Centuries

Cuenta regresiva

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Doy un último suspiro antes de cerrar la puerta del cuarto de música, permitiéndome acariciar las pequeñas y elegantes figuras en la madera, recordando lo mucho que le gusta este lugar a NamJoon.

Este será solo nuestro lugar, de nadie más.

Dos días. 

Intento respirar ante la bruma de sentimientos, casi sintiendo como si me ahogara, pero el movimiento que capto de reojo a mi costado me distrae.

El hecho de poder tener la boca cerrada y no hasta el suelo me hace sentir una pizca de orgullo por mí misma, pero no puedo decir mucho debido a la cantidad de saliva que se acumula en mi boca de solo verlo. Sus ojos oscuros parecen sonreírme al igual que sus labios, se remueve levemente y levanta el pecho con galantería y aclara su garganta, permitiendo que su voz delicada como el terciopelo y fluida como el agua no solo haga estragos en mi cuerpo, sino en mi cabeza.

-No sé qué tan tarde sea para cumplir mi palabra- Se ríe y pasa una de sus manos por su cabello elegantemente peinado- pero siempre es bueno tener una cita contigo.

Mi cerebro parece hacer corto circuito porque las palabras no llegan a mi boca, me dedico a mirarlo y a balbucear como idiota.

Su traje negro hecho a medida resalta el color de su piel y el leve sonrojo de sus mejillas, se remueve tanto que puedo escuchar un leve tintineo de dentro de uno de sus bolsillos.

-¿Qué...- Niego con la cabeza, confusa.

-Hicimos un trato, tú le decías sobre la marca en el espejo del auto y yo te daba una cita, aunque ahora que lo pienso, es bastante injusto de mi parte.... Digo, somos novios, así que no debería contar como un premio, pero creo poder recompensarlo.

Sonrió de lado y estoy por avanzar a él cuando miro mis manos.

-Eh... si, y-yo necesito cambiarme- Intento esconder ambas manos por detrás de mi espalda y aunque puedo ver como él las sigue con la mirada un tanto confuso, sigue sonriendo.

-Me gusta cómo te vez.

De forma inconsciente mis mejillas se tiñen de rojo y tomando todo en una sola mano, tiro de la camiseta que me queda a mitad de los muslos, intentando tapar el resto de mi cuerpo.

-Gracias, pero no creo que sea buena idea que salga así, comienza a nevar y el hecho de que no me enferme ni sienta frio, no significa que vaya ad hoc a la temporada.

Sus facciones apacibles cambian drásticamente, pasando de un leve sonrojo a un fuerte color escarlata y su lengua empuja su mejilla con insistencia.

-Tienes razón, yo esperare aquí, tu look con mis camisetas podemos dejarlo solo para nosotros- Agrega algo más en voz baja pero no logro escucharlo, así que asintiendo, camino deprisa hasta mi habitación, escuchando como me sigue con calma.

Para cuando él llega, yo ya me estoy terminando de colocar un abrigo.

-Vámonos- Sonríe de nuevo y me extiende su mano, besando mis nudillos en cuando conectamos nuestras manos.

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[NamJoon]

-Vete, JiMin, no tengo ánimos- Murmuro, cansado de tener su presencia acechándome desde hace ya un par de horas.

No me contesta, pero puedo sentir su mirada cargada de molestia. Doy un leve gruñido en su dirección, mirando por sobre mi hombro y lo encuentro con los brazos cruzados mirándome desde la barra.