Audición

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Eran las 6:30, pleno amanecer, cuando me llega un mensaje. Decido llamar.
- ¿Me parece a mí o estás acostumbrandote a despertarme a la madrugada? Mañana tengo una audición Jace.
- Solo quiero ayudarte a calmar tus miedos.
- Eso es completamente imposible ¿sabías?
- Claro que no. Nada es imposible si crees en ello.
- ¿Qué piensas hacer esta vez?
- Sorpresa. Trae puesto lo que te regalé ayer.
- ¿Hablas de las zapatillas y la pollera?
- ¿Y si no de qué voy a hablar? Ah, y mientras llegas, entra en calor.
- ¿Qué? Claro, pero... No estoy lista para eso...
- No me refiero a eso. Me refiero a que hagas el calentamiento que haces antes de baile.
- Ah - suspiré aliviada.

Escuché un " te amo" y el sonido de que cortó.

¿Cómo pude haber pensado en eso? Ni soñarlo. Bueno, soñarlo capaz que sí.

No lo podía creer, pero siendo madrugada, me levanté de mi cama y me vestí con ropa cómoda. Me puse la pollera celeste pastel y me até el pelo en un rodete.
Seguía dormida cuando empecé a correr con mis nuevas zapatillas en las manos. La calle estaba iluminada por una mínima raya solar.

Nunca había prestado atención a las hermosas casas de esta cuadra. Eran altas, llenas de preciosos ventanales y tenían un aire rústico.

Me paré en la vieja plaza a la que solíamos venir Kim y yo de pequeñas. Empecé a estirar las piernas y a plegarme sobre el viejo columpio. Recuerdo que cuando Kim estaba enfadada o triste, su lugar especial de reflexión, eran estos columpios. No pude evitar esbozar una sonrisa al acordarme.

Caminé cinco cuadras más y ya me encontraba frente a la casa de Jace.

Toqué puerta. Me quedé esperando y me dije a mí misma:
" No tienes que hacerlo. Tocaste puerta nadie te atendió, ¡cómo zafé.... Mierda!"

Cuando me estaba dando la vuelta, escuché el sonido de la puerta abriéndose y una hermosa voz:
- ¿A dónde crees que vas, Clary?
- ¿A dormir?
- Buen intento. Pero tocaste la puerta y si pretendías que caminar en puntas de pie haría que no la abra, estás equivocada. Ya estás despierta, ¿para qué volver a la cama?
- ¿ Para dormir?

Me sonrió y me tomó de la mano. Salimos corriendo sin tener una razón específica. Hasta que me frenó de golpe y me dio un beso.

Se paró en una silla y anunció:
- Bueno, Clary. Veamos. Hoy en un par de horas tienes una audición para la academia de artes más prestigiosa del mundo en Nueva York. Así que, empezaremos a practicar ahora.
- ¿Ahora? Es demasiado temprano. Ya sé que dije que quería que me salga perfecto, pero no me refería a esto amor...
- No soy "amor", soy el entrenador Jace Wayland. Quiero que el lugar a donde vayamos, cualquiera que sea y pase lo que pase, seguirás bailando.
- Está bien. Pero debo decir que el entrenador Wayland, es el entrenador más sexy que existe en el mundo.
- Señorita Fray, ¿está coqueteando con su profesor?
- Puede ser.
- ¿Y me tengo que poner celoso de todos sus profesores por eso?
- No.
- ¿Y piensas hacerme bailar sin música?
- Claro que no - sacó un grabador con un pendrive puesto y puso la pista. Unos segundos después la paró.
- ¿No piensas ponerte tus zapatos nuevos de ballet?
- Ah. Claro.
Me las puse y en cuanto empecé a escuchar la música, me dejé llevar.

Empezamos a movernos para otro lado, pero nunca paré de bailar.

Pasamos por la playa y empezó a abuchearme:
- ¡Buuu! Apestas. Sal del escenario.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunté sin dejar de estirar mis puntas y de moverme.
- Díme tú. No podés hablar en medio de una presentación. Hay gente que te abucheará y otra no, pero no vas a parar de bailar por el simple hecho de que gente que no lo sabe hacer, te diga que te bajes del escenario. Así que no pares.

Chica de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora