El ¿odioso?... amigo de mi hermano (Liam Payne & Tú)

Capítulo 34. Parte 2/?

Liam.

 

-Lucky I'm in love with my best friend

Lucky to have been where I have been

Lucky to be coming home again

Ooohh ooooh oooh oooh ooh ooh ooh ooh

They don't know how long it takes

Waiting for a love like this

Every time we say goodbye

I wish we had one more kiss

I'll wait for you I promise you, I will… -

 

Canté al oído de la morena, mientras a lo lejos se escuchaba la dulce y suave voz de Colbie Caillat secundando a Jason Mraz.

 

-Mmmm adoro cuando me cantas al oído, lo sabes, ¿verdad lindo? –preguntó mirándome de reojo dejando escapar una brillante sonrisa.

-Lo sé, Elle.Yo adoro tu sonrisa, ¿lo sabes, verdad hermosa?

La morena emitió una dulce risilla, mientras negaba continuamente.

-Con cosas como esa, no entiendo cómo es que la pequeña de _______ te odia.

-Jaja esa pequeña al único que quiere es a su consentidor hermano –negué automáticamente al recordar los pucheros constantes de la menor de los Tomlinson. Quejándose y refugiándose en los brazos de su hermano mayor.

-Yo pienso que bien podría quererte –Sonreí pensando en la ironía de aquel comentario, lo más gracioso fue la frase con la que culminó:

- Tú, Liam James Payne, eres el chico ideal de cualquier chica.

-Mmmm me conformo con ser el “chico ideal” de cierta morena –susurré esto último depositando un pequeño beso en su mejilla, deleitándome de nuevo con esa linda sonrisa.

-Lo eres –afirmó vehemente, antes de presionar sus labios en contra de los míos –Lo eres…

(…)

 

Lo era.

Al recordar aquello sólo puedo preguntarme: ¿Alguna vez lo fui?

Hay veces en las que lo único que deseo es poder olvidar, deshacer todos los recuerdos que tengo de Elle; olvidar los sentimientos que tuve alguna vez.

Deseo olvidar, y todo lo que hago es recordar.

Todo podría ser tan sencillo como oprimir un botón… como el detener una cinta, regresarla y… evitar el momento en que me enamoré de una chica que jamás sintió lo mismo.

He construido muros a lo largo de los años, encerrando y desapareciendo esos sentimientos de los que he escapado, de los que no me he permitido recordar, revivir…

Rehuyendo relaciones, citas, cualquier compromiso que me llegue a ligar con alguna chica, con alguien que podría llegar a hacerme perder la cabeza.

Bien, tal vez no lo he intentado demasiado.

Es cuando llega Harry a encender esa llama con tan peculiar pregunta: “Tu chico ideal”.