Capítulo 12 - Rehacer su vida

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Bárbara

Después de aquel beso decidimos montar un rato para poder hablar tranquilamente, sin Luzardos que nos interrumpiera.

Hablamos de distintas cosas, él siempre encuentra la manera de hacerme reír y olvidar los malos momentos, y con malos me refiero a un cierto doctorcito.
Mientras montamos llegamos a un cierto lugar que no creí que llegaríamos, sí es la poza de los suspiros, acá comenzó todo... Aquel encuentro inesperado,
nuestros encuentros de amor
y la decepción que faltaba
para que me diera cuenta
de que aquel sueño en la que estaba viviendo, era una mentira más en mi vida.

O al menos eso es lo que creí cuando aquello ocurrió.

Lo que todavía creo.

-Qué hermoso es este lugar. - comenta Sergio bajando de mis pensamientos.

Sí! si es muy bonito...- comento en casi un susurro, en verdad no sé en qué demonios estaba pensando cuando lo traje aquí.
¿Qué es eso lo que quería hacer cuando lo traje aquí?
¿vengarme?
tal vez sea eso pero... creo que no sería capaz de hacerlo, no aquí, es un lugar especial.
Lo es pero, no lo haría...
Creo que no. No me atrevería.

-¿Qué pasa Bárbara? ¿Qué tienes? - se me acercó preocupado.

-No nada, no tengo nada. - no soy capaz de decírselo.

-¿Segura? - o vaya creo me descubrió es mejor que hable.

-¿Sabes? en este lugar es donde conocí a Santos pero, aquí también lo descubrí con mi hija. - sin creerlo una lágrima involuntaria salió de mis ojos, recorriendo por mi mejilla libremente.
Ahora lo sé, me sigue doliendo lo que ocurrió, ¿cómo no hacerlo? si lo amaba con todas mis fuerzas, hasta lo tenía en un altar que en un parpadeo cayó al suelo.

-Perdón, no sabía...

-No, soy yo la que debe disculparse, yo te traje hasta aquí sin pensar... hay tantos recuerdos aquí buenos y malos.
La verdad es que ya no quiero estar en este lugar. - los recuerdos me están atormentando.

Sergio me abrazó y me limpió las lágrimas con las yemas de sus dedos.

-Ven, vámonos aquí. - abrazados llegamos a mi caballo, aunque no hacia falta me ayudó a
montarme en él y luego él montó en el suyo.

De a poco nos alejamos del lugar, espero que con lo que le dije
en la mañana a Santos se dé cuenta que el amor que nos teníamos, está perdido, olvidado y espero que sea para siempre.

Debo cerrar ese capítulo, doblar la hoja y comenzar de nuevo en uno, si se puede... ser feliz.

Tiempo Después

Han pasado dos meses y en la hacienda El Miedo iba todo bien, los planes de la doña por
ahora seguían, robando
tierras pero sin que sean las de Sergio o las de Altamira,
Sergio sabía eso pero no decía nada confiaba en que ella
misma dejaría el robo, la violencia y las brujerías.
Él no se lo exige ni se lo habla, está completamente seguro
que la vida de Bárbara a su lado iría cambiando poco a poco, sin prisa y sin que se lo exigiese.

En la hacienda Altamira ya no es la misma desde que Santos comenzó a tomar, Antonio le aconseja que lo deje pero nada lo hace cambiar de padecer. Marisela tiene miedo en que se convierta en un alcohólico como lo fue su padre. Por eso Cecilia le aconseja, que convenza a Santos a irse unos meses a la capital.

Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora