Capítulo 1 - Celos

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En el Arauca se sentaba un silencio y una tranquilidad inmensa, se podría decir que estaba hecho una paz increíble, ya nadie tenía que soportar la presencia del coronel Meléndez, pasando a la sabana se hallaba una hacienda llamada; "El Miedo" donde los patrones, por cierto, ¿Dónde estaban?

Bárbara y Santos estaban descansando en el cuarto principal, cuando de repente Bárbara despertó porque sintió que Santos estaba inquieto en la cama, ella no sabía él porque estaba así, cuando lo empezó a escuchar estaba balbuceando, prestó atención a lo que estaba diciendo para entender lo que decía.

—No, no mi sol, ¡no!

Alcanzó a escuchar Bárbara, se enojó; —"No puede ser, esto no está pasando"— pensó ella

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Alcanzó a escuchar Bárbara, se enojó; —"No puede ser, esto no está pasando"— pensó ella. — "Está soñando con ella" — susurró para sí misma, se levantó bruscamente para que Santos se diera cuenta de que se había levantado.

Y así fue Santos despertó, se dio cuenta de que ella estaba —¿enojada? ¿esa era la respuesta? — se preguntó él. Al fin y al acabo ya era de mañana más o menos como 9:15am, era temprano si se le podía llamar así, ya que Bárbara era de madrugar. A penas sale el sol y ella ya estaba arriba. 

Bárbara salió del cuarto cerrando la puerta de un portazo, estaba hecha una furia, estaba muy enojada que podía atropellar a cualquiera sin importarle que se hiciera daño a la persona que se tope. Santos sin dudarlo dos veces se levantó de la cama dispuesto a seguirla e intentar saber por qué estaba así, o no se imaginaba de qué se trataba, así que salió del cuarto con una musculosa blanca y un pantalón gris en forma de pijama, y fue a alcanzarla.

—Bárbara... Bárbara, Bárbara — dijo él alcanzándola y volteándola para que lo viera, estaban en la sala. —Me puedes decir, ¿Qué te pasa?

—Nada..., nada Santos — respondió con el semblante serio.

—¿Nada? Saliste del cuarto hecha una furia y me dices ¿Qué no tienes nada?

—Te dije que no tengo nada, Santos. Ahora déjame que quiero ir a la cocina a tomarme un café, tengo muchas cosas que hacer hoy. — le dijo zafándose de su agarre, fue hacia la cocina a que le preparen un café.

Santos se aguardó un momento hasta que decidió seguirla hacia la cocina, al llegar ahí la vio sentada en una silla tomado su café y su mirada distraída en la mesa pensando en algo que no notó que él estaba ahí viéndola.

—Bárbara...

Ella al escucharlo terminó su café, se levantó y se fue a su cuarto ignorando a Santos, él estaba enojado porque ella no quería hablar con él, quería saber porque estaba así o sólo él quería ignorar la verdad del porque ella estaba así.

Ya en la tarde la dueña de aquellas ya había terminado de hacer sus cosas, se había calmado un poco digamos que se le bajó sólo un poco lo humos, pero estaba mejor que antes. Al entrar a su hacienda, fue a preguntarle a Eustaquia de Santos y pedir algo de beber.

Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora