Capitulo 50: FIN

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Mis esperanzas por el muchacho aumentaron.

Christopher terminó su primer año con un promedio un poco bajo . A alegra le fue bien, pero parecía haber perdido su pasión. Cuando lali y yo la escuchamos considerando la escuela culinaria como su madre lo había hecho, empezamos a tener la esperanza de que volviera a casa.

Cuando llegó el cumpleaños de santino nuestras tres familias se congregaron en la playa. La mayoría de los niños estaban jugando volleyball mientras los seis mayores nos sentábamos tomando y recordando nuestra juventud.

-Sonamos ridículos- se rió lali después de que cande y euge compartieron unos de los momentos más encantadores (estúpidos) de vico y nico en una de sus citas en Londres.

Acerqué a lali a mi lado y besé su frente. Ella me sonrió y siguió el contorno de mis labios con sus dedos.

-Voy por la torta de santi -anunció ella, dándome un pico en los labios antes de saltar de mi regazo.

-¿Les puedo traer algo, chicos?- Preguntó Chris, dirigiéndose a nuestro grupo. -Iba a subir hasta la casa ya.- Antes de que cualquiera de nosotros pudiera hablar, él se congeló, sus ojos se abrieron de par en par y su boca se descuadró.

-¡Hey!- Escuché llamar a una tenue voz. Todos nos giramos y ahí estaba mi hija, corriendo a través de la playa, todo su brazo levantado saludándonos.

Chris arrancó a correr pateando arena detrás suyo. Fui vagamente consiente de mis padres y lali caminando por la playa, bien atrás de alegra.

-¿Te acuerdas de cómo en el día que ellos nacieron me dijiste que mantuviera a Chris alejado de alegra ?- Preguntó pablo, parándose a mi lado para verlos corriendo. Yo asentí. -No creo que el vaya a escuchar ahora.-

-Ya era hora-dije con una sonrisa.

Christopher agarró a alegra por la cintura y la giró alrededor en un abrazo, su risa haciendo eco a través de la playa. Se cayeron a la arena, riendo aún cuando yo los pasé para ayudar a lali y saludar a mis padres.

Lo que nos sorprendió a todos fue cuando Chris tomó el rostro de alegra en sus manos y la besó, sorprendiéndonos aún más fue el hecho que alegra respondió, enrollando sus brazos alrededor de su cuello.

Cuando se separaron parecieron haber olvidado dónde estaba o no pensaron que los pudiéramos escuchar.

-Te extrañé- se dijeron el uno al otro.

-Te amo, alegra- le dijo Chris con seriedad. -He estado enamorado de ti desde que teníamos cinco años. Me ha estado volviendo loco, pero no puedo dejarte ir de nuevo sin decírtelo. Fuimos el primero del otro en todo, eres mi mejor amiga, y te amo.-

-Chris- susurró alegra, una sonrisa radiante cruzando sus rasgos. -Yo siempre te he querido, pero no sabía qué hacer. Siempre has sido mi mejor amigo.- Chris se inclinó y la besó de nuevo y nosotros los dejamos solos. Dios sabe que han desperdiciado suficiente tiempo.

Con una reunión de 4 familias, un total de quince personas, no pude evitar más que contemplar el océano y pensar que estuvimos tan cerca de nunca tener nada de esto. La botella que lali había embarcado y que yo había encontrado descansaba orgullosamente en el medio de nuestra mesa central. Nuestras fotos del matrimonio y de la familia estaban a cada lado.

De no haber sido por el océano que llevó su botella, nuestros dos hijos no estarían aquí. Lo más probable es que yo nunca la hubiera conocido, y la familia de cande y vico nunca habría empezado euge nunca hubiera encontrado a su principe azul que tanto buscaba y mery nunca hubiera conocido a benja .

Christopher nunca habría conocido a alegra , nunca se habría enamorado a los cinco, y nunca habría sufrido como lo había hecho cuando alegra se había ido. Ese océano los había separado, prolongando lo que estaba destinado a ser. Hasta ese momento nunca había entendido cuán poderosas eran esas constantes olas.

Me paré ahí con mi esposa e hijos, con nuestros otros familiares, y sonreí. Miré a Christopher y a alegra recostados contra el hombro del otro con sus dedos metidos en el agua. Miré a mi hijo y sus amigos, riendo y corriendo y comiendo torta.

Miré a lali, a quien no podría amar más de lo que lo había hecho desde que la conocí. La besé con sonrisas en nuestros labios, dándome cuenta que así era como estaba destinado a ser. TODO LO QUE NECESITABA ERA AMOR.

FIN

A kilómetros de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora