Capítulo 32 Parte 2/?

17K 581 17
                                    

Estaba… bueno, ¿cómo decirlo?

Estaba encima del chico al que había derribado con toda mi humanidad, sintiéndome estúpida por haber chocado cual dibujo animado.

Me quedé por unos instantes mirando esos ojos que me encantaban, su mirada era una especie de imán para mí,  lo que hacía imposible que pudiese desviar mi vista de aquellos orbes color chocolate.

-Hola –susurré estando perdidamente ****izada admirando cada rasgo en el rostro de Liam. Sus ojos; aquellos que podría ver durante horas sin encontrar la razón del brillo que éstos irradiaban. Sus mejillas que comenzaron a cobrar un tono rojizo y encantador. Su nariz que no resultaba ser precisamente una nariz fina y estilizada, sino una nariz “chata” haciendo de su expresión un poco más dulce, y esos labios… ¡Dios! ¡Esos labios! No había palabras para describir en su totalidad esos labios.

-Hola –susurró curvando esas dos líneas bastante gruesas y perfectamente definidas, en una pequeña sonrisa.Claro, mi descripción resultaba ser tan poca cosa al hablar de esos dulces y hermosos labios.

Liam Liam… ¿qué estás haciendo con mis hormonas –de por sí- locas?

-Ammm ¿hola ____? –preguntó una tercera y masculina voz, sacándome del pequeño trance que resultaba ser Liam Payne.

Me levanté completamente avergonzada; podría apostar a que mi cara serviría de semáforo para poder detener a todos los autos de Londres. Liam se reincorporó del piso siendo ayudado por la mano de su castaño y rizado primo, quién sonreía abiertamente en tanto lo ayudaba a ponerse de pie.

-¡Vaya _____! Bonita forma de recibir a mi querido primo –sonrió nuevamente.

-Lo.. lo siento –murmuré apenada.

-¡Te tengo! –gritó Lou cargándome como una pareja de recién casados lo haría.

Tanto Liam Payne me había hecho olvidar la razón de que estuviese corriendo como loca. Harry no quitaba esa sonrisa de ¿suficiencia, quizá? que tenía desde el momento en que caí encima de su primo y bueno… Liam estaba en la misma competencia en demostrar quién podría estar más rojo en todo el continente Europeo.

Sí, yo pensé eso.

-Tú la tienes ahora, hace unos minutos estaba encima de Liam –comentó Harry riendo levemente.

¿Qué? ¿Estaba hablando en doble sentido y yo me lo perdí?

Liam carraspeó incómodamente matando a su primo con la mirada; Hazza únicamente le contestó con la misma sonrisa encogiéndose de hombros… ¡Dios, esto es incómodo!

-Jaja _____ suele ser así de torpe cuando la persigo… ¿qué hacen por acá, chicos? –preguntó mi oji-azul hermano con una sonrisa enorme.

¿Torpe? No soy torpe. Tal vez un poco descoordinada al caminar, correr y hacer cualquier tipo de actividad física…ok sí, soy un poco torpe. Sólo un poco.

Liam admiró la escena de la cual puedo presumir; había sido testigo unos cuantos años atrás.

Esto se sentía como un Déjà vu: Liam casi en la puerta de entrada, Louis cargándome de éste mismo modo, todo era casi igual; y digo “casi”, ya que antes lo único que podía sentir por Liam era una fuerte aversión debido a cómo se comportaba conmigo cada que ponía un pie en ésta casa, dirigiéndome comentarios sarcásticos, haciendo muecas cuando yo decía algo que contrarrestara todo lo que él me decía…

Ahora… ¿por qué no puedo sentir lo mismo? ¿Por qué no puedo simplemente ignorar la manera en que él me mira? ¿Por qué debo fijarme en esos detalles que hacen de ese chico tan lindo, comprensivo, ¿amable? Y sexy?

OK, _____ ¡BASTA! Esto es demasiado análisis acerca de lo que puedo estar ¿sintiendo por Liam?

-Ammm ¿Lou? –pregunté viendo fijamente a mi hermano mientras trataba de dispersar esos pensamientos.

-Dime.

-¿Podrías bajarme? –ladee mi cabeza dando a entender que las visitas nos miraban un tanto ¿entretenidos?

-Ah, claro –sonrió con esa dulce y despreocupada sonrisa, al puro estilo Louis, depositándome delicadamente en el piso.

-Tengo una duda: ¿cómo entraron a la casa? –preguntó Lou con toda la confusión reflejada en su rostro.

-Bueno…

-Jay abrió la puerta, no es tan difícil de creer, ¿o si, Lou? –preguntó Hazza irónicamente.

-Nos advirtió acerca de la guerra que había.

-Y no nos dimos cuenta, hasta que ____ aterrizó en Liam –de nuevo la sonrisa diabólica de Harry.

-Y… ¿Qué hacen por aquí? –preguntó Lou, como quien no quiere la cosa.

-Bueno, queríamos ver si, ustedes querían hacer algo –argumentó Liam rascándose nerviosamente la nuca.

-Además de que no hemos desayunado –completó Hazza.

-Podrían desayunar aquí –habló mi pequeña y traidora madre, sosteniendo su típica taza de café.

-¡Ah! ¡Ahí está doctora Poulston! ¿Así que decidiste abrirles la puerta a estos dos chicos, cuando yo estuve a punto de morir? –dramaticé acusando por completo a la persona que ignoró mis llamados de auxilio.

-Mire, Señorita Tomlinson –comenzó. Esto no iba a resultar del todo favorecedor–Usted y su hermano aquí presente me despertaron con sus carcajadas extrañas, así que… no tienes derecho a reclamar absolutamente nada. ¿Entendido? –preguntó retóricamente.

-Entendido –contesté cabizbaja.

-No hablo con una Tomlinson, hablo con los dos… ¿Entendido Louis?

-Entendido –contestó mi oji-azul hermano, del mismo modo en que yo había hecho.

Hazza y Liam sonreían discretamente. ¡Oh por favor! Las carcajadas que están sofocando son más que notorias.

-Muy bien, ahora… si me disculpan, debo ir al hospital. Harry, Liam… están en su casa –y así volvió la Jay risueña.

-Gracias, Jay –contestó Hazza.

-Muchas gracias Jay –contestó Liam de manera más seria más formal, con una voz tan no sé… me encantó.

Mamá les sonrió al par de castaños, para después dirigirse hacia su habitación.

-No sé ustedes, pero yo, le tomo la palabra a Jay –habló Hazza caminando hacia la cocina.

-¿Eh? –pregunto Lou siguiendo al rizado con la mirada.

-Desayuno, aquí… ahora –ordenó Hazza.

-¡Óyeme Styles! ¿Quién te crees que eres para explotar a mi hermano de esa manera? –Louis sonrió de manera orgullosa al escuchar la cómo lo defendía… –Eso sólo puedo hacerlo yo –si, su cara se desfiguró completamente.

-Corre ahora, _____ -murmuró dedicándome su mirada de… CORRE AHORA.

Sonreí de manera divertida, alcanzando al rizado que hubo desaparecido por la puerta de la cocina segundos antes.

El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora