Anteriormente…
Diez minutos después de haber enterrado la cabeza entre la unión de mis brazos y rodillas, logro distinguir algo más que los ladridos y chillidos de Woody…
Ésa voz.
Completamente masculina, dulce y madura. Preocupada en cuanto pronuncia las letras de mi nombre, tornándose cada vez más fuerte y desesperada con el paso de unos pocos segundos, es cuando logro afirmar que no se trata de Louis, sino de Liam…
Liam es quién está aquí.
-¿_____? ¿Qué sucedió? ¡Respóndeme, maldición! ¡Por Dios, ______! ¿Estás herida?... –Su voz sonaba como si estuviese a kilómetros de distancia; la entonación de sus cuestionamientos se entremezclaba con el constante sonido que producían las gotas de lluvia al impactar en el techo del pórtico que nos protegía de la –ahora- fuerte tormenta.
Fue en ese momentocuando mis ojos decidieron enfocarse en el chico que se arrodillaba frente a mí con el entrecejo fruncido, y una creciente preocupación reflejada en aquel par de avellanados y dulces ojos.
Mi cuerpo entero se estremece en cuanto la cálida piel de Liam entra en contacto con la mía a través de una dulce y suave caricia. Mis parpados se cierran inconscientes, permitiéndome disfrutar de ese inquietante, y a la vez; reconfortante gesto… Como si todo lo demás desapareciese en éste mismo instante…
Segundos después, la ausencia del calor que emana su piel se hace presente; obligándome a abrir los ojos de manera abrupta, percatándome así; de la cercanía entre nuestros cuerpos... Justo en ese entonces sus brazos se ciernen a mí alrededor, haciendo inexistente la distancia que nos separaba uno del otro. Mi rostro se encuentra con un duro y fornido pecho cubierto por un grisáceo sweater de cuello de tortuga; éste resulta ser igual o más cálido que la suave piel de sus gigantescas manos.
El masculino y dulce aroma de su piel se adentra rápidamente a través de mis fosas nasales con tan sólo unos segundos de permancer en ésta misma posición. Su mentón descansa suavemente en lo alto de mi cabeza, en tanto sus manos suben y bajan por mi espalda, tratando de infundir un poco de calor a mí congelado organismo.
-¿Qué te pasó, princesa? –murmura como si estuviese hablando consigo mismo, perdido en sus propias cavilaciones.
Así, fundidos en un cálido abrazo, sucede lo que me prohibí que sucedería, al menos frente a alguien más.
Un sollozo escapa desde lo más profundo de mi garganta.
Mi primer sollozo, en brazos de Liam.
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El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)
FanfictionEsta novela NO es mía, simplemente me encantó y decidi compartirla con ustedes. Doy los créditos al final de la novela. ♥