Melquiades: En el pueblo anda corriendo la noticia de que regresó...
Bárbara: ¿Quién? – lo interrumpió temiendo a que fuera el que pensaba.
Melquiades: El doctorcito Santos Luzardo – dijo con un poco de molestia en la voz.
Bárbara quedó estática en el lugar con la boca semi-abierta, justo la persona que no quería ver tendría que volver. Con la noticia de Santos Luzardo de nuevo en el Arauca, le sería más difícil todo en ocultar su embarazo aunque no crea que pueda, pronto se le empezaría a notar y ahí sí que no podría fingir... Debía de planear bien las cosas, si quería que él no supiera de su embarazo o tal vez tendría que decírselo.
Nuevamente estaba confundida, ahora lo estaba muy seguido, siempre fue clara con decisiones pero esta vez no lo estaba.
Está claro que Bárbara había cambiado y esto era prueba de aquello.
Bárbara: ¿Estás seguro Melquiades? – dijo esperando a que sea solo chisme del pueblo.
Melquiades: Muy seguro mi doña – contestó seguro en lo que decía.
Bárbara: ¿Vino con ella? – preguntó temiendo la respuesta.
Melquiades: No mi doña, vino solo... parece ser que la niña Marisela quedó en la capital. Al menos eso se dice – contestó con voz rasposa.
Bárbara: Esta bien Melquiades, puedes volver a tu trabajo...
Melquiades: Lamento en interrumpirle mi doña pero tiene que saber, que debe ir a la jefatura civil. Para resolver del envenenamiento de su ganado – dijo recordándoselo.
Bárbara: Sí, casi me olvido de eso... gracias Melquiades, puedes retirarte.
Melquiades asintió y se fue a seguir con sus cosas.
Bárbara inhaló y soltó el aire cansada, volteó y vio que llegaba Sergio a buscarla. Solo tenía un motivo para sonreír (aparte de su bebé obvio) en ese momento era su novio, así que sonrió con todas sus ganas.
La camioneta se estacionó para al rato bajar de ella Sergio que también tenía una gran sonrisa, que más que ver a su amada para sonreír?
Él fue hasta ella, la abrazó y luego la besó, ella con todo gusto correspondió.
Bárbara: Sergio qué bueno que vienes – dijo luego de haberse separado.
Sergio: ¿Qué pasó mi ángel dulce, creías que no vendría?
Bárbara: No, no es eso sino es que debo de ir a la jefatura civil, para ver lo de la denuncia – le explicó.
Sergio: Claro, yo te llevo mi amor... - ella le sonrió.- ¿Vamos? – le tendió la mano.
Bárbara encantada aceptó su mano – Vamos!
Tomados de la mano se dirigen hacia la camioneta, en menos de un minuto prendieron rumbo hacia el pueblo. Mientras que en la hacienda desde un rincón a oscuras, lo observaba un par de ojos dolido por dentro pero por fuera se veía, serio.
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---En la hacienda "Altamira"---
Santos Luzardo entraba a su hacienda con su maleta, en la sala se encontró con su tía Cecilia que estaba concentrada en su tejido para su niño que ya venía en camino, Santos se acercó dejando su equipaje en el suelo.
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Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)
Hayran KurguDespués de la muerte del coronel Meléndez, la relación de Bárbara y Santos se empieza a complicar, como todos saben el quién terminó la relación entre ellos, pero en esta historia el quién termina la relación es Bárbara al descubrir a Santos con Mar...