A chance to be happy | n. h. |

Capítulo 66

                                       { Niall }

-Tenemos que hablar.

Una mano golpeó con fuerza la mesilla frente a mí, sobre los miles de folios escritos con canciones que había en ella. Alcé la vista y me encontré a Harry frente a mí, con una mirada malhumorada en su rostro.

Enarqué una ceja y dejé la guitarra a un lado, echándome hacia atrás. Le hice un gesto a Harry para que se sentase frente a mí, así que eso hizo. Se acomodó en el asiento y apoyó los codos en las piernas, extendiendo las manos en un gesto inquisitivo.

-¿Se puede saber qué estás haciendo? – Inquirió, yendo directamente al grano.

Fruncí el ceño, confuso. Estaba casi seguro de saber por dónde iban los tiros, y la razón por la que Harry quería hablar conmigo, mostrándose tan crispado.

-Tocar la guitarra. – Respondí, encogiéndome de hombros.

Harry puso los ojos en blanco y se inclinó hacia delante. Miró hacia uno y otro lado, como si tuviese miedo de que alguien más en el estudio tuviese miedo de que escuchase nuestra conversación.

-Sabes perfectamente a qué me refiero. – Repuso y, a continuación, murmuró: - ¿No se suponía que te ibas a mantener alejado de Julia?

Así que era eso. Me lo había imaginado, teniendo en cuenta que no habíamos hablado desde hacía unos días, cuando él había venido a mi casa cuando, justamente, Julia también estaba allí. Solo con ver la expresión desolada que había mostrado Julia cuando Harry se hubo marchado, supe que aquella conversación que habían tenido no había salido lo que se puede decir "bien".

Además, también estaba el hecho de que, como bien había dicho Harry, se suponía que iba a guardar las distancias con Julia, algo que, finalmente, no había hecho. Les había dicho a los chicos que me había alejado de ella por su bien, para que no sufriese cuando llegase el momento en el que... tuviese que decirle adiós. Y en un principio lo había intentado, de verdad que sí. Había tratado por todos los medios mantenerme alejado de ella, pero de una forma u otra, al final siempre había una fuerza mayor que nos volvía a juntar.

Había fallado catastróficamente en mi propósito. No había sido capaz de mantener mi promesa. No sabía cómo, pero siempre acababa en el mismo punto: Dándole a Julia todo lo que tenía de mí aun sabiendo que aquello no duraría.

Probablemente habría sido muchísimo mejor que le hubiese mentido, diciéndole que ya no sentía nada por ella y que lo mejor era que no volviésemos a vernos, porque así no habría tenido que dejarla atrás cuando llegase aquel inevitable momento. Pero, ¿de verdad sería capaz de hacerle daño de una forma tan vil, con un puñado de mentiras? Era consciente de que, llegado el momento, también le haría daño. Era inevitable. Pero, cuando llegase ese día (que cada vez parecía más cercano), lo haría con la verdad por delante. No quería basar el final de nuestra relación en mentiras. Aunque, ¿podría considerarse una mentira el hecho de haberle ocultado algo tan importante, ese algo que había condicionado nuestra relación desde hacía ya casi dos meses?

Volviendo a la realidad, e intentando apartar aquellos pensamientos de mi mente, suspiré y me retorcí las manos, nerviosamente.

-Sí, lo dije. – Respondí. – Dije que mantendría las distancias.

Harry enarcó una ceja.

-¿Y? Eso no es lo que me pareció el otro día. ¿Dices que te vas a mantener alejado de Julia y te acuestas con ella? – Inquirió, sarcástico. – No tiene mucho sentido.

La primera chispa de la ira se encendió en mi pecho. Bastante tenía con fustigarme a mí mismo por lo que estaba haciendo; no necesitaba que Harry me lo recordase, y más de aquella forma tan déspota.