A chance to be happy | n. h. |

Capítulo 4

{ Harry }

Miré la galleta que se acababa de caer al suelo y puse un puchero.

-Oh, mierda, mi Oreo... - Me agaché para recogerla, y con una sonrisa, la soplé, y después me la metí en la boca. Entonces, miré a la chica que Niall tenía entre sus brazos. Fruncí el ceño, y miré a Niall, quien esbozó una tímida sonrisa como disculpa.

-Niall, ¿s-se puede saber qué es esto? – Preguntó Liam alarmado, señalando a la adolescente que Niall sostenía en sus brazos.

-Esto tiene una explicación. – Dijo Niall, rojo como un tomate, mientras dejaba a la chica pelirroja en el sofá.

Louis miró consecutivamente a Niall y a la chica. Abrió la boca y extendió los brazos, pidiendo sin palabras una explicación por parte del irlandés.

-¡¿Cómo se te ocurre traer a una fan al camerino?! – Preguntó Zayn, con los ojos abiertos como platos y una expresión de horror.

-Chicos, os lo puedo explicar... - Dijo Niall, pasándose la mano por el pelo.

-¿Y si viene Charlie? Dios mío, Niall, nos la vamos a cargar. – Dijo Louis.

-Chicos...

-¿A qué viene esto? ¿Qué ha ocurrido? ¿Quién es esta chica? – Preguntó Liam, recurrente.

Entonces, los chicos comenzaron a acribillar a Niall a preguntas y a gritos, mientras él intentaba explicarles lo ocurrido. Yo me quedé mirando a la chica tendida en el sofá. Debía de tener unos dieciséis años, con sus mofletes y su nariz recubiertos de miles de pecas, y el brillante cabello pelirrojo con mechas recogido en dos trenzas, que la hacían parecer aún más inocente. Parecía un pajarito pequeño e indefenso. Me pregunté cómo habría acabado inconsciente. Probablemente, se había encontrado con Niall y, al ser una fan, se había desmayado, y mi amigo, que era demasiado buena persona, la había traído al camerino en vez de dejar a los de seguridad encargarse de ella. Hubo una vez que estábamos en París, y yo estaba saliendo del hotel cuando una fan se me tiró encima, se puso a llorar mientras decía "Harry, Harry, I love you" y acto seguido se desplomó en el suelo. Recuerdo lo impotente que me sentí mientras veía cómo uno de mis guardaespaldas cogía a la chica sin ningún cuidado y se la llevaba como si fuese un saco de patatas cualquiera. Me sentí muy mal, pero claro, ¿qué iba a hacer? Aunque, en ese momento, viendo lo que había hecho Niall con esa chica...

-¡Chicos! ¡Dejadme hablar de una vez! – Gritó Niall.

Louis y Zayn se cruzaron de brazos a la vez – lo que fue bastante cómico – y fulminaron a Niall con la mirada. Liam miró de reojo a la chica y suspiró.

-Veréis. – Comenzó el rubio – Cuando he salido para enviarle un mensaje a Emily, he subido a la azotea para que me diese un poco el aire...

-¿Y qué se suponía que hacías en la azotea? – Dijo Louis, inquisitivo.

-Ya lo he dicho, tío, para que me diese el aire. – Niall carraspeó – En fin, que en la azotea estaba ésta chica, y le he preguntado qué hacía allí, y me ha dicho que ha venido al concierto pero que se encontraba muy mal, y después, sin más, se ha desmayado. Me he asustado y... y no se me ha ocurrido nada mejor que traerla aquí. – Niall se encogió de hombros con timidez, mientras el rubor volvía a subir a sus mejillas.

Los chicos le miraban con la boca abierta, como si fuesen estatuas, pero yo permanecí de brazos cruzados, impasible. Yo no había flipado tanto como mis amigos porque, sinceramente, me parecía que lo que había hecho Niall había sido lo mejor. No digo que yo lo habría hecho, pero aun así...