Parte 33

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La alarma sonó a las seis.
Miré por la ventana. No habían autos allí.

Desperté con una sensación terrible por lo que había pasado la noche anterior, la verdad es que Danny había pasado los límites y era doloroso. Ni siquiera sabía si podría mirarlo de nuevo con aquellos ojos que tenía antes para él, tampoco quería hablar con él. De sólo recordar sus gritos se me ponía la piel de gallina y me daban unas ganas terribles de esconderme bajo mi cama.
Me duché rápido, y salí antes de que llegara Hermes, o quien fuera.
Llegué una hora antes a clases. Me topé con el maestro. Siempre llegaba antes a clases y era el último día.

―Buenos días, Grey. ¿Puedo ayudarte?

―Hoy tengo una entrevista de trabajo, no podré estar en la clase. Vengo a excusarme.

―Estás aprobada de todas formas, no debes venir más en miércoles. A ver si te sirve para tu horario de trabajo.

―Ajá. Gracias ―le sonreí. 

Salí de allí, fui a casa de nuevo. Mamá estaba ahí sacando cuentas.

―Hermes vino ―dijo.

―Lo sé.

―¿Qué haces aquí tan temprano?

―Debo ir a mi entrevista. Pensaba almorzar aquí e ir hasta allá.

Mientras me arreglaba, recibí un llamado. 

―Hola, Grey. Soy Gustave. Quería preguntarte si vendrás a la entrevista.

―Sí, esperaba pudieran adelantarla. 

―Estaría bien ―dijo―, la anoté con Kate porque tendrías tiempo después de clases.

―Ah, no, no se preocupe, salí muy temprano hoy. Puedo ir en un rato más.

―Bien, sería estupendo.

―Iré en un rato. Le llamo cuando vaya llegando.

Llegué al lugar. Llamé a Gustave.
Me hizo la entrevista. 

―De todas formas, Grey, muchos de los chicos que trabajan en este proyecto viven cerca de tu barrio. Eres la más idónea hasta el momento, ya que sabes de electricidad y puedes manejar algunos documentos. El chico que vino ayer era casi ideal, pero vive lejos de todos, y aunque tiene auto, tiene pretensiones de renta muy altos, y siento que me cobrará mucho dinero por transporte. Los chicos vienen en auto a la obra civil, pueden darte un aventón.

―¿Significa que tengo el cargo?

―Sí. Kate me dijo que las prácticas y pasantías se comienzan cuando terminen las clases, así que esperaremos por ti.

Asentí. 

―Ha sido un placer, no puedo esperar a que te unas al equipo.

Estrechamos manos.
Me fui a casa. Llamé a Matt.
No me contestaba.
Llamé a Pris. Tampoco. Debía estar atendiendo un llamado.
Me senté en la cama.
El timbre.
Miré por la ventana de mi hermano. Era Danny. Mi corazón comenzó a volar.
Mamá miró junto conmigo.

―Dile que no estoy ―dije.

Bajó. Abrió la puerta.
Insistía en hablar conmigo, pero mamá lo echó de patadas.

Al día siguiente, fui a clases. Danny se sentó a mi lado. Me alejé de él. Miré a Peter. Él bajó desde su lugar hasta donde estaba yo.

―¿Te está molestando tu novio, Greycie?

Novios Falsos 1: Nunca dices lo que sientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora