- Creo que es hora de irnos - le dije a Hunter, tratando de cortar el incómodo silencio que se había formado entre los tres.
- No. No es así. No quiero que tengas esa imagen de mí en tu cabeza. No quiero parecer como esos novios que se ponen celosos hasta de los hermanos de una chica. Quiero que sepas que confío en vos. En una y cada una de las palabras que salen de tus labios.Sentí su boca rozando mi frente y tuve que levantar la vista para enfrentarme con la dura, pero sincera, realidad cuando lo vi desaparecer hacia donde estaba el equipo.
- Así que novio.
- Así es.Se quedó por unos segundos mirando, cuando mi bocota decidió hablar e ir directamente al punto luego de que nuestros ojos se cruzaran.
- ¿Qué haces aquí? Hablo del Instituto. Aquí en el campus. - dije doblando el pie derecho detrás del izquierdo.
Él dibujó una de sus dulces sonrisas y me contestó:
- Sólo quería volver a pasar tiempo con mis mejores amigas. Además, pasé por tu casa y Mason me dijo que estarías aquí en el partido encantada de verme. Pero claramente me sorprendí al verte en la cancha casi sin ropa, en vez de encontrarte entre el público.
¿Cómo no lo supe? De esta no te zafas, Mase.
Pero de repente, me alarmé al sentir su mano tomando la mía, tratando de conducirme a otro lugar.
- ¿Qué pasa? - dije apartando mi muñeca de su mano.
- Tienes que divertirte como lo hacíamos antes. Vamos de picnic, luego, te enseñaré mi nueva casa.De repente, la incomodidad invadió mi persona dejando que frenara en seco, clavando mis pies en el piso, como las raíces de árbol que se aferran al suelo.
- ¿Acaso tu casa vendrá acompañada por otra sorpresa?
- Si te refieres a alguien más, sí. Te agradará mucho. - dijo metiendo las manos en su bolsillo y caminando en dirección a su auto.Lo pensé por un segundo, y traté de profundizar una excusa creíble para poder escapar.
- Mira, sabes que me gusta pasar tiempo contigo, pero... ¿No crees que esto va a ser un tanto incómodo? Quizás esto fue muy rápido.
Fue su turno de parar en seco a pensarlo por un minuto.
- Hagámoslo así, si no te agrada, puedes irte, no te obligaré a hacer cosas que no quieres.
- Trato hecho - dije estrechando su mano con una sonrisa, del tipo que me solía sacar únicamente él.Si había resultado mal el intento por huir de lo inevitable, no quería imaginar lo que me costaría cenar con Jace, llenando de halagos a otra mujer que puede llegar a ser Miss Perfecta. Creo que sería más fácil abrir la puerta del auto y tirarme por la ruta.
En el camino, no pude evitar sacar la vista de la ventana. Esa ventana, la había visto tantas veces. Con gotas de lluvia empañando el vidrio. Pero no. Ahora, en ella se veían miles de estrellas, iluminando un cielo oscuro, azul, donde todo se vería muy vacío sin ellas. Porque siempre necesitarás una luz o un brillo, que pueda iluminar a un corazón roto.
- Llegamos.
Desvié la mirada rápidamente, y vi que Jace bajaba una canasta.
- Realmente quieres revivir el pasado - dije riendo - No me hagas acordar a ese día. Me atrapaste bailando.
- Y tú dijiste que parecías una gallina, pero no era así - dijo extendiendo la manta en el suelo del parque al que solíamos venir con Kim.
Se sentó y dio una palmada contra el suelo para que me siente a su lado.
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Chica de Papel
Teen FictionClary es una adolescente de 16 años que se siente excluida, fuera de lugar y que no pertenece a su escuela. ¿Recuerdan a la chica que siempre se encuentra al final del pasillo, es empujada por todos los deportistas? Esa era ella. Una completa chica...