Parte 11

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Cuando desperté, noté que él no estaba a mi lado. Vi por la ventana, su auto seguía ahí.
Bajé las escaleras. Preparaba el desayuno en la cocina.
Yo seguía ebria.

―Buenos días, señorita patadas.

Tenía sus pantalones puestos.

―¿Dormiste bien?

Asintió.

―¿Dónde está mi familia?

―No lo sé, cuando me levanté no había gente en casa.

Fui a servirme un café de la cafetera. Le puse azúcar como siempre.

―¿Tu mami te regaña si llegas ebrio?

Negó.

―Sólo no quería conducir más, estaba demasiado ebrio y tenía sueño.

Reí.

―¿Te han dicho que pateas en la cama?

―No había dormido con alguien jamás ―le dije―, pero gracias por decirme, así podré advertirle a las personas en el futuro.

Se sentó frente a mí, y apoyó sus brazos sobre la mesa.

―¿Por qué no querías tener sexo conmigo anoche? ―preguntó.

―Me incomoda un poco... es intimidante.

―¿Yo?

―No, acostarte con alguien a quien recién conoces.

―¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo?

―Hace unas dos semanas. ¿Qué hay de ti?

―Anoche, contigo.

Rió.

―No te tocaría, Bancroft.

―Lo sé. Lo siento, es que... estamos recién conociéndonos, no vivimos en la misma dimensión.

―¿En cuál vives?

―En la que no es la tuya.

Sonrió.

―¿Por qué me llevaste a la fiesta? ―le pregunté.

Entonces sacó su teléfono del bolsillo. Tenía mensajes de la tal Susane.
"¿Quién era ella?", "¿Me engañabas?", "¡Eres un maldito bastardo!", "No te acerques a mí jamás", "No puedo creer que tuviste sexo con ella en la fiesta", "¿Hace cuánto la veías, Roman?".
Algunos otros más.

―Acabamos en buenos términos, pero... no podemos estar juntos. Somos amigos, y si no le hago daño, seguirá queriéndome y debe salir adelante, conocer a alguien que la quiera como ella merece. No soy un maldito bastardo, Grey.

Me dio unas tostadas con mermelada y unas galletas.

―¿No comerás?

―Ya comí.

―¿Te irás?

―Si no me voy de verdad pensaré que me acosté contigo anoche y me gustaste, Bancroft.

Reí.

―Bien, volveré a la cama. Te veo mañana.

Le besé la mejilla, tomé mi comida y fui a mi cuarto.

Bebí el café rápido, cerré las cortinas. Lo vi subir al auto. Se apoyó en el manubrio un rato, luego encendió el motor y se fue.

Al día siguiente, me levanté para ir camino a la universidad, desayuné y preparé mis cosas. Imprimí el informe y lo puse dentro de una carpeta. Salí dela casa. Había un automóvil esperando fuera, con un cartel que decía mi nombre.
Mamá me miró.

―¿Te dije que la familia de Danny es dueña de una gran flota de autos y cosas de transporte?

Arqueó las cejas y sonrió.

―Espero no nos llegue una gran factura por esto a fin de mes, Grey.

Me subí. Era el mismo tipo de la última vez.

―¿Por qué hoy también? ―le pregunté.

―No se extrañe, señorita. El señor Roman se asegura de que la gente cercana a él llegue tranquila y segura a su destino.

Arqueé las cejas.

―Suena a que es más que un servicio de taxis.

―¿Ha visto la película "El transportador"?

Asentí.

―Es parecido, pero sin disparos, ni bombas, ni persecuciones.

Reí.

―¿Está lista?

Asentí.
Me dejó fuera del edificio. Danny fumaba fuera de él. Matty no había llegado.

―Muy puntual, Bancroft.

―Por favor, no más.

―¿No más, qué?

―No más autos esperándome en la puerta.

―¿Crees que eso bastará para devolverme el auto?

―Me debes algunos por qués.

―Y tú algunos gracias.

Reí.

―¿Cómo te aguanta tu madre? ―le pregunté.

―Está acostumbrada, supongo.

Lo miré.

―Gracias, pero ya no más.

―No te librarás de Hermes tan fácil.

―Lo ignoraré y caminaré.

―Tiene órdenes explícitas de esperarte desde temprano y traerte aquí antes de las ocho y media y de llevarte al trabajo, y de llevarte a casa luego del trabajo.

―Quiero que cuentes los días que llevamos hablando. Por favor, no me conoces. Soy una persona terrible.

―Nunca había venido una semana completa a clases, Grey.

¿Y qué? ¿Era un agradecimiento?

Y llegó Matty, en otro auto idéntico al mío.

―¿Qué era eso? ―me preguntó.

―No le deseo a nadie venir en metro por la mañana. La gente apesta, y te aplasta, no te deja salir.

Sonrió.

―Gracias ―dijo Matt.

―Aprende, Grey.


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pronto comienza lo bueno jiji gracias por leerme, sé que la parte 11 es aburrida, pero una cosa lleva a la otra :D

Novios Falsos 1: Nunca dices lo que sientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora