Capitulo 19: el jefe

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-No estoy tan enferma piter. Créeme- Expliqué -Esto parece un resfriado normal, no debería durar mucho- Él me sonrío dulcemente y se movió para buscar algunas ropas en su armario mientras yo comía.

Fue unas pocas horas después cuando piter y yo estábamos caminando hacia su carro, bien abrigados contra el enérgico viento de octubre. Él se veía simplemente despampanante en su camisa oscura y sin chaqueta, una bufanda alrededor de su cuello y su cabello volando desordenado en el viento. Me estaba llevando al trabajo con él para dejar el proyecto en el que había estado trabajando. Como era usual, miré fijamente los edificios que pasábamos mientras manejábamos, piter estaba cantando con la radio.

-¡Hey, piter! ¡No pensé que estarías aquí en tus vacaciones!- Dijo una chica una vez salimos del elevador.

-Hola mery, créeme, no me corresponde, pero trabajo es trabajo - él sonrió.

Ella era muy alta como una modelo, estaba vestida con un suéter blanco ajustado a su cuerpo, con un pañuelo rojo encima, y unos lindos zapatos altos. Su cabello era café oscuro y caía sobre su hombro, la mitad atado en la base de su cuello. Ella me sonrió amplia y alegremente.

-lali , ella es mery, la amiga de euge - explicó piter -

-Hola- dijo dándole la mano. -Es un placer conocerte. Tu hermano es todo un personaje, euge me lo presento hace unos días - Ella se rió, hablando por nico-

-No te preocupes, no soy como él, si bien con nico no somos hermanos en realidad es como si lo fuéramos- le asegure

-He conocido a tu amiga, ¿cande ? vico está un poquito loco por ella- Sonreí-

-cande está igual por él, estoy contenta de que haya conocido a vico- mery sonrió y piter esperó por mi-

-Me había estado preguntando cuando te iba a conocer- dijo ella -piter casi se vuelve loco su último día aquí, todo lo que hizo durante la semana anterior fue hablar sobre ti-Me sonrojé de un brillante rojo y piter rió, agarrándome de la manga y jalándome con él. Nos movimos por un pasillo hacia una sofisticada oficina de metal y con vidrio borroso. piter tocó suavemente la puerta antes de abrirla y entrar.

-¿Sr. Federico Fritzenwalden?- Tengo el escrito de los Miller para usted- dijo piter ,caminando con confianza dentro de la oficina. Yo lo seguí nerviosa.

-¿El escrito Miller??¿No se lo habíamos asignado a benja?-piter asintió, una expresión severa en su cara. me quedé seguramente detrás de piter.

-Él me abordó en mi último día y no me dejó otra opción que hacerlo- explicó piter. La frente de su jefe se arrugó y hojeó las páginas de las notas.

-Tendré unas palabras con benjamín sobre esto, te lo aseguro piter. Recibirás lo que te corresponde, no te preocupes- Piter sonrió triunfante y se giró hacia mi, estirando su brazo par que me moviera dentro de el-¿Imagino que esta el chica que llegaba y por la que estabas tan ansioso aquel último día?- preguntó. Pude sentir el calor en mis mejillas pero simplemente le sonreí.

-Si señor, Ella es lali - dijo amablemente, mirando fijamente mi cara. Caminé hacia delante y le di la mano a su jefe.

-Es un placer conocerlo señor- dije, sin mencionar su nombre ya que tenia un apellido imposible de pronunciar esperando que los nervios no fueran tan evidentes en mi tono. El Sr. Federico sonrió ampliamente.

-Puedo ver claramente por qué piter estaba tan entusiasmado de que llegaras- murmuró él. Vi un rubor en las mejillas de piter y sonreí para mi-

-Ha sido una larga estancia en Londres- le aseguré. Él nos deseó suerte en el resto de mi visita antes que nos giráramos y nos fuéramos, la mano de piter en mi espalda. Había personas alineadas en sus puertas en el pasillo, saludando a piter, pero él me susurró que estaban ahí solo para verme.

-¡Hey pit!-una molesta voz llamó. Mery estaba parada cerca del comedor, sirviéndose un café y miró hacia arriba un poco sorprendida de vernos, o tal vez era porque la voz se dirigía hacia nosotros.

-Benja- murmullo piter , tratando de sonar civilizado-Presenté tu escrito- dijo mordazmente.

Benjamin sonrió, pero me miró por todas partes, como si fuera un pedazo de carne. Piter achicó sus ojos y me puso más cerca. Me sonrojé.

-Gracias por eso pit. ¿Quién es esta que tienes aquí? ¿Nos presentas? -Con la mirada furiosa que piter le estaba dando, me sorprendió que él no se estuviera orinando en sus pantalones justo aquí, en el vestíbulo.

-benjamin, ella es lali, mi esposa. Justo nos estábamos yendo, de modo que adiós.- Los ojos de benja se abrieron de par en par como los míos antes que piter me girara y nos moviera rápidamente hacia el elevador. Escuché a mery riendo y diciéndonos adiós.

-¡¿Esposa? -Pregunté ligeramente histérica mientras corríamos a su carro.

-Sip, siempre hemos dicho que estamos casados, pensé que era la forma más fácil de quitármelo de encima. Además, no quieres ser presentada como soltera ante benja- Piter me mantuvo abierta la puerta, luego se apuró a su asiento, encendiendo el carro

-¡Pero ahora toda tu entera oficina piensa que estamos casados!-Exclamé, piter sonrió y se encogió de hombros. Se giró hacia mi, y el hecho que lo estuviera mirando brava sólo lo hizo sonreír más.

Por el resto del día piter y yo nos sentamos en casa y él hizo todo lo que sabía para hacerme sentir mejor. Por la hora en que el sol se ocultaba casi no sentía que había estado enferma. Habíamos recibido una llamada de cande y nico diciéndonos que iba a quedarse fuera con vico y euge , tampoco estaría en casa esa noche. Se estaba haciendo tarde, toda la ciudad estaba con las luces encendidas cuando piter vino hacia mí, sentándose en el sofá, completamente vestido y listo para salir.

-Ponte tu abrigo-dijo dulcemente. -Se exactamente que podemos hacer, solo nosotros dos- Mis labios estaban sonriendo por si solos. No podía evitarlo si éste hombre ponía mi cuerpo involuntariamente eufórico.

A kilómetros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora