El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)

Capítulo 33. Parte 2/?

Liam.

¿Estuvo cerca, Liam? –me repetí una y mil veces.

Demasiado cerca de ser descubiertos justo en el piso de la cocina.

Con _____ sobre mí.

Con _____ besándome de la manera en que lo hizo.

Conmigo yendo algo más lejos de lo que había ido anteriormente.

Sintiendo la delicada y suave piel debajo de esa azulada blusa enharinada y semi-húmeda que delataba lo que sucedió antes de que llegáramos a esa situación. Antes de dejarnos llevar por el deseo y los escenarios que cambiaron de una pequeña e infantil guerra de harina, hasta el momento en que aterricé en su delgada figura; invirtiendo rápidamente esa misma posición, convirtiéndonos en dos personas cegadas por la atracción misma.

Por el simple hecho de besarla, desgastando nuestros labios durante un indefinido e indeterminado tiempo.

Toco mis labios por unos breves instantes, cerrando los ojos al recordar el modo en que su suave y pequeña boca impactó con la mía de forma frenética hasta ése último beso en que fueron movimientos tan lentos y pausados como las pulsaciones de nuestros corazones al saber que pudimos ser descubiertos por Louis, en el peor de los casos.

Sí, Liam. Louis, tu mejor amigo. La persona que deposita su entera confianza en ti; el chico que estás defraudando silenciosamente con cada acercamiento a su pequeña y hermosa hermana. Ese mismo.

Los últimos pensamientos hacen un gran eco en lo que queda de mi positiva mente. A fin de cuentas lo único que hago es dejarme llevar por el momento, por mis extraños y terribles impulsos… recordándome el tema elegido por mi primo ésta mañana...

-¡Despierta primito! –gritó impartiendo unos cuantos golpes con la almohada que abraza cada noche aferrándola a su desordenada y esponjada cabeza.

-¿Qué demonios quieres, Harry? –gruñí desconcertado, golpeado y harto de tener que oír los constantes gritos de mi molesto primo.

-¡Que te levantes!

-No –contesté y coloqué el pesado edredón sobre mi cabeza ocultándola de la molesta luz que anuncia un nuevo día, ah y de tener que seguir viendo a Harry desesperado e hiperactivo.

-¡LIAM LIAM LIAM LIAM! –gritó repetidamente sin más remedio que el poder patearlo con tal de sacarlo de mi invadida cama.

-Mira Harry, estoy cansado. No entiendo cuál es tu afán por estar despierto tan temprano.

-Mmmm, digamos que cierta declaración por parte de mi primo me tiene verdaderamente desconcertado. ¿Recuerdas primo? Ayer admitiste algo, por lo que te dejé en paz debido a la hora, pero ten por sentado que ése tema está más vivo y despierto que nunca. Al igual que… ah sí, ¡TÚ! –gritó esto último golpeándome nuevamente con su almohada.

¿Admití algo?... En ningún momento “admití” que estoy terriblemente colgado por ____ Tomlinson. Harry sólo “asumió” que lo estoy, basándose acertadamente en la escena que me hace perder la cabeza tan sólo de recordar la miradadesesperada de esa castaña; tratando de encontrar a su hermano por encima de mi hombro. Angustiada por imaginar que le haya sucedido algo malo a mi mejor amigo. Por sus brazos estrechándome tan necesitada del consuelo que no dudé en proporcionarle, sosteniéndola en mi contra, aspirando el delicioso perfume que desprende su cabello o el mismo calor que me brindó en tanto permanecíamos unidos; compartiendo el momento en que me di cuenta, lo mucho que mis sentimientos por ella, están dando un giro más que inesperado.