yo fui quien le dijo que se trajera el helado, yo tengo la culpa, en cuanto llegamos a la casa yo misma lavare el auto—La interrumpe Jobanka.

—¡Toda tu familia está loca! ¡Esto Mecano por hacer favores!

El resto del camino fue silencio total. Ya que llegaron los niños se bajaron y se despidieron de su hermana cuando se despidió de Teo, él le dice.

—Adiós hermana, te quiero mucho—Dice todavía un poco triste.

—Tranquilo no está enojado, el és así, ahora acuérdate de esconder bien el regalo para que Elías no lo vea ¿Si?

El niño asiente ya un poco mejor y le dice a Peter que está en el auto viendo para enfrente agarrando muy fuerte el volante tanto que sus nudillos están blancos.

—En serio lo siento, perdona— Peter no dice nada solo sigue en la misma posición.

—Ya entra a la casa—le dice Jobanka con una sonrisa y dándole un beso en la frente.

Ya que se metió Teo, se despidió de su hermana con un abrazo, cuando se separaron Lucy dijo.

—¿Por qué me encubriste?—Pregunto en un susurro.

—Porque sabía que se enojaría ya con la mancha y no quería que se enojara más, porque tú eres cero problemas y no hay que dejar que eso se arruine ¿No?— dice con una sonrisa, Lucy también sonríe.

—Eres increíble.

LA CUIDADORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora