Capítulo 52

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*la parte en cursiva es un pequeño flashback*

*escuchad la canción de multimedia, describe muy bien los sentimientos de Harry por Julia*

Disfrutad el capítulo c:

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                                                    { Julia }

-Joder, es increíble la de cosas que se pueden hacer con una botella de Coca-Cola. – Dijo Will, sin apartar sus ojos de la pantalla del ordenador, como si este pudiese darle la respuesta a todas las preguntas de la humanidad. En ese momento, General Pomposo Bigotes se encaramó a la mesa y se sentó en el teclado del ordenador portátil, impidiéndonos ver la pantalla. - ¡Mierda! General Pomposo Bigotes nos está censurando.

Si había un ser más diva que Will, ese era mi gato.

-Dime una cosa. – Dije, girándome en la silla, quedándome frente a Will. - ¿Por qué estamos viendo un vídeo de una tailandesa haciendo cosas sexuales con una botella cuando deberíamos estar haciendo el trabajo de Biología?

Will cogió a Bigotes entre sus brazos y comenzó a acariciarlo. Mi gato entrecerró los ojos y comenzó a ronronear, complacido.

-Nuestro trabajo es sobre la sexualidad humana, ¿no? – Se encogió de hombros. Incluso ese simple gesto parecía elegante si lo hacía Will. – Bueno, pues esto está relacionado.

General Pomposo Bigotes se escabulló entre sus brazos y se irguió, apoyándose en los hombros de Will, para después comenzar a darle golpecitos en la barbilla con la cabeza.

Will suspiró, revolviendo los miles de papeles que estaban esparcidos por mi escritorio. Sonreí al ver el folio de la portada del trabajo: La sexualidad en el ser humano, por Julill; Julia Doreen Gray y William Alexander Ferguson.

-Ugh, manda narices. – Se quejó Will, arrugando la frente. Se pasó una mano por su oscuro cabello y resopló. – Parece que el profesor Weber nos ha mandado este trabajo a posta. Seguro que pensó: “Voy a darles el trabajo sobre la sexualidad al chico gay y a la chica con un cartel en la frente que dice: VIRGEN”

-¡Oye! – Exclamé, dándole un puñetazo amistoso en el hombro. Mi gato se bajó de la mesa y saltó a la cama, mirándome con unos furiosos ojos que decían: “Me has echado de mi puesto junto a la reina Will. Mañana tus sábanas aparecerán misteriosamente rasgadas”. – ¿Y la gente qué sabe si… si soy virgen o no? – Refunfuñé.

Will hizo un gesto dramático y me agarró las piernas, para ponerlas sobre su regazo.

-Oh, vamos, Julia, a todo el mundo se le nota si lo es o no. ¿Has visto a las tías de clase? Si tú tienes un cartel que dice Virgen, ellas tienen luces de neón gigantes que dicen: MIS PARTES FEMENINAS SON UN AGUJERO NEGRO SIN FONDO. SOY UNA MONTAÑA RUSA QUE SOLO TE HARÁ SUBIR. ¿QUIERES SER EL SIGUIENTE EN PROBARME?

Estallé en carcajadas, y al instante siguiente, Will se unió a mis risas. Will siempre me hacía de reír de esa forma que te impide respirar, y que hace que te duela tanto el estómago que tienes que doblarte por la mitad para contenerte.

-Sí, la verdad es que esas chicas son… - Busqué una comparación graciosa con la que terminar la frase, pero yo no era tan espontánea como Will. A él le salía de forma natural tener tanta chispa.

-Son de vagina indomable. – Terminó él, y no pude evitar volver a estallar en carcajadas. Temía que en cualquier momento mi padre subiese a mi habitación y dijese su famosa frase, esa que decía siempre que Will y yo estábamos juntos: “¿Ha llegado ya la hora de llamar a esos señores tan simpáticos que os traerán camisas de fuerza?”

A chance to be happy | n. h. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora