A chance to be happy | n. h. |

Capítulo 25

                                               { Harry }

Apoyé la cabeza en el volante y solté un gemido de desesperación cuando llegué a la conclusión de que iba a seguir parado en ese interminable atasco durante un buen rato. ¿Por qué siempre que tenía prisa por llegar a un sitio, al que fuese, tenían que ocurrir ese tipo de exasperantes situaciones? En momentos como ese maldecía a Londres, a toda su población, y a todos los coches de dicha población. Sabía que Niall me iba a matar por llegar tan tarde, ya que además había sido yo quien le había obligado a cambiar sus planes con Julia para que me diese el móvil. Era cierto, claro está, que necesitaba mi móvil, ya que, por desgracia, pertenecía a la juventud que no puede ir a ningún sitio sin móvil, pero también era verdad que ese aparatito me había dado el pretexto perfecto para volver a ver a Julia. Lo cierto es que la había echado de menos esa semana, lo que no se me antojaba tan bueno como debería ser. ¿Significaba aquello que había comenzado a depender de ella? Pero, por Dios, eso no tenía sentido. Era una simple chica, como todas las demás. Yo conocía a mucha, muchísima gente, pero ¿por qué Julia era la única a la que deseaba tanto volver a ver?

Era increíble lo que daban de sí los atascos. Ya hasta pensaba en cosas totalmente incoherentes.

<< Harry, deja ya de pensar en Julia >> Me obligué a mí mismo.

Y lo intenté, de verdad que lo intenté, pero no conseguí muy buenos resultados.

                                               { Julia }

Me sentía como si estuviese flotando en una nube.

Los labios de Niall eran cálidos y acogedores, y se posaron sobre los míos con cuidado, como si tuviera miedo de lastimarme. Insegura y recelosa, permanecí quieta, con la boca cerrada. Niall me acarició la mejilla con el pulgar, mientras su boca se movía delicadamente sobre la mía. El beso no era lo que me había esperado. Por alguna razón sin sentido, me había imaginado que el primer beso con alguien sería un beso descuidado, algo violento. Me había imaginado que sería un beso desesperado, urgente, que sus dedos buscarían partes de mi cuerpo que no estaba lista para dejarle tocar. Pero Niall dejó las manos donde las tenías, una acariciándome la parte baja de la espalda y la otra la mejilla. Fue un beso tierno y dulce que me cortó la respiración. Nunca me habría podido imaginar que un primer beso sería así. Era algo incluso… mágico.

Cuando la presión de sus labios disminuyó, sentí ganas de llorar. ¿Por qué el beso había tenido que durar tan poco?

-¿Estás bien? – Inquirió Niall, con cierto tono divertido. Seguro que en ese momento mi cara era un poema. Me sentía como si todo estuviese recubierto por una especie de tela, notaba el intenso latido de mi corazón en los oídos y, literalmente, me costaba respirar.

Tragué saliva con fuerza y asentí, para que no se creyese que me había dado un ataque o algo parecido. Aunque estaba cerca de ello.

-Eh… sí. – Conseguí articular. – Solo… dame un momento para que mi corazón vuelva a latir.

Niall rió y se acercó un poco más a mí, más de lo que ya estábamos de por sí. Me cubrió las mejillas con las manos y apoyó su frente en la mía. Estábamos tan cerca que podía sentir su frío aliento sobre los labios, en los que, tras el beso, sentía un ligero hormigueo.

-¿Sabes? Llevaba un tiempo deseando hacer esto… - Admitió, con los ojos cerrados y una dulcísima expresión serena.

-¿El qué? – Murmuré. Me sentía atontada, como si hubiese bebido unas copas de más, y temía decir alguna tontería.