Bajé las escaleras en espiral hacia la playa e hice mi camino hacia él. Tenía la mayor parte de su espalda hacia mi, sus piernas estiradas frente a su cuerpo. Las mangas de su camisa estaban enrolladas hasta sus codos y alegra estaba sentada entre sus piernas. Ella levantó arena entre sus manos antes de dejarla caer, sus rizos cafés volando alrededor con el viento. piter estaba mirando fijamente hacia el agua, alisando el cabello de alegra de vez en cuando. El sol estaba comenzando a meterse, fundiendo todo en naranjas y rosados.
La vista era hermosa.
-Hola- dije suavemente. piter se giró inmediatamente para enfrentarme y la mirada sobre su cara hizo que mi corazón se saltara latidos, acelerara y mis labios formaron una sonrisa.
-¡Mami!-exclamó alegra levantándose de un salto y corriendo hacia mi. Sonreí la levanté besando sus suaves y pequeñas mejillas mientras ella se agarraba alrededor de mi cuello.
-¡¿Cómo has estado?- pregunté emocionada, sentándome al lado de mi esposo en la arena.
-¡Hicimos un castillos!- me dijo felizmente, corriendo al otro lado y levantando ostras, pegándolas en las paredes.
-Es lindo,- le dije. -¿Papi te ayudó?- Ella levantó su mirada y sonrió complacida, asintiendo con fuerza. Me giré hacia piter quien estaba recostado hacia mi, contemplándome. Sonreí y se inclinó dándome un beso que me robó el aliento por completo.
-Te extrañé- murmuró, haciéndome sonreír. -Pero creo que es hora de ir a la cama para alguien-dijo un poco más fuerte. alegra hizo mala cara pero estiró sus brazos para que Peter la levantara. Sostuvo un brazo bajo su colita y el otro sobre su espalda. Ella descansó su mejilla sobre su hombro y él me ofreció una mano para ayudarme a parar. Caminé con una mano en su bolsillo de atrás mientras lentamente nos movíamos hacia la casa.
-¿Quién tiene que tomar el baño esta noche?-pregunté, refiriéndome al baño de antes de dormir de alegra .-Yo,-dijo simplemente. -Ella es la niña de papá, ¿verdad, bebe?- preguntó él. Ella dio unas risitas y asintió. Fruncí el ceño y saqué mi labio inferior.
-Pero, ¿y si mami quiere alistarte para la cama?-pregunté. alegra hizo mala cara.
-No, ¡esta noche papi!- lloriqueó. Ambos nos reímos.
-Le gusto más,- me tomó el pelo. Rodé mis ojos.
-Vale- dije, luego apunté hacia mi gran estómago. -Pero este es mío.- piter se rió entre dientes mientras esperaba que comenzara a subir las escaleras antes de de seguirme.
Mientras piter y alegra tomaban su baño, se cambiaban en sus pijamas y leían su cuento de dormir, tomé la oportunidad para cambiarme a mi pijama de seda y agarrar un tazón de helado, sentándome sobre nuestra cama y encendiendo la televisión. Podía escucharlos hablando en el baño y encendí el monitos de bebes cuando entraron al cuarto de alegra.
Cuando estoy con él me siento completa y felizmente enamorada. Él es el mejor chico del mundo, estoy bastante segura. Incluso lo he atrapado escuchándome leer los cuentos.
Cuando la historia acabó, escuché un poco de estática y susurros, y supe que piter se estaba levantando, metiéndola en la cama. -Di buenas noches a mami- le oí decir suavemente. Maldición. Atrapada.
-Buenas noche mami, te amo,- oí su soñolienta voz decir. Y, supongo que fueron las hormonas y lo feliz que me sentí, pero comencé a llorar. Puse el tazón vacío sobre la mesita de noche y comencé a sollozar, lágrimas calientes en mis manos.
-¿lali?- escuché desde la puerta. Le eché una ojeada a piter por entre mis dedos, con la camisa colgando abierta y viéndose bastante confundido. -¿Estás bien?-Simplemente comencé a llorar de nuevo. Él se apuró hacia mi lado, trepándose en la cama. -¿Estás bien, lali?- preguntó de nuevo, quitando mis manos de mi cara y alejando mis cabellos.
-¡Estoy tan feliz!- sollocé. Volví mi cabeza hacia su pecho. Lo sentí sacudirse y cuando miré hacia arriba se estaba riendo a todo pulmón, tratando de permanecer tranquilo pero incapaz de pararlo. -¡No te rías! No tienes idea de cuán feliz me haces y justo ahora estoy tan hormonal y tan enamorada de ti y de ella, que simplemente no puedo soportarlo...- piter sonrió ampliamente y levantó mi cara hacia él, plantando un beso en mis labios.
-Te amo, lali-susurró mientras nos metíamos más entre las sábanas. -Y te amare hasta siempre -
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A kilómetros de distancia
Teen FictionUna historia de amor con la que todos soñamos, aun así estando a kilómetros de distancia el amor de laliter existe. Tan lejos, tan cerca. Cuando estuviste tan cerca de alguien que parecían uno, pensar en la separación es absurdo. Lo ves tan lejos...