Continuación...

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-Yo creo que es una buena película –comentaba el rubio, mientras jugaba con el salero del restaurante. -¿Qué opinas, Ian?

-Pues…

-¡Oh por favor! ¡Te encantó! –exclamó el oji-azul, haciendo que las mejillas de la morena se tiñeran de un particular color rojo.

-Ok, ok. Lo acepto, me gustó bastante –asintió con una ligera sonrisa.

-¡Se los dije! Les dije que la iban a amar –canturreaba Ise con una suficiencia que llegaba “tres metros sobre el cielo”.

-Aunque no es un gran descubrimiento. El chico malo, que se enamora de la chica buena y viceversa… ¡Es más! Es una historia que presenciamos todos los días.

-¿Qué? ¿Por qué dices eso, Ian? –pregunté confundida, enfocándome en la morena.

¿Todos los días? ¿De qué y quiénes me perdí?

Segundos después, tanto Ian, Niall e Ise reían lánguidamente.

-Ok, ya es la segunda vez que no entendemos el por qué de sus risas –habló Zayn frunciendo el ceño, igual de confundido que yo.

-¡Oh por favor! Hache y Babi, dos. ¿No se dan cuenta que son idénticos? –preguntó Ian enarcando una delgada ceja.

-¿Qué? –pregunté agudamente.

-Sip, completamente. Tú –señaló a Zayn- Moreno, alto, guapo, obstinado, tonto, risueño, mujeriego, rebelde… tonto…

-¡Hey, eso ya lo habías dicho! –interrumpió Zay.

-Lo sé –asintió Ise- Y tú –me señaló-: castaña, consentida, obstinada, enojona, comprensiva, loca, orgullosa…

-¡Basta! –exclamé con una mueca de horror. –Yo no soy Babi, ella dejó ir a su amor por una tontería… yo no haría eso.

-No lo sabes, ______.

-Porque lo sé, no lo haría.

-Eso es precisamente lo que dije. Podríamos pasar la noche entera aquí, y jamás aceptarías que eres de éste modo. ¿Por qué? Porque eres obstinada. Porque estás tan convencida de ti misma, que no pones en duda tus acciones y pensamientos.

-¡Oye! Eres igual.

-Jaja esto no se trata de mí, sino de ti: Babi. Y de ti: Hache.

-Bueno, al menos mencionó que soy guapo -murmuró Zayn revisando los mensajes en su celular.

-¡Y tonto!-dijimos al unísono, estallando en carcajadas.

En el momento en que Zayn aparcó la motocicleta enfrente de mi casa, sentí esa desilusión de saber que su ausencia era un acto al cuál debía acostumbrarme. Es Zayn, ¿entienden? Es mi mejor amigo, y el saber que de un momento a otro debe marcharse, me hace sentir esa pequeña desilusión día a día.

-Servida, princesa –informó, sonriendo de perfil.

-Gracias, caballero –contesté, retirando mis manos de las caderas del moreno. Zayn bajó ágilmente de la motocicleta, ofreciéndome amablemente su mano izquierda. Asentí con una cordialidad exageradamente fingida.

En cuanto mis pies tocaron tierra firme, logré ponerme de pie, trastabillando un poco… porque claro, se trata de mí, y mi poca coordinación al caminar. Zayn rió por lo bajo, negando levemente.

El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora