Capitulo 38: suegros

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 Cuenta peter

-Puedo creerte-dio con voz baja. -Será mejor que la hagas feliz. Lali es mi única hija mujer y todo lo que quiero para ella es que sea lo mejor. Estoy completamente seguro que tu lo eres, chico- Sonreí abiertamente para mí mientras caminábamos de regreso hacia dentro, donde Lali y su mamá estaban hablando animadamente. Noté algo en la mano de paz. Algo pequeño, blanco.

-¡camilo!, ¡vas a ser abuelo!- exclamó.

Lali se rió de la expresión de su padre y estuve agradecido que ver una sonrisa aparecer en su cara. Caminé hacia mi amor y la atraje fuertemente dentro de mis brazos. Lali se rió en mi pecho como sus padres se abrazaban el uno al otro, y sonreí, meciéndome ligeramente, casi bailando con ella.

Les mostramos un cuarto de huéspedes y lali les trajo más sábanas. Por ahora, estaban demasiado despiertos para incluso pensar sobre ir a dormir. Pero nosotros estábamos cansados después de la actividad de un día de demasiadas noticias y alegrías. Cargué a Lali dentro de nuestro cuarto y la ayudé a cambiarse a sus pijamas, besando su cara por todas partes mientras me cambiaba en las mías.

Me sostuve en ella más apretado que nunca antes, una sonrisa gigante en mi cara mientras esperaba quedarme dormido. Por supuesto, también encontré bastante divertido que mientras lali estaba profundamente dormida y yo no, camilo echó una ojeada para chequearnos. Mi amada esposa también tomó esa oportunidad para decir suspirando mi nombre en su sueño, y su padre cerró a toda prisa la puerta, sacudiendo su cabeza pero riendo.

El siguiente día había despertado, haciendo un desayuno gigante con toda la comida imaginable para lali trayéndosela a la cama y despertándola con un sencillo beso. Cuando regresé a la sala, camilo y paz estaban esperando, por lo que les ofrecí el desayuno que también había hecho para ellos . Sil saltó sobre mi hombro mientras llenaba su bote con comida y luego me fui para el aeropuerto.

En el carro puse un CD que lali me había hecho de las canciones favoritas que encontró en mi colección de música. Sonreí cuando le eché una mirada al espejo retrovisor para ver una foto de ella que había colgado ahí unas semanas atrás, y emprendí el viaje de regreso a la ciudad, pasando las salidas normales dirigiéndome directo al aeropuerto.

Puesto que era tan temprano en la mañana, no fui molestado por la nube de gente y toda su charla. La última cosa que necesitaba era un dolor de cabeza, de modo que me detuve en el pequeño Starbucks y recogí un café, repasando la carta en mi mano para encontrar la puerta de mis padres.

La suerte estaba de mi lado, el avión estaba allí y yo estaba esperando solamente por una pareja minutos antes que caminaran a través de esta, de la mano, sonriéndome cálidamente. Mamá se rió mientras yo la atraía a un abrazo y papá palmeo mi espalda felizmente mientras los llevaba fuera hacia el carro.

-¿Cómo han estado las cosas, cariño?-Preguntaron desde el asiento de atrás, mirando fijamente fuera de las ventanas al escenario que pasábamos.

-Muy bien, realmente. La gente con la que estoy trabajando es fantástica. Los padres de lali están abajo también. Los podrán conocer, lo cual es genial.-gime mi mama dio un pequeño grito de emoción. -También pueden ver a euge mery nico cande y vico de nuevo, y conocer a nuestros amigos, rochi y pablo- Subí por nuestra calle, dirigiéndome derecho al final. Vi a mi encantadora lali saliendo por la puerta principal y una sonrisa se extendió por mi cara el verla ahí. Estaba usando un lindo vestido rojo que rochi le había comprado.

-También tenemos un par de sorpresas para ustedes-Les dije. Papá ayudó a mamá a salir del carro y cerré la puerta rápidamente, mis ojos centrados en la hermosa mujer que tenía sus brazos alrededor de su pecho.

-Mi Dios- oí a papá decir detrás de mi. -Está embarazada- Me congelé, tropecé, pero me atrapé a mi mismo antes de poder caer.

-¿Qué?- pregunté asustado. -¡¿Cómo supiste?- las manos de mamá volaron a su boca y nos pasó corriendo, dirigiéndose hacia lali. Papá simplemente me sonrió con satisfacción.

-Soy Doctor, piter ¿Pensaste que no puedo decir estas cosas?- Dio un paso hacia delante y me sostuvo con fuerza. -Y, no lo sabía. Pero tu confirmaste eso por mí, ¿no?- Sonreí. Estúpido viejo...

-nicolas!- gritó mamá desde las escaleras. -¡SE VAN A CASAR!- papá me miró, sus ojos bien abiertos, y no pude evitar la sonrisa tonta en mi cara.

-Felicitaciones, piter- dijo afectuosamente, caminando conmigo las escaleras y jalando a lali en un abrazo. Tan pronto como pude, tomé su espalda y la sostuve, besando su frente mientras ella le sonreía a mis padres.

A kilómetros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora