Capítulo 33. ¡Parte 6/6!

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Comenzamos a comer, sin mencionar nuevamente la aparición de Evan. Louis está en silencio total, Hazza mastica rápida y graciosamente, en tanto Liam come como si la Hamburguesa fuese lo único que tiene alrededor de él. Ninguno comienza una conversación, hasta que llegamos al supermercado y es cuando Hazza libera a todos –o al menos a nosotros dos – del silencio en que nos enfrascamos durante la comida.

-Así que… ¿qué opinas? ¿Cine o teatro?

-¿Qué? –pregunto sin saber exactamente a qué se refiere.

-Sí, ya sabes. Misión Ise-Harry.

-jaja ah, mmmm pienso que Ise es de cine, no me malinterpretes, el teatro le gusta. Es sólo que hace mucho tiempo no hablamos de una obra que deseemos ver.

-Entendido y anotado. ¿Película?

-¿De Ise? –enarco una ceja.

-Sip.

-Mmmm no lo sé, a ambas nos gustó The Hunger Games, The Avengers mmmm…

-¿Las películas o los protagonistas? –pregunta perspicazmente haciéndome reír debido a lo transparentes que somos.

-jaja si te digo que ambos, ¿me creerías?

Hazza ríe negando divertidamente y continuamos haciendo las compras hasta pasar alrededor de tres horas en el mismo supermercado, debido a la inmensa fila en la que tuvimos que formarnos para poder pagar.

Llegamos a casa hartos de ver grandes masas de gente aglomeradas por doquier. Lou y Hazza deciden que como última parte del castigo que deben infringir hacia nosotros –entiéndase nosotros como Liam y a mí -, otorgan la brillante tarea de organizar todas las compras, mientras ellos, juegan videojuegos en la consola que Louis trajo de L.A.

Louis sube a su habitación en la búsqueda del cargador para su agonizante celular, en tanto Payne y su primo me ayudan a bajar algunas cosas que quedaron en el automóvil.

-¿Sabes ______? Tú jamás me dijiste cuál era tu tipo de chico ideal –comenta Harry mientras deposita las últimas bolsas en la barra para desayunar.

Liam mira a Harry con el reproche reflejando en sus castaños ojos y es cuando me termino de convencer acerca de lo extraños que han estado todo el día de hoy.

-Bueno, cuando me preguntaste fue porque querías saber acerca de Ise. No le vi el caso por decirte el mío –rehúyo la mirada de los primos, desempacando algunas cosas, metiéndolas tranquilamente a la alacena.

-Bueno, te pregunto ahora –dice Harry.

-Mmm, no le veo el caso.

-Te equivocas ______, yo si se lo veo. ¿Quién sabe? Suerte y conozco alguien que represente todas las características que reúnes en la búsqueda de “ese alguien especial”.

-Con permiso –dice Liam bruscamente, segundos antes de abandonar la cocina como si fuese el mismísimo demonio.

Hazza y yo miramos el vacío que representa la salida de Liam, ¿por qué reaccionó así? ¿Qué diablos pasa con Harry y Liam?

-¡Zanahoria! ¡Wow! ¿Y Liam? –exclama mi ruidoso hermano, reparando en la ausencia de su mejor amigo.

-Am, tía Karen le habló, dijo que necesitaba que le llevarán el expediente del caso que está tratando. Liam ha estado “involucrado” en él –idea Hazza rápidamente.

-Mmmm ¡qué raro! No me había dicho nada.

-No era nada importante. Tía Karen apenas lo mencionó.

-Bueno, lo mejor es terminar de arreglar todo esto –concluye Louis y termina de meter cada cosa que compramos en su respectivo lugar.

Las dudas que tengo formuladas respecto a Harry y Liam me dan vueltas y vueltas en la cabeza, más no puedo aclararlas cuando tengo a Louis platicando y jugando videojuegos con el rizado.

Me marcho a mi habitación con un fuerte dolor de cabeza, y me dejo caer en mi mullida y distendida cama. El reloj en la mesilla de noche marca las 8:00 p.m. en números verdes y fosforescentes.

Han pasado dos horas desde que Liam salió repentinamente y a toda prisa de mi casa, como si le quemara el quedarse a escuchar las consecuentes preguntas de su primo acerca de “mi chico ideal”.

Río brevemente como si fuese una desquiciada mental riendo de su macabro plan para huir del centro psiquiátrico en que me han refundido. Aunque en lugar de ello, río de lo ridículo que suena el decir “mi chico ideal”… ¿Quién sería mi chico ideal además del sensual y talentoso de Adam Levine? ¿Además del alto y fuerte Liam Hemsworth?

Tal vez jamás he tenido el tiempo ni las ganas para pensar en ello, el simple hecho de hablar y etiquetar a una persona, o de querer encontrar exactamente a un chico que reúna un par de características, jamás ha llamado mi interés.

Entre más pienso en ello, más me duele la cabeza. El dolor es infernal, y bien podría pararme por una aspirina para enmendar aquel terrible malestar. En lugar de ello, me hago un ovillo en medio de la cama, jalo el edredón rojo y cierro fuertemente los ojos, consiguiendo un sueño tan profundo, del cual sólo puedo recordar la frase: “mi chico ideal”… acompañada de una cabellera castaña clara y unos ojos color chocolate, más brillantes que las luces de todo Londres…

Este es un buen momento para desaparecer, Liam Payne.

El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora