Rochi vino corriendo hacia mí, sosteniendo un paquete de medias que eran tan chiquititas y lindas que no podía para de dar grititos. Ella tenía cinco meses de embarazo, su estómago ya estaba empezando a notarse de una manera hermosa. cande y euge eran las únicas de nosotros que se veía como si no hubiera metido un balón bajo su camisa claro que mery tubo algo por ahí con benja y por eso que hace una semana mery nos dio la noticia de que estaba embarazada. Por otro lado, sabía que vico había estado cargando un anillo de compromiso. Rochi insistió que pablo comprara las medias y un diminuto par de zapatos para ella gritar por los cuatro meses que le faltaban.
piter y yo habíamos estado manteniendo en secreto el sexo de nuestro bebe, queriendo esperar hasta que él o ella nacieran para descubrirlo. rochi y poli no había peleado por el sexo de su bebe (nuestra razón para mantenerlo en secreto) y sabían que tendrían un niño. Su baby Shower era el próximo mes, los dos ya habían empezado a planear la decoración del cuarto.
Cuando cande había empezado a planear el cuarto de nuestro bebé nos preguntó el color. Mientras decia que rosa, piter decia que azul.
-Puesto que ustedes dos no pueden decidir que quieren tener, y todo el mundo odia esos colores neutrales para el género, me temo que voy a tener que sorprenderlos.-Hice pucheros y piter se rió de mí. -Cállate, lali -respondió cande cuando estaba a punto de protestar. -Si no van a dejar que el doctor les diga que van a tener, entonces lo siento, voy a tener que hacer lo que yo quiera.- Después, se encerró en el cuarto con vico y euge hasta que estuvo terminado.
Y era Hermoso. Las paredes eran blancas, con un ensortijado mural de flores en espiral sobre una pared. No era demasiado femenino, realmente era una obra de arte. Dejó las cortinas de encaje blanco, y después del baby shower había arreglado todo perfectamente. Estaba choqueada cuando había ido tan lejos como para instalar un bello piso de caoba laminado, rematado con una suave alfombra blanca. Mi mamá había enviado su antigua mecedora la cual estaba ubicada en la esquina con unos bellos cojines amarrados a ella.
Pagamos por nuestras cosas y cada uno fue por su camino con media naranja.
-¿No más paradas por el día?- me preguntó piter soltando la corbata alrededor de su cuello. Luego rodó sus ojos y se giró dentro de la librería siguiente, sabiendo que esa sería mi primera respuesta.
-Ves, hay una razón por la que te amo,- murmuré con una gran sonrisa cuando me ayudó a salir del carro, luego me dio un beso en los labios.
Anduve cojeando delante de él lo más rápido que pude mientras parqueaba el carro. No tomó mucho antes que lo oyera detrás de mí, riéndose mientras trataba de atraparme. Me atrapó alrededor de mi cintura y me giró, besándome (espectacularmente) en frente de la puerta mientras yo tanteaba detrás de mí por el picaporte. No podía tener suficiente de él. Sus hermosos ojos verdes, su alborotado cabello, su... ¡acento! piter había sido absolutamente perfecto para mí desde que llegó aquí, y viéndome cargar a su hijo solo me hacía más feliz. Dondequiera que veía la brillante sonrisa a través de su cara no podía hacer más que dar una gran sonrisa en respuesta.
Hice mi camino hacia mi parte favorita de la tienda. piter me siguió de cerca, pero sus ojos vagaban mientras los míos tenían un propósito, llegar a esos pasillos. Me paré allí, mis ojos barriendo los títulos y autores, las ilustraciones de las portadas para buscar por algo interesante. Reconocí el emblema de su casa editorial y sonreí para mí, levantando el libro. Lo giré, para ver los créditos. Solté una pequeña risita cuando vi el nombre de vico. piter caminó detrás mio y enrollo un brazo alrededor de mi antes de levantar el libro de mis manos y leerlo.
-Escoge ese-dijo, señalando otro libro de su compañía mientras colocaba el de vico sobre el estante. Lo giré hacia los créditos y me reí de nuevo cuando vi que la autora le había agradecido profundamente por su trabajo.
-Parece que tienes cierto don con las escritoras-murmuré. piter me dio esa sonrisa torcida y me besó suavemente. Mientras él revisaba más títulos de libros, yo bajé por los estantes, ojeándolos de vez en cuando.
Lo que realmente atrajo mi atención, fue la esquina de la tienda, pintada en azules y amarillos brillantes. Alcancé un estante, el que estaba a nivel de mi vista y saqué un libro grueso de tapa dura. Sonreí, mirando todo la ilustración mostrada en la gran tapa. Sentí unos brazos alrededor mio, con las manos extendidas a través de las patadas en mi estómago y un par de labios en mis oídos.
-Sabía que era cuestión de tiempo antes que te encontrara aquí,-murmuró, besando mi mejilla suavemente. -Me estaba preguntando cuanto de tomaría descubrir que esto estaba aquí-
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A kilómetros de distancia
TeenfikceUna historia de amor con la que todos soñamos, aun así estando a kilómetros de distancia el amor de laliter existe. Tan lejos, tan cerca. Cuando estuviste tan cerca de alguien que parecían uno, pensar en la separación es absurdo. Lo ves tan lejos...