Negué.―¿Qué hago aquí? ―le dije.
―Ah, no sé. Te sentaste ahí, y llevas ahí un rato.
―¿Por qué no me despertaste?
―Porque amo mis dientes y mi nariz.
―Lo siento ―dije.
―A veces me gustaría que esto fuera de verdad ―dijo―, estaríamos echando un polvo fantástico.
Rió.
―Idiota.
Bajamos. No había gente en casa.
Absolutamente nadie.
Nos sentamos a ver televisión. Comenzó a cambiar el canal, de pronto vi la cara de alguien de la universidad.―Devuélvete ―le dije.
―Es un hecho totalmente lamentable ―dijo―, lo que nos ha obligado a cancelar las clases hasta que tengamos un lugar donde enseñar a nuestros alumnos. Se cree que ha sido una falla eléctrica. Afortunadamente sólo se ha quemado la mitad de arriba del edificio...
Era el edificio de Ingeniería.
Miré a Danny. Llamó a Matty enseguida.
―¿Qué hay?
―Las noticias, canal cuatro Matt.
Demoró un par de segundos.
―¿Qué...?
Revisé en internet. Nos habían suspendido las clases provisoriamente por dos semanas.
―Dos semanas menos de vacaciones ―gruñó él.
―Todavía hace buen clima ―dije―, deberías quejarte menos.
Sonrió.
―Podríamos aprovechar el día para hacer algunas compras, luego volvemos y hacemos pizza, y vemos algunas películas... ¿Qué dices?
―¿Podemos comprar dulces? ―le pregunté.
Asintió.
Danny se colocó algo de ropa, yo me quedé con esa gran playera que era como un minivestido. Me coloqué mis zapatillas, y peiné un poco mi cabello.
―¿Lentes de sol? ―me preguntó él.
Asentí. Me dio un par.
Fuimos al centro comercial.―Me gusta lo que hacemos ―dije.
―¿Qué cosa?
Fingir y todo eso ―dije entrando a la tienda de dulces.
―¿Por qué? ―me preguntó.
―No lo sé. Una pequeña parte de mí no siente agrado por Susane.
―¿Entonces quieres continuar?
―Ajá.
Comencé a llenar una gran bolsa con dulces.
―¿Estás segura? ―me preguntó.
―¿Tiene algo de malo?
―Para nada. Siendo así tengo la intención de que duermas en mi casa algunas veces por semana ―dijo―, a veces los chicos vienen a casa... sería bueno... No te molesta dormir conmigo, ¿Verdad? Porque tengo un colchón de camping, puedo dormir en él cuando te quedes en casa.
―No, a menos que quieras.
―Puedo acostumbrarme a tus patadas.
―Y yo a tus ronquidos.
Sonreí.
Fui a la caja, en donde tomé muchas cajas más de dulces. Luego pagué.
Volví con Dan.―Puedo apartarte un cajón para que tengas algo de ropa allí cuando te quedes,puedes tener un pijama ahí.
―No tengo pijamas, duermo con una playera y nada más.
―Debes usar pijama ―dijo―, alguien puede llegar de sorpresa a tu casa por la mañana o la noche, y te puede ver todo.
―No me harás usar pijama ―dije.
―Sí. Descuida, no será un camisón enorme. Eres la novia sexy del chico cool, no la hermana Grey.
Reí.
Me llevó a una tienda de lencería. Tenían en oferta los trajes de baño. Habían unos muy bonitos.
―Este es muy sensual ―dijo, mostrándome uno negro, con tiras. Se veía algo complicado.
―¿Qué talla es?
―No lo sé ―dijo, dándomelo. Era de mi talla.
Luego había otros dos trajes. Uno era azul, era algo pequeño, pero era de mi talla.
―Ese. Sí o sí ―dijo.
―Es pequeño.
―Sé que es pequeño. Novia sexy.
Y el otro era gris con rosa. Era un bikini, pero era menos mostrador que los otros dos.
Fui al probador. Los tres me quedaban bien.
Debía ir a depilarme, ya habían pasado dos semanas.
Salí. Danny tenía algunos pijamas sobre el mostrador. Eran vestidos cortos,satinados, con un poco de encaje. En color crema, negro y azul.
―Esos, y también quiero llevar boxers ―dijo―, de colores. No estampados, sólo colores.
Llevé los trajes de baño. Entonces, vi entrar a Gwen.
Abracé a Danny, y le besé la mejilla.―Gwen está aquí ―susurré.
Me corrió el cabello de la cara, y me besó.
―Quiero ver algo de ropa interior ―le dije, deteniendo el beso―, ¿Me ayudas a elegir?
Nos volteamos, Gwen nos miraba.
―Hola, Gwen. ¿Cómo estás? ―le preguntó Danny.
―Estoy molesta contigo.
Miré a Danny.
―Ve a hablar con ella. Yo elegiré algo.
Me besó otra vez. Fui a ver ropa interior. También estaba en oferta así que elegí varias cosas.
Elegí calcetines otra vez.
Danny entró, se veía tranquilo.
Pagó todo sin siquiera darme un minuto.―¿Estás bien?
―Sí. Gwen es mi amiga, también entiende mis razones. Oye, iré a comprar algunas cosas para el auto, ¿Por qué no vas a alguna tienda y me alcanzas cuando estés lista? Te aburrirás.
Me dio su tarjeta. Me dijo la clave.
Asentí.
Aproveché de ir a depilarme. Era tan doloroso, maldita sea. Tuve que ir a comprarme ropa cubierta para poder volver a casa sin parecer que hubiera chocado contra el piso muchas veces.
Compré maquillaje.
Y cuando estaba pagando, me di cuenta de que él no iba a comprar cosas para el auto.
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Novios Falsos 1: Nunca dices lo que sientes
RomantikGrey vive una vida de perfección y autosuficiencia, pero ¿Quién sabe las vueltas que da la vida? Bueno, Danny puso su vida de cabeza. *Historia de la friendzone *Contiene spoilers de distintas series conocidas por ser eternas.