Cuando me desperté eran las 7:00 de la mañana. Por fin abrí los ojos y encontré a Jace contemplándome:
- ¿Qué hora es? - pregunté con voz de dormida.
- Las siete.
-Jace -dije quejosa-Nadie se despierta un sábado a las siete de la mañana.
- Cambiate y acompáñame.
- No me voy a cambiar contigo en la habitación.
- Está bien. Valió la pena el intento.Sonreí. Me puse un vestido suelto de flores y me hice en el cabello una trenza.
- Vamos - le dije recogiendo el bolso.
No sabía a donde íbamos, pero confiaba en cualquier cosa que él me diga.
Cuando llegamos me di cuenta de que me había traído a la playa.
- ¿Para qué estamos aquí?
- Mira - señaló el cielo y luego mi cara - Esa luz del amanecer, hace un precioso reflejo en tu rostro.
Nos sentamos en los tablones de la entrada del día que jugamos verdad o reto.
Empezamos a hablar del trabajo de química, hasta que:
- Clary, escuchame... Sé que no quieres estar conmigo por vaya a saber qué cosa, pero te amo. Ya sé que la paz del mundo nunca se va a lograr, que el amor es un grito en el vacío y sé que te amo.- Jace... Por favor no hagas esto.
- Es que estoy harto de callar mis sentimientos.Comenzaron a brotarme lágrimas, cada vez más espesas.
- No llores Clary. Vamos tú también lo sientes, solo lo tienes que gritar, demuestramelo.
Seguía llorando cada vez menos porque estaba en sus brazos y ya me sentía segura.
Empecé a pensar mientras un largo silencio se producía. ¿Y si tenía razón? ¿Tenía que gritar mis sentimientos al viento?
¿Sería él mi primer amor?
Estaba pensando, cuando aparté mi cabeza de su pecho.
Lo miré a los ojos. Pero nada.
Le pregunté cómo le estaba yendo en el colegio y comenzó a hablar de que me tenía que defender de Quinn.
No estaba prestando atención en lo absoluto, estaba mirando sus labios. Vaya, una nueva observadora de bocas.
Lo último que llegué a oír fue que no le gustaba que ella me haya pegado una cachetada y que iba a hacer lo posible para que esa rubia teñida me deje de molestar.
Entonces mi mundo se detuvo.
Lo miré a los ojos nuevamente, y mientras seguía hablando, me tiré sobre él y lo besé.
Fue hermoso. Y era mi primer beso. Nos quedamos nariz con nariz hasta que dije:
- Reto cumplido.
- Una pregunta, ¿no lo querrías repetir? - dijo sonriendo.
Nos besamos nuevamente.
Cuando llegué a mi casa, se despidió acariciandome la mejilla y dándome un beso en la nariz.
Entré, prendí la luz y grité.
- Papá, no me asustes más así.
- Está bien, perdón. Menos mal que eran solo amigos - dijo en voz baja.
- Puede ser que hayas tenido razón - dije sonriendo - Me besó - empecé a bailar de la alegría.
- Vaya, alegría pequeña- me di vuelta, era mi madre.
- Mamá - corrí a abrazarla - ¿Qué haces aquí?
- Ay, mi niña. Te voy a contar algo. Tu padre y yo no nos vamos a separar.
Creo que nunca había llorado tanto de felicidad.
Abracé a mis padres y me fui a mi cuarto a dormir.
¿Qué pensaría Quinn cuando nos vea de la mano besándonos?
Mañana tendré mucho que contarle a mi mejor amiga Kim. No solo que mis padres no se separarán, sino también que Jace me besó.
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Chica de Papel
Novela JuvenilClary es una adolescente de 16 años que se siente excluida, fuera de lugar y que no pertenece a su escuela. ¿Recuerdan a la chica que siempre se encuentra al final del pasillo, es empujada por todos los deportistas? Esa era ella. Una completa chica...