Seúl, Corea del Sur. Actualidad.
El constante tintineo de unas cadenas era el único sonido que se encontraba en ese momento por el lugar, ni siquiera sus pisadas producían un sonido mayor, su caminar era silencioso como el de un felino al acecho, haciéndola un arma letal para los humanos. Al girar en una esquina, encontrándose una gran avenida, frunció el ceño, _____ odiaba que las personas hicieran un ruido innecesario, su avanzada audición lo volvía molesto.
La señora gorda que vendía comida rápida en una de las esquinas se dedicaba a "promocionar" su comida mediante grandes anuncios o bien, gritos. ____, al pasar a su lado le dedico una mirada de odio puro, haciendo que la mujer bajase un poco el volumen de su voz.
"Ojala se quede muda..." pensó con diversión.
Tras avanzar unos metros más y no tener que lidiar de nuevo con aquella mujer, continuo mirando sus alrededores, buscando algún cambio como lo había hecho desde que salió de casa. Ella y NamJoon, se habían ido a Japón por dos años debido a unos asuntos relacionados con la empresa que dirigía Nam, y recién ese día habían vuelto. Ella sabía que si se sinceraba, admitiría que había extrañado esa ciudad, y no por nada, sino que desde hacía casi tres siglos se había acostumbrado a ella, a su gente y a su paisaje de constante cambio, pero sobre todo a los recuerdos que esta conservaba, y por ello, no planeaba abandonarla de momento.
Pero, al parecer, ahora la ciudad se encontraba en el mismo estado en que la había dejado: la pavimentación descolorida, los mismos edificios, ninguno en remodelación o proceso de obra, e inclusive aquella mujer gritona seguía igual, aunque si lo pensaba mejor si había cambiado, se había vuelto más gritona e insoportable.
A su lado en dirección contraria, pasaron dos chicos y la miraron embobados, pero ella siguió su camino ignorando los murmullos pervertidos que salían de las bocas de esos dos. Con agilidad se colocó la gorra de su chaqueta y puso el cubre boca que acostumbraba llevar, para así solo mostrar sus ojos y evitar miradas no deseadas.
¿Amargada? No ¿Conservadora? Tal vez.
Unos pasos más y pudo escuchar con mayor claridad la música del lugar a donde se dirigía, sonrió al recordar cómo es que el chico que era dueño de aquel lugar, le gustaba exagerar, tanto en música como en bebida, pero sobretodo en el ambiente. Al llegar no tuvo que formarse, simplemente con una mirada al gorila de la entrada y tenía acceso libre. Ni siquiera podía imaginarse tener que formarse junto a toda la bola de adolescentes con las hormonas hasta la coronilla para poder entrar, disfrutaba de las prioridades que se le otorgaba al ser una hija de la noche.
Las luces del pasillo eran de colores neón, azules y amarillas, creando un esplendoroso efecto óptico. Al final de este, se encontraba el resto del lugar que era de tres pisos, ella se encontraba en medio, abajo se encontraba la pista y la barra, mesas y lugares de convivencia, pero arriba había salones privados que cualquiera podía ocupar y admirar con tranquilidad todo lo que sucedía. Con cautela bajo escalón por escalón hasta la primer planta y directamente se dirigió a la barra donde un chico bajito, con capa de vampiro, ojos rojos y largos colmillos la atendía.
____, no pudo reprimir una sonrisa al verlo, sabia de las extravagancias de Jimin, pero aquello era su límite, ni siquiera cuando se decoloro el cabello hasta blanco y se vistió de Yeti había sido tan gracioso. Siempre tenía ideas para sorprender y el aprovecharse de su naturaleza era una de ellas.
Tomo asiento en uno de los taburetes y espero a que la atendiera, mientras se quitaba la gorra y el cubre bocas.
-Buenas noches, bella dama, ¿Qué desea para degustar?- Le pregunto Jimin sin siquiera mirarla ya que estaba distraído acomodando su capa.
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Centuries
FanfictionLos siglos son solo una medida de tiempo, pero ni siquiera ellos saben cuanto he esperado por ti. ✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️ 🌸#19 "Hetero" 29/09/2019 *Historia original. Solo mía. No copiar y/o adaptar sin permiso. *Contenido explicito, lengu...