{ Harry }
Jamás, ni en mis más profundos y extraños sueños, habría podido imaginarme que acabaría en una situación así. En serio, era totalmente surrealista. Si me hubiesen dicho que iba a acabar esperando junto a la puerta de un baño a una chica que estaba vomitando, habría dicho: “¿Qué? ¡Ni de coña!”. Sin embargo, ahí me encontraba en ese momento: esperando a que Julia terminase de vomitar y saliese del baño.
Cuando había salido de la habitación, había estado lo que me habían parecido siglos buscando a Julia por toda la casa, y cuando por fin la había encontrado, ella había pasado junto a mí como una bala y se había metido directamente en el baño.
Menuda noche más surrealista. ¿Cómo era posible que me pasasen ese tipo de cosas?
En ese momento, la puerta se abrió y Julia apareció como si fuera un zombi. Las oscurísimas ojeras y la palidez de su rostro hacían que pareciese que no había bebido agua en tres días, con el pelo alborotado alrededor de su rostro y los ojos enrojecidos e hinchados, como si hubiese estado llorando. Pero, a pesar de eso, mi corazón dio un vuelco al verla.
-Lo siento. – Se disculpó, desviando la mirada, avergonzada. Se tambaleó un poco y se apoyó en el pomo de la puerta, para mantener el equilibrio.
Casi inconscientemente, la cogí de la mano y le di un beso en la sien. Supuse que la razón de que me mostrase tan cariñoso con Julia era que sabía que al día siguiente ella no recordaría nada, ni si quiera lo del beso.
Pero el problema era que yo sí que lo recordaría. Vaya si lo recordaría.
-No te preocupes. – Le dediqué una sonrisa, para que supiese que no había ningún problema. – Vamos, será mejor que nos vayamos.
Julia asintió y la rodeé con un brazo, porque sabía que si no la sujetaba, se caería al suelo.
Así, con uno de mis brazos rodeando la cintura de Julia, salimos a la calle. Hacía muchísimo más frío que un par de horas antes, y Julia tiritó. Me quité la chaqueta y se la puse sobre los hombros, por encima de la chaqueta que ella ya llevaba. Alzó la vista, mirándome como si la hubiera sacado de una sentencia de muerte y, sin saber qué hacer, sonreí tímidamente.
Inesperadamente, Julia se acercó a mí, me rodeó con los brazos y me estrujó en un fuerte abrazo, apoyando la cabeza en mi pecho y cerrando los ojos, como si estuviese completamente en paz.
-No merezco que te portes tan bien conmigo. – Murmuró, con un suspiro.
Sin poder evitarlo, esbocé una sonrisa y la rodeé con mis brazos de una forma protectora, notando el lento sube y baja de su pecho contra el mío.
-Claro que te lo mereces. Te mereces todo lo bueno que le pueda pasar a una persona.
Le di un beso en la coronilla y me permití disfrutar unos instantes de ese momento, deseando poder capturarlo para siempre, como si fuese una fotografía, y no soltar a Julia jamás.
{ Niall }
Cuando desperté, mi primer pensamiento fue que no quería levantarme de la cama en todo el día. Incluso me planteé hacerlo, pero sabía que de ser así, Charlie sería capaz de sacarme a rastras y, sinceramente, prefería atender todas mis obligaciones con la desgana con la que llevaba toda la semana antes que pasar por esa situación con el mánager.
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A chance to be happy | n. h. |
Fiksi PenggemarJulia miró una vez más a aquel chico rubio y de ojos azules y de nuevo sintió que se derretía. Se sonrojó a más no poder, por lo que agachó la cabeza, ocultando su rubor. Niall se dio cuenta, y también se ruborizó, aunque intentó que su acompañante...