Gadia miró a los chicos con los ojos entornados y su rostro iluminado por el potente fuego de la hoguera le confería un halo de misterio. Los chicos se inclinaron hacia delante, hacia la anciana, con atención:
-Así es, queridos míos. El Hexágono formado por seis vértices que poseen el poder que ha intentado mantener el equilibrio entre las diferentes fuerzas que rigen nuestro mundo, Aely, sus habitantes,nosotros.- Gadia los miró uno a uno.- Tierra, Agua, Aire, Fuego, Luzy Oscuridad. Una vez estuvieron compensados, la paz reinaba en Aely,seres reales e irreales convivían en armonía.
-¿Cómo es posible que Luz y Oscuridad estén en equilibrio, Gadia?- preguntó Ariadna, curiosa y desconcertada.
-Una necesita a la otra para existir, Ariadna, si no hay sol, no hay luna.Si no hay claridad, no podrá existir la penumbra. Ambas son necesarias, créeme, para apreciar lo bueno, necesitamos experimentaraquello que nos daña.
>>Sin embargo, desde que Smith obtuvo el poder, tengo esa sensación constante en la que algo va a explotar de un momento a otro, acabando con la balanza compensada en la que siempre nos hemos encontrado.
"El Cambio" se miraba a los ojos, comprendiendo que el lío en el que se encontraban distaba mucho del incidente ocurrido la noche anterioren el anfiteatro y, posiblemente, estaba en juego algo más grave que un simple castigo en el bosque recogiendo hojas.
-Estamos sorprendidos, Gadia, pero no entendemos cuál es nuestro papel en todo ese asunto.- Era la primera vez que escuchaban hablar a Yumi desde la llegada al campamento, por lo que todos le miraron, en parte agradecidos porque alguien se había atrevido a decir en voz alta lo que todos pensaban.
Gadia suspiró y elevó el rostro a las estrellas:
-Sois protagonistas de lo que vuestros padres considerarían como el mayor sacrilegio del universo. Protagonistas de una historia llena de magiay misterio, donde los seres que veíais en los espectáculos de Smithluchan por ser libres, pero nadie es capaz de defenderlos.- Los ajados ojos de la anciana oscurecieron.- Vosotros sois la esperanza que criaturas como Sylane necesitan. Supongo que ya conocéis a losPerpetuos...
Vaint intervino entonces y contó a Gadia la historia de los guerreros élficos del anfiteatro, cuando uno de ellos nombró aquel nombre extraño:
-Finalmente, susurró una súplica, algo así como: "Perpetuo... Búscanos...Perp..."-Vaint se interrumpió de repente, abriendo mucho los ojos, mirando a Gadia sin verla.
Una pequeña figura blanca apareció detrás de la anciana, sentándose junto a ella. Tenía el pelo corto y el torso descubierto, llevaba en las manos un oso de peluche y se sentó con gracia, mirando a los chicos, sonriendo dulcemente. Éstos soltaron una exclamación de sorpresa y el Genio, que comenzaba a adormilarse, se incorporó precipitadamente.
Daiv y Gadia parecieron confundidos ante la reacción del resto:
-¡¿Qué ocurre?!- exclamó Daiv, levantándose de un salto y tomando el arco y una flecha, dispuesto a soltarla a cualquier enemigo.
Gadia levantó una mano, sonriendo:
-Tranquilo, querido, creo que los chicos han tenido un reencuentro repentino con la parte pasiva del Ejército Subconsciente.
-¿Con... con quién?- murmuró Zira, mientras Ajahar a su lado levantaba la cabeza mirando con curiosidad al recién llegado.
Daiv suspiró aliviado:
-¿Quiénes?
Gadia miró al pequeño con cariño:
-Tu hijo, que parece que hoy no le ha apetecido ir con los demás.
El niño sacó la lengua a los chicos y rió suavemente, pero su voz parecía estar muy lejos de allí, como si los jóvenes estuvieran bajo el agua y el hijo de Daiv fuera de ella.
-Oh dios mío, Fred, mi niño... Tienes que ir con mamá, ¿no quieres ira ver las llamitas otra vez? ¿Aquellas que te hacían cosquillas en los pies, cielo?
Daiv se sentó y hablaba mirando al cielo, ya que no podía verlo, sonriendo al acabar cada pregunta, como si supiera que aquella propuesta haría a su hijo obedecer. Y no se equivocaba, el niño lo miró abriendo mucho los ojos y de un salto, comenzó acorrer graciosamente hacia el bosque, cruzando el claro.
Zira se levantó, dispuesta a ir a por él:
-¿No le pasará nada...?- preguntó mientras lo vio alejándose.
-Tranquila, Zira- dijo Daiv.- Los Subconscientes tenemos un sentido innato para la orientación en este Bosque, no hay secretos cuando la noche es nuestra y los elementos nos llaman.
Gadia tomó la palabra:
-Personas como Fred o Daiv son las que os salvaron anoche de la Ilusión Oscura, la serpiente que os atacó. Los Marcados somos humanos normales, pero nuestra alma es inmortal y sobrenatural. En sueños, viaja por el subuniverso mágico que se encuentra bajo la realidadque vemos durante el día.
>>El instinto nos llama a recorrer este Bosque hasta los diferentes Vértices según nuestra Marca. Una vez allí, debemos custodiarlo hasta el amacener, cuando los Guardianes Diurnos toman el relevo.
-¿Por qué es necesaria tanta protección?- preguntó Eric, rompiendo susilencio.
-Ciertamente, hace siglos, cuando todo estaba en equilibrio, sólo los Guardianes Diurnos se encargaban de la protección de los Vértices. La magia que rodea esta parte del Bosque nos protege de Smith y sus secuaces. Sin embargo...
La voz de Gadia se quebró y Daiv la rodeó con sus brazos, tomando la palabra:
-Sin embargo, hace unas semanas, consiguieron penetrar en el Bosque y encontrar el Vértice Líquido, secuestrando al Guardián Diurno que lo protegía. Por ello, yo lo custodio de día en vez de noche, librando por un tiempo a mi alma sobrenatural a soñar simplemente, sin la misión que tienen mis compañeros.
Los chicos se sintieron conmocionados ante la noticia, si aquella Tribu fundada por Gadia había conseguido sobrevivir los treinta años queya duraba el reinado de Smith protegida por algo llamado "magia",palabra que los chicos aún no habían escuchado jamás pero que entendían a la perfección, y ésta no había sido capaz deprotegerlos en aquella ocasión, debían comenzar a preocuparse.
-¿Y quién era aquel Guardián?- inquirió Ariadna, con los ojos muy abiertos.
Gadia miró a Vaint, con los ojos henchidos de tristeza, y el chico comprendió, con horror:
-Sylane...