Capítulo 1

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La emoción que sentían Emily y Claire era inmensa. Acababan de ver a su artista favorito, su ídolo, Nick Jonas. Sus rostros expresaban una felicidad jamás vista, aquellas sonrisas ocupaban su rostro de lado a lado. Se abrazaron tratando de relajarse pero no podían, por lo que las risitas nerviosas fluyeron en el ambiente.

- Emmie - Clay llamó la atención de su amiga - Foto, para tener un recuerdo de este momento - Ambas posaron y retrataron aquel momento del tres de octubre y según sus relojes eran las 22:28.

- No puedo creer que lo vimos, Clay. Estamos en el mismo lugar. Estamos respirando el mismo aire... Estamos demasiado cerca, tanto que podríamos conocerlo y... Y yo... Voy a morir - Clay abrazó a su amiga para intentar tranquilizarla, pero a la vez trataba de ocultar sus propios nervios, los cuales estaban muy alterados luego de que su artista favorito solo las hubiese saludado desde un 4º piso - Espera...

- ¿Que se te acaba de ocurrir? - Clay reía nerviosa, las ideas de Emmie a veces la asustaban.

- ¿Y por qué no? Digo podemos hacer que suceda - Emily miró a su amiga, sólo tomó un par de segundos antes de que Clay comprendiera cual era el plan.

- Ahhh... Creo que estamos pensando lo mismo - Las facciones de Clay se iluminaron cual sol al amanecer.

- Vamos, ya sé lo que tenemos que hacer.

- ¿No nos meterás en problemas, verdad?

- No, ambas tenemos mucho que perder si nos metemos en problemas, partiendo por perdernos el concierto - Ambas movieron la cabeza hacia un lado, dándose la razón en cuanto al caso - Solo caminaremos un par de cuadras, así nadie nos podrá delatar

- Excelente plan, mi querida Emmie

- Lo sé, Nick logra estos macabros planes - Clay se detuvo y puso su brazo sobre el abdomen de su amiga, deteniendo el paso de ambas - Tranquila, fue solo un decir - El alma volvió al cuerpo de Clay y continuaron su camino, dejando atrás al gentío de fanáticas.

Eran las 22: 35 cuando ambas comenzaron a caminar con rumbo desconocido, pero lo suficiente para alejarse de la multitud y llevar a cabo su plan. Habían pasado 10 minutos y se detuvieron, llamaron a un taxi. Luego de cortar, ambas se sentaron en un escalón de una casa, esperando a que su medio de transporte llegara.

Fueron los cinco minutos más largos de su vida y sus ilusiones de ingresar al hotel se desvanecían cada vez más. Fue entonces, cuando el taxi dobló en aquella esquina, las chicas dejaron su incómodo asiento y tomaron sus cosas. Emily se puso en tarea de traductor, dejando a Clay como extranjera. Sin más, el conductor las llevó al hotel, allí aún estaban algunas de las chicas que habían compartido con ellas e ingresaron sin mirar atrás.

Justo en ese momento, uno de los productores llamó la atención del recepcionista, quien desvío la mirada de donde estaban las chicas. Clay aturdida frente a la interrumpida mirada del recepcionista se quedó estática. Emmie, tomó su mano y la arrastró al ascensor, dio apresurados toques al botón para que las puertas se cerraran rápidamente. Una vez que estuvieron fuera de la vista de todos, dejaron salir un gran suspiro, habían logrado entrar, ahora debían mantenerse dentro del hotel, sin ocasionar problemas y mejor aún, sin que las vieran y las vetaran del edificio.

Se detuvieron en el cuarto piso, tomando sus pancartas del bolso y dejándolas a la vista, sin más abandonaron el ascensor y echaron una mirada rápida por si algo se les había caído. Las puertas se cerraron y quedaron inmersas en un silencio, el cual fue interrumpido por una grave voz que venía desde unos metros de distancia.

Ambas se giraron lentamente y se encontraron con la perfecta figura de Nick Jonas. Clay subió su mano hasta el antebrazo de Emily, soltando las pancartas. El joven escuchó el casi imperceptible sonido y detuvo su andar, quedando de espaldas a ellas.

Amor de GiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora