―Fue una apuesta. Aposté con Treinor, quien duraba más con su novia ganaba dos mil libras. Elegimos a las chicas más detestables y lindas al mismo tiempo que fuera posible, y te encontré ahí, siendo como eres, así, venenosa y sarcástica... Pero luego comenzaste a caerme algo bien cuando comenzamos a tener sexo. No podía esperar a que Treinor terminara con Barbara para dejarte. Y pasó.
Ya no sentía nada por él, pero eso me rompió un poco el corazón. Pude sentirlo. Se agitó como nunca antes se había agitado.
Me levanté. Lo miré. Sentía decepción, enojo y muchísima tristeza.
―Grey, no me odies, yo te quiero muchísimo... por favor.
Y comencé a caminar. Salí de los registros, y fui directo al auto de Hermes.
Él no había dicho una sola palabra.―Llévame al centro. Iré a TIL.
Y busqué la tarjeta de ese tal Leo en mi bolso.
Lo llamé.―Habla Sheppert.
―Hola, soy Grey ―dije.
―¿Grey?
―La chica de la fiesta a beneficio. ¿Estás ocupado?
―Eh, no... ¿Quieres ir por un café? Tenía ganas de hablar contigo hace días.
―Voy en camino hacia allá, pensé que sería una buena idea. Pasaré a ver a unos amigos unos minutos, y luego podemos salir...
―Eso es estupendo. Esperaré tu llamado.
Sonaba feliz.
Entré a donde estaban los chicos, a saludar. Luego llamé a Leo. Nos vimos en el café que estaba frente a TIL.
―No pensé que fueras a llamar alguna vez.
―No soy muy predecible.
―No, pero sí eres encantadora ―sonrió.
Acabé en su apartamento. Ignoré cada llamado telefónico desde que llegué al café.
La ropa se fue rápido, la cama llegó a nosotros rápido, y tuvimos sexo algunas cuantas veces. Era un tipo atractivo, se notaba el gimnasio, era educado, paciente y cuidadoso. Cuando terminó, eran algo así como las tres de la madrugada.
Me dio un té, y llamé a Robert mientras lo bebía.Robert llegó por mí.
―¿Quién es ese Robert?
―Quien me lleva a todas partes.
―Ah, debe ser de la flota Roman. Vamos, quédate... tenemos el resto de la noche.
―Si me quedo esto se volverá torcido y tu vida fitness hace que no tengas golosinas aquí, lo siento, no puedo.
Y recibí el llamado de Robert.
Bajé las escaleras luego de despedirme con un frío beso en la mejilla, y Robert me llevó a casa.
Había un montón de autos fuera de mi casa. No tenía ganas de visitas. Era entresemana. Abrí la puerta. Estaban todos en la sala. Mamá, papá, mi hermano, Matty, Danny, Pris... Me miraban.
Me apoyé en la puerta y cerré los ojos.
Luego me armé, y sin hablar con alguien siquiera, subí la escalera y fui a mi cuarto.
Alguien golpeó.
Normalmente siempre tenía la puerta abierta, incluso para dormir, pero no esta vez.―Grey, abre.
Era Danny.
Mi corazón se agitó.
―¿Qué?
―Sólo quiero hablar, Grey.
―No quiero hablar ―dije.
―No quieres, pero debemos. Por favor.
Abrí.
Cerré la puerta apenas entró.―Si esto está incomodándote no quiero que lo hagas más.
―No es eso, Dan. Sólo... necesito dormir y pensar en algunas cosas.
―Tu madre recibió un llamado de Francis. Él estaba preocupado, quería hablarte... Sabía que ibas a hacer algo para desquitar tu furia... y bueno, me llamó tu madre, y llamó a Matty y a Pris a ver si alguien sabía algo, ¿Dónde estabas, Grey? Hermes dijo que te dejó en TIL, y luego de que saludaras a los chicos nadie sabe más.
Y me observó un poco más. Se acercó. Corrió mi cabello un poco, y luego movió con cuidado una tira de mi vestido. Vio una marca que Leo dejó ahí con sus labios.
―Te dije que cualquier persona querría tenerte a su lado, pero esto no es necesario.
―¿Sabes lo que Francis me dijo?
Asintió.
―¿Y lo sabes todo? Te contaron detalladamente, ¿No?
De nuevo las lágrimas retenidas.
Asintió de nuevo.
―Tienes un buen corazón ―dijo.
―No, Dan, llevo tiempo intentando... y algo tiene que no deja que alguien lo llene.
Y rompí a llorar. Él me dio un abrazo.
Acabamos acostados en mi cama. Él me abrazaba.
Sentía que quería acostarme con Danny. Intentar sacarme el lado amargo. Pero eso no ayudaría en nada.―¿Se fueron a casa?
―Sí, y tu familia a dormir. Habíamos hablado de darte algo de tiempo para que estuvieras mejor...
Desperté con la alarma. Eran las seis.
Danny dormía como una roca. Comencé a mirar por la ventana.
Luego miré a Danny. Despertó de pronto. La alarma seguía sonando.
Me miró luego de buscarme por la cama.―¿Tienes ánimo para desayunar? ―le pregunté.
―Es domingo, pero podemos pasar el día en mi casa si quieres.
Fui a la ducha. Él me esperaba fuera.
Fuimos a su casa. Se duchó y cambió de ropa, mientras alguien me atendía en la cocina.
Una mujer bajó. Debía ser la madre de Danny.―Cariño, siento haber cancelado la cena de anoche, tuve que atender una contingencia de la empresa mientras Danny no podía ―dijo aquella mujer.
No sabía de lo que hablaba.
―Se perdió de vista uno de nuestros clientes premium, y se ha armado un problema porque se le perdió el rastro hasta muy tarde.
Hablaba de mí.
―Pero me he encontrado con Danny ahí arriba y me ha dicho que pasarías el día aquí.
Le sonreí.
―Andy me dijo que no eres muy habladora. Es muy temprano, apuesto a que Danny te ha despertado para traerte aquí.
―Está bien.
―Sube al cuarto de Danny cuando acabes, de seguro ya debe tener comida ahí arriba. Duerman algo más.
Subí. Entré al cuarto de Danny.
Miré por la gran ventana.
Abrió la puerta de su baño. Venía en ropa interior comiendo una tostada. Volvía mirar a la ventana.―¿Quieres volver a la cama?
Asentí.
―El cabello. Dejé el secador encima.
Entré. Me sequé el cabello. Cuando volví a la habitación, todas las persianas estaban completamente cerradas. No entraba nada de luz. Danny había dejado una camiseta encima de la cama. Revisaba su teléfono.
Me quité la ropa, y me coloqué la camiseta.
Me metí en la cama. Me dormí enseguida.
Cuando desperté, estaba sobre él. Él me miraba desde su lugar.―¿Buscas algo? ―me preguntó.
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Se va poniendo más bueno, un capitulo más y no respondo
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Novios Falsos 1: Nunca dices lo que sientes
RomanceGrey vive una vida de perfección y autosuficiencia, pero ¿Quién sabe las vueltas que da la vida? Bueno, Danny puso su vida de cabeza. *Historia de la friendzone *Contiene spoilers de distintas series conocidas por ser eternas.