Capítulo 9 - Discusiones

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---Santos---

Fui montando lo más rápido que pude estaba que ni me calentaba el sol, lo que me dijo Pajarote me resonaba en la cabeza una y otra vez: "la Doña y el tal Sergio están justamente ahora en la hacienda el Miedo".

No podía ni pensar en que es lo que están haciendo en este instante, no quiero pensar mal pero me es inevitable y los celos no me ayudan en nada.

Llegué a la hacienda el "Miedo" desmonté de cabos blancos, lo dejé allí. Los peones me miraban entrar en la hacienda, alcancé a escuchar algo sobre mi pero no le di importancia y al llegar a la sala no esperé ver lo que mis ojos están viendo en este instante.

Bárbara se estaba besando con el tal Sergio, sentí que mi alma se salía de mi cuerpo y mi corazón se rompía en mil pedazos. En ese momento me vino las imágenes de aquel sueño que tuve unos días atrás.

---Flash Back---

Estaba en el pueblo alterado, desesperado, corro lo más rápido que puedo entrando a la iglesia.

Al entrar, en el altar se veía el padre contrayendo matrimonio a una pareja y alcanzo a ver que la que se está casando es Bárbara, pero no alcanzo a ver con quién ya que su cara estaba como borrosa.

El padre Pernía estaba finalizando la ceremonia diciendo estas últimas palabras: "yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia".

Ellos se besan y yo doy un grito: ¡¡¡NOOOO!!!

---Fin del Flash Back---

Mi cuerpo empieza a hervir y en ese instante decido cortar esa escena.

—¡¡¡Bárbara Guaimarán!!! — grito separándolos.

Voltean a verme, Bárbara suelta un suspiro de ¿fastidio? Y rueda los ojos, se levantan de su asiento. No me contengo y me acerco al imbécil ese y le grito – ¡¿Cómo te atreves a besarla idiota?! — voy directo a darle un puñetazo.

 No me contengo y me acerco al imbécil ese y le grito – ¡¿Cómo te atreves a besarla idiota?! — voy directo a darle un puñetazo

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Al que cae al suelo, sangrando el labio.

—¡¿Pero ¡¿qué te pasa imbécil?!— me grita Bárbara defendiéndolo – ¡¿Te volviste loco o qué?! – me vuelve a gritar y ayudando al pelele a levantarse. — ¿Estás bien amor? — le pregunta.

¿Amor? ¿Desde cuándo?

Esto no está pasando.

¿Lo habrá dicho a propósito?

—Estoy bien Bárbara, no te preocupes – dice ahora el imbécil ese.

Mira cómo te dejó, te sangra el labio — le tomo el rostro para revisar el golpe que le proporcioné.

¿Es enserio Bárbara?

—Amor, te digo que estoy bien. — esto no es enserio, lo están haciendo para fastidiarme y lo están logrando. Ahora mismo me dan ganas de volverle a partirle la cara con llamarla así a mi mujer.

Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora